Reino Unido: remedio por boca evita embarazo adolescente
La tasa de embarazo adolescente del Reino Unido es la mayor de Europa; en 2002 se contaron casi 40.000 muchachas que padecieron las consecuencias de lo que antes solía denominarse «un mal paso» -y su número podría ser el doble. La prevención del embarazo en niñas de alrededor de 16 años cuesta al erario del RU unos sesenta millones de libras anuales.
Las campañas educativas, tanto las que que promueven abstinencia como aquellas que apelan al «sexo responsable» -uso de condón y pastillas anticonceptivas- no han dado resultados convincentes.
La última moda, el recurso final para evitar que las escolares conciban va mucho más allá de lo que pudiera pensarse. Se trata de alentar a los estudiantes a practicar dos viejísimas fuentes de placer: cuninlingüis y felatio.
Un estudio reveló -porque hay que ser prácticos- que las y los menores de 16 años a los que se les aconsejó -y enseñó- formas alternativas a la cópula desarrollaron menor interés por los encuentros genitales.
Un curso de educación sexual del departamento de Salud juvenil de la Universidad de Exeter entrena a los profesores para una mejor aproximación al tema de impedir que sus alumnos lleguen a la relación genital completa.
Se reveló posteriormente que un estudio gubernamental parece comprobar que los adolescentes con los que se experimentó el nuevo método -las relaciones bucogenitales-, especialmente las muchachas, responden de manera «más madura» a los estímulos sexuales.
El estudio realizado por la National Foundation for Educational Research (Fundación nacional de investigación educativa) indica que estos chicos y chicas son menos activos sexualmente que sus pares que continuaron con la educación sexual tradicional.
La última novedad es una variante del nuevo método, Una Pausa se llama, que ensayada en 104 colegios de Inglaterra y Gales logró disminuir hasta en un 20 por ciento el número de relaciones sexuales entre alumnas y alumnos de 16 años.
En 2003 en el Festival Internacional de Cine Experimental de Buenos Aires se exhibió un largometraje del cineasta estadounidense Larry Clark, Ken Park, en el que entre otras aventuras puede verse una no demasiado breve secuencia en la que un muchacho y la madre de su novia practican un cuninlinguis a toda pantalla. Si de enseñar artes amatorias se trata tal vez los expertos de Exeter debieran considerarla.
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Fuente:
http://observer.guardian.co.uk.