Obama claudica ante la CIA

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Germán Gorraiz López

La Agencia Central de Inteligencia (CIA, Central Intelligence Agency) fue creada en 1947 por Henry Truman, sustituyendo a la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) para investigar sin necesidad de autorización judicial, expedientes administrativos y fiscales.

La inicial filosofía de la organización era dotar al Presidente de un segundo punto de vista elaborado por civiles, frente al aportado por los militares de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y fue llamada en código "Campus", al proceder la mayoría de los cuadros iniciales de la Universidad de Yale, (incluso el sistema de almacenamiento de datos fue el mismo que el de la Biblioteca de Yale).

Hasta Eisenhower, la CIA fue únicamente la organización de inteligencia central para el gobierno de los Estados Unidos y estuvo detrás de múltiples tareas de entrenamiento de insurgentes y desestabilización de gobiernos contrarios a las políticas del Pentágono, pero el looby financiero y la industria militar (ambos fagocitados por el looby judío) no pudieron resistir a la tentación de crear un gobierno de facto que manipulara los entresijos del poder , derivando en la aparición de un nuevo ente (la CIA paralela), refractaría a la opinión pública y al control del Congreso y Senado de los Estados Unidos).

El presidente Eisenhower, un año antes del fin de su mandato, pronunció un discurso premonitorio de la posterior mutación del inicial "Campus" hasta el Gobierno en la sombra que tutela la democracia estadounidense en la actualidad y de la que son rehenes todos los Presidentes elegidos democráticamente: "En los consejos del gobierno, tenemos que estar atentos a la adquisición de una influencia ilegítima, que sea o no proyectada por el complejo militar-industrial. El riesgo del desarrollo de un poder usurpado existe y persistirá. Jamás permitiremos el peso de esta conjunción amenazar nuestras libertades o los procesos democráticos. Nada debe considerarse como ganado. Solo una vigilancia y una consciencia ciudadana pueden garantizar el equilibrio entre la influencia de la gigantesca maquinaria industrial y militar de defensa y nuestros métodos y metas pacífica, de tal forma que la seguridad y la libertad puedan acrecentarse de concierto".

Los desencuentros Kennedy-CIA-FBI: Kennedy recibió de la CIA un "regalo envenenado" bajo la envoltura del proyecto de invasión de Cuba, elaborado por la CIA durante la administración de Eisenhower para derrocar al régimen de Fidel Castro y que culminó con el conocido fiasco de la invasión de la Bahía de Cochinos(abril,1961),pues el Presidente Kennedy, después de dar el visto bueno al proyecto, se echó atrás en el último momento y retiró el prometido apoyo de la aviación y la flota norteamericana, con el consiguiente descrédito de la CIA a los ojos de todo el mundo.

Su acusada inexperiencia política quedó plasmada en actos como relevar al legendario Director General de la Agencia, Allen Dulles, e intentar remodelar sus estructuras colocando al frente de la misma a gente de su confianza así como menospreciar como rival a Hoover y enfrentarse abiertamente a su poder omnímodo, intentando su sustitución al frente del FBI por Edward Kennedy, con lo que tras la nominación de Robert Kennedy como Fiscal General la Troika Kennedy habría conseguido la entronización del reino de Camelot para varias generaciones, pero las diferencias entre Kennedy y la CIA volvieron a resurgir en octubre de 1962, durante la crisis de los misiles cubanos. La CIA vio la gran oportunidad para invadir la isla, pero las negociaciones entre Kruschev y Kennedy anularon el plan de la CIA, herida de nuevo en su orgullo.

Órdago de Kennedy a la CIA paralela: Además, a mediados de noviembre de 1963, Kennedy decidió desinfectar la CIA de los virus patógenos inoculados por los lobbys de presión (cuyo paradigma serían los Rockefeller al participar en los lobbys financiero, industria militar y judío y uno de cuyos miembros, David sería el impulsor de Trilateral Comission” (TC) o Trilateral(1973).

Consciente de las dificultades de tan ardua misión, en un discurso en la Universidad de Columbia el 14 de Noviembre, Kennedy admite que "existen fuertes presiones de grupos de poder de USA para convertir el cargo de Presidente en algo meramente figurativo", pues el 21 de Noviembre de 1963, el presidente firma la orden ejecutiva 11490 , que permite en caso de emergencia disponer al gobierno de medidas excepcionales, incluso para cualquier dictadura y a pesar de todo, fiel a su espíritu rebelde , prosigue con su intento de reconvertir la CIA en un aparato controlable por el poder político y poco antes de partir para Dallas, comentó a sus íntimos asesores: “Tenemos que enfrentarnos a la CIA…” y el mismo día, un emisario secreto iniciaba con Castro las primeras negociaciones para llegar a un acuerdo.

Ello suponía un claro órdago a la CIA paralela verdadera detentora del poder en la sombra y enquistada profundamente en todos los aparatos de poder de los EEUU, por lo que sus dirigentes en la sombra, procedieron a la gestación de una trama endógena que se encargó del Golpe de Mano contra la legalidad democráticas del sistema político estadounidense que culminó con el Magnicidio de Kennedy (Dallas, 1.963).

Pero Obama dejará que el viento del olvido cubra con su manto el vidrioso tema de la persecución de los responsables de haber legitimado la tortura, pues sus asesores le habrían advertido de las previsibles consecuencias que una acción de ese tipo podría suponer para su Presidencia (véase Magnicidio de Dallas), decisión que a pesar de suscitar una clara decepción en la organización defensora de los derechos humanos "Human Rights Watch" (HRW) y serias críticas de AI, sería apoyada por el 60% de los encuestados.

