Sindicalismo en Chile. – PC Y PS INTENTAN ROMPER ORGANIZACIÓN DE TRABAJADORES

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Rubén Villanueva enciende un cigarrillo sin filtro y en el fondo de sus palabras vibran innumerables luchadores revolucionarios caídos durante la dictadura pinochetista. Los años han pasado, pero su mirada cobriza no se desorienta, parece no tener precio, continúa empeñada en la lucha contra la explotación y por la felicidad de la clase mayoritaria. Es en la actualidad sirigente nacional y tesorero de
la CEPCH (Confederación de Trabajadores de la Empresa Privada de Chile), agrupación que constela a 65 sindicatos a lo largo de todo el país: trabajadores universitarios, guardias privados, obreros del
aseo, muchos empleados del sector servicios y subcontratistas. Hoy la Confederación cuentan con 6.000 mil asociados –y sigue creciendo.

–¿Qué incidente puntual enfrenta la CEPCH en estos momentos?

–Hace una semana murieron dos trabajadores de un sindicato de la
empresa de limpieza SLIMP, perteneciente a nuestra Confederación. Hoy
estamos realizando al respecto una serie de acciones legales, y de
otro tipo, exigiendo con más fuerza que antes la supervisión de las
condiciones de seguridad laboral en las cuales se desempeñaban estos
jóvenes trabajadores, que cayeron desde un octavo piso mientras
limpiaban las ventanas de un banco, producto del mal estado de
andamios con más de 25 años de uso.

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«Pese a insistentes reclamos sindicales, nunca fueron fiscalizadas las condiciones de seguridad, ni
por la empresa mandante, ni por la subcontratista, ni por la
Inspección del Trabajo.

«Hace unos días, el Directorio de la CEPCH sostuvo una reunión con la directora del Trabajo, Patricia Silva, donde le representamos la demanda urgente de fiscalizar las
condiciones de trabajo del conjunto de empresas que laboran en el área
del aseo. La autoridad se comprometió a fiscalizar».

–¿Los problemas de fiscalización son muy corrientes?

–Cuando alguno de los sindicatos de la CEPCH pide intervenciones a la
Inspección del Trabajo, hemos debido enfrentar numerosas dificultades
para que los organismos estatales pertinentes hagan la tarea para la
que fueron creados. Estos problemas de incumplimientos normativos no
sólo afectan a los sectores del trabajo más precarizado, como el
subcontratismo, sino también a las empresas asociadas a universidades,
Administradoras de Fondos de Pensiones, etc.

«Lo cierto es que advertimos que no existe una voluntad política por parte de la
Inspección de cumplir sus funciones, salvo en situaciones muy
puntuales».

La crisis de la CEPCH

–¿Cuál es el contexto de la crisis que hoy enfrenta la Confederación?

–El 2007, por Estatutos, correspondía realizar el Congreso de la
organización. Sus objetivos permanecen ligados a elaborar una política
de la Confederación desde y hacia los trabajadores en relación a los
empresarios y al gobierno. Además, en el marco del Congreso, se eligen
a los dirigentes del Directorio Nacional de la CEPCH para los próximos
dos años.

«El Congreso también buscaba efectuar una reforma estatutaria
porque la legislación interna de la organización es muy antigua y ha
sido reformada por partes solamente. Sin embargo, los Estatutos, en
general, ya no responden a las necesidades de la Confederación. Por
eso se estaba promoviendo una reforma integral que permitiera un mayor
dinamismo y agilidad en el funcionamiento de la CEPCH de acuerdo a las
demandas del actual período».

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–¿Cuándo comenzaron los problemas?

–Tanto frente a la reforma de Estatutos, como para la elección del
nuevo Directorio, se solicitaron ministros de fe. Al interior de la
CEPCH, junto a un complejo de organizaciones, existían dos entidades:
la Federación de Trabajadores del Área Metropolitana y una Federación
de Trabajadores de Rancagua, controladas fundamentalmente por el
Partido Comunista. Durante el presente proceso y en particular, en
relación a los requisitos para participar, es primordial
reglamentariamente contar con las cuotas sociales al día y las
certificaciones provenientes de la Inspección del Trabajo para saber
el número de socios que tiene cada sindicato y federación, con el
objetivo de saber cuáles y cuántos son los dirigentes que tienen
derecho a voz y voto en el Congreso y la elección.

«Sin embargo, las dos federaciones antes mencionadas no cumplieron con estos requisitos:
ni con las certificaciones, ni con las cuotas sociales requeridas. Con
respecto a las cuotas, ellos pretendieron cancelarlas a través de dos
cheques que sumaban 5 millones quinientos mil pesos, pero que estaban
sin fondos. Dentro del reglamento, cuando el pago de las cuotas
sociales se realiza mediante cheques, únicamente se validan en el
momento de liberarse concretamente los dineros.

«Junto con estas dos federaciones, otras 15 organizaciones incumplieron los requisitos, las
que, en total, suman alrededor de un 10% de la CEPCH. Este fue el
marco donde se sucedieron un conjunto de graves acontecimientos. El
primer día del Congreso, cuando debía realizarse la reforma
estatutaria, la votación sobre el tema comenzó a las 9 de la mañana en
la sede de la Confederación (Valentín Letelier 18, en el corazón
cívico de Santiago).

