Patagonia, la lucha de las mujeres en Aysén

Rivera Westerberg.*

Cinco días mantuvieron 13 dueñas de casa una huelga de hambre en la ciudad de Coyhaique, la mediación del obispo Luis Infanti convenció a la intendenta de la provincia de la necesidad de dialogar con ls huelguistas, que reclamaban de esa manera ante la indiferencia de las autoridades políticas, que habían puesto fin a los planes de trabajo implementados por el gobierno.

La creación de un millón de empleos era la promesa formal del presidente Piñera; en el lejano sur, en Aysén, la disposición presidencial —como por arte de birlibirloque— se conviertió en un anuncio: el cierre de los planes de trabajo para los habitantes que viven en condiciones precarias en una región famosa por las duras condiciones climáticas y el aislamiento.

Siempre según la Radio de la Universidad de CVhile, "Máxima Díaz aseguró que esta acción es parte de una línea de trabajo que coordinarán para solucionar los diversas necesidades que mantiene la región de Aysén: ‘Éste es el confín, nosotros hacemos patria y soberanía en cuanto a que se paga la luz y el agua más cara de Chile, todo es mucho más caro. Esta es una ciudad de empleados publicos, de regimientos, carabineros y todos los uniformados habidos y por haber, no es como el centro del país. Acá tiene que hacer algo y abrirse las puertas de la región’”.

Los estallidos sociales en las regiones patagónicas chilenas de Aysén y Magallanes, más los no solucionados conflictos con las culturas indígenas y las áreas periféricas de las ciudades —para no mencionar asuntos como la inseguridad laboral en las empresas constructoras y el desastre de la educación pública y la atención de salud, motivan a pensar cuan necesarias son para los sectores vulnerables, por ejemplo a través de redes de radios comunitarias,  medios de comunicación independientes y programados con participación de la ciudadanía.

* Fuentes:
http://laotravoz.wordpress.com
http://radio.uchile.cl