La labor torpedeadora de la New-CIA : El presidente estadounidense, Barack Obama, habría aparcado el proyecto del Escudo de Misiles Antibalísticos (NDM), sustituyéndolo por "un nuevo sistema de defensa antimisil móvil" , pero tras esta espectacular declaración, se escondería una jugada maquiavélica que intentaría convertir a Rusia en colaborador necesario en la salvaguarda de la paz y estabilidad mundiales y caso de llegarse a un acuerdo entre ambas partes, con la Ratificación del Nuevo Tratado START, podríamos asistir a la sustitución de la doctrina geopolítica del unilateralismo de Bush por la del Multilateralismo.

En esta dinámica cabría incluir el rocambolesco episodio de la aparición sorpresiva en EEUU de una célula durmiente o embrionaria de espías rusos, fruto de un soplo interesado de la New-CIA para manipular la voluntad de los senadores a la hora de ratificar el nuevo Tratado Sart firmado en abril entre Obama y Putin.

El Pentágono toma el mando de la New-CIA y Obama claudica: Los primeros desencuentros tuvieron lugar a finales del 2009, cuando Obama envió otros 30.000 soldados al frente afgano y a continuación y sin consultar con la escala de mando, dictó la temeraria orden de retirada de tropas de Afganistán a partir de julio de 2011, mientras el Pentágono proseguía con la defensa de un incremento notable de tropas y la implementación de la nueva estrategia contrainsurgente del entonces todavía Comandante de la Fuerza Internacional de la Asistencia a la Seguridad de Afganistán (ISAF), general Stanley McChrystal.

El siguiente paso en la ceremonia del desencuentro Obama-Pentágono tuvo lugar con la fulminante destitución de McChrystal tras haberse sincerado con el periodista de Rolling Stone, Michael Hastings y su sustitución por el general Petraeus, sin duda el general más reputado del ejército estadounidense que sin embargo sería contrario a la “estrategia de salida” de Obama, (cuya fecha de inicio sería julio de 2011) y por el contrario, sería partidario de un notable incremento de fuerzas ( Estados Unidos y la OTAN tienen más de 121 mil efectivos en Afganistán, cifra que se elevará a 150 mil en agosto en el marco de una estrategia para contrarrestar en el 2011 la ofensiva de los talibanes).

Además,Obama se habría visto obligado a dar el visto bueno al Programa Phoenix, (un programa dirigido por Cheney para asesinar a dirigentes de Al-Qaeda, iniciado en 2001 después de los ataques del 11-S y mantenido en secreto ante el Congreso de EE.UU), con el éxito mediático de la muerte de Bin Laden a manos de un comando de élite y designar al director de la CIA, Leon Panetta, como nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos (reemplazando al secretario de Defensa, Robert Gates, quien dejará su puesto el 30 de junio) y a su comandante en jefe de la ISAF en Afganistán, el general David Petraeus, para suceder a Panetta al frente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), reestructura que se produce en un momento crucial para reconducir el enfoque del Gobierno de Obama respecto a la guerra en Afganistán, supeditándolo a los intereses del Pentágono, que baraja la opción de una sensible escalada de la intervención militar de EEUU en Afganistán para el verano del 2011.

El incierto futuro de Karzai: La CIA contaría ya con informes que confirmarían el inicio de la ayuda militar rusa (asesores militares, logística e información de los satélites-espías) a las milicias talibanes de Afganistán en su lucha contra las fuerzas de la ISAF allí desplegadas, con el objetivo de alargar el conflicto y aliado con la falta de liquidez monetaria de los aliados europeos lograr su gradual retirada de Afganistán antes del 2012 dejando en soledad a EEUU.

Convendría recordar que cuando irrumpieron en el tablero afgano los talibán, (milicia ultraintegrista procedente de las madrazas deobandis del norte de Pakistán), el Presidente Karzai dispuso lo necesario para facilitarles el control de las ciudades en las regiones de influencia popalzai, ya que pese a su fanatismo religioso los consideraba como una milicia de hombres virtuosos que buscaban pacificar un país sumido en los desmanes de los numerosos señores de la guerra, por lo que la CIA habría iniciado la búsqueda de un sustituto a Karzai al no gozar ya de su confianza.

Así, mediante una operación de propaganda orquestada por la New-CIA, sería acusado del inicio de conversaciones secretas que tendrían como mediador a su hermano Ahmed Wali para la gestación de un Gobierno de Coalición islamista entre pastunes y talibanes (con el objetivo de conseguir en unas elecciones anticipadas la legitimación democrática en las urnas en el horizonte del 2011 y proceder a la creación de la República Islámica de Afganistán), lo que exigiría la retirada de las tropas de EEUU y la consecuente pérdida de presencia en un país considerado por el alto mando de EEUU "como pieza geoestratégica vital” en el rompecabezas del Oriente Medio.

Para evitar una peligrosa “vietnamización del conflicto”, Obama podría ordenar al Pentágono la retirada progresiva de tropas de Afganistán, decisión que difícilmente será compartida por su vicepresidente Biden ni por el Pentágono y que sin duda será aprovecha por la New-CIA para reorientar la situación mediante métodos expeditivos y lograr que EEUU vuelva a la sendas de la democracias tuteladas por la Compañía, por lo que no sería descartable la gestación de una trama endógena que podría terminar por reeditar el magnicidio de Texas (Kennedy, 1.963).

*Analista español, escribe sobre temas económicos y geopolíticos.

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