New Orléans

1.153

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Siempre quise ir a New Orleáns

sumirme en su carnaval de pechos abiertos

bajo las gotas asmáticas del jazz y el blues

danzante bajo la síncopa de un sol negro

por calles y ritmos del barrio francés

 

Siempre quise estar allí bajo la luz

del Satchmo Liroforo y su orquesta

pletórica de nubes, mariposas, peces multicolores

 

Siempre quise vagar por los campos aledaños

algodón del tiempo duro del Misisipi

con ruiseñores buffalo soldiers olvidados

 

Pero el vendaval arrecia y te sepulta

vieja ciudad de orishas y flamas medievales

con el agua tragándose tus maderas y cueros

en el torrente de la espiga de ozono que se abre

como si tronasen las trompetas y los cobres

de todos los músicos y los arcángeles

para derribar tus diques y tus bosques

 

La muerte deriva en el agua estancada

por la grava y los ríos despojados de sus corrientes

mientras los helicópteros fotografían

ese espeluznante hoyo encharcado

y su enorme esqueleto afrolatino

como si sobrevolaran el Tigres o el Eufrates

con sus bocanadas de fuego homicida

 

Así aparecés en las pantallas

extensa escena del crimen escamoteada

para el consumo de clientes del fast food

y del correteo de supers y aeropuertos

como si la bota yanqui que desde siempre desdeña

a los cosechadores del viento y de la lluvia

no hollara la “sombra sonora del futuro”1

1 Eunice Odio, también.

—————————————-

* Escritor costarricense. Del poemario en preparación KABANGA.

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.