«A las 11:00 horas, cerca de 90 miembros de las dos federaciones impedidas de participar, demandaron poder votar. En el momento, la ministra de fe les señaló que no estaban facultados
legalmente para hacerlo. No obstante, continuaron insistiendo al punto
de llegar a la agresión física, coronando su accionar rompiendo las
urnas y los votos. Estos incidentes están refrendados por el propio
informe de la Ministra de Fe de la Inspección del Trabajo.

«Ante esta situación, los dirigentes de la Confederación decidimos continuar con
el Congreso, esta vez, en Punta de Tralca, a las afueras de Santiago,
como estaba acordado con antelación. Uno de los primeros acuerdos del
Congreso, fue la expulsión de las dos federaciones que intervinieron
con las peores maniobras en el proceso congresal.

«Posteriormente, de la Inspección del Trabajo se nos comunicó que no enviarían a ningún
Ministro de Fe a las elecciones del Directorio Nacional, por no contar
con garantías. Allí, los congresistas convinieron realizar las
elecciones en San Antonio, mediante una notaría, y finalmente se
realizó el procedimiento democrático. En San Antonio, la mayoría de
las organizaciones afiliadas a la CEPCH pudieron votar adecuadamente
y se eligió el nuevo Directorio»-

–¿Y en qué terminaron los incidentes?

–Posteriormente, nos enteramos que las federaciones que pretendieron
romper el proceso de Congreso de la Confederación, habían realizado
sus propias elecciones en la sede de la Central Unitaria de
Trabajadores, donde constituyeron una directiva paralela. Al
respecto, cuando representamos nuestros reclamos ante la Inspección
del Trabajo, se nos señaló que dentro del marco de la llamada
«libertad sindical», ella no podía determinar cuál era la elección
válida. Por lo tanto, la Inspección se vio obligada a entregar
certificados a ambos directorios. Entonces, se aparece con una
duplicidad de cargos en el directorio de la CEPCH.

«Frente a esta situación, nosotros colocamos una demanda en el Tribunal Calificador
de Elecciones, la cual se encuentra en curso y se funda en los
estatutos de la organización, y, por tanto, los dirigentes
legítimamente elegidos son los autorizados en San Antonio.

«Este incidente ha provocado que la CEPCH hoy tenga dificultades con cuentas
bancarias donde los asociados depositan sus cuotas sociales. Además,
la minoría agrupada en dos federaciones, rompió las chapas, los
candados del local de la Confederación e intentó apropiarse de esa
sede. Las acciones cometidas por los dirigentes de estas dos
federaciones bordean la ilegalidad.

«Frente a los sucesos relatados, la CEPCH sigue tres vías de demandas: una ante el Tribunal
Calificador de Elecciones; otra por prácticas anti sindicales; y una demanda criminal. Estimamos que el conjunto de procedimientos legales se extenderá por 4 o 5 meses antes de arrojar resultados».

Situación contradictoria frente a la CUT

–¿Qué perspectiva tiene la Confederación respecto de la Central Unitaria de Trabajadores?

–La Confederación tiene una mirada bastante crítica desde los
trabajadores en su conjunto. Pese a que la CEPCH permanece afiliada a
la CUT, tanto en las bases como en nuestros dirigentes, existe una
enorme disconformidad con las conductas que ha sostenido la dirigencia
de la CUT en la ‘defensa’ de los trabajadores chilenos. Hoy la CEPCH
está en una situación contradictoria frente a la CUT.

«Reconociendo a la Central Unitaria, hasta el momento, como la organización matriz de
los trabajadores, la Confederación estima que una CUT conducida por
militantes de los partidos Socialista y Comunista, no es más que una
correa de transmisión de las políticas gubernamentales al interior de
los trabajadores organizados. Por ello la CEPCH estos dos últimos años
ha funcionado con una política de independencia tanto del gobierno,
como del empresariado.

«De este modo, la Confederación ha determinado
soberanamente representar de manera independiente los intereses
inmediatos de los trabajadores, y, a su vez, los intereses históricos
de la fuerza laboral de sus asociados».

–¿A qué te refieres con los «intereses históricos» de los trabajadores?

–Los trabajadores sabemos que en la sociedad capitalista el trabajador
nunca va lograr su emancipación en términos salariales, de condiciones
laborales, de sus derechos fundamentales, como la educación, la salud
y la previsión social. En definitiva, la CEPCH se plantea desde un
lugar distinto a las políticas del gobierno en todas las temáticas
enumeradas.

«Las actuales condiciones impuestas por la versión
neoliberal del capitalismo no pueden resolverse a través de las
negociaciones que encabeza el presidente de la CUT, Arturo Martínez,
con el gobierno y el empresariado. Nosotros creemos que es preciso
privilegiar la lucha directa de los trabajadores por la conquista de
sus intereses.

«Ese es el horizonte actual que autónomamente ha
resuelto el conjunto de la CEPCH. Nosotros no caeremos en el juego de
criticar permanentemente a la CUT, sino que, simplemente, vamos a
levantar una política alternativa junto a los trabajadores y frente a
la CUT».

–¿Qué piensas de la participación de los partidos políticos en el mundo sindical?

–Nosotros jamás nos hemos planteado como una Confederación apolítica,
sino que, por el contrario, creemos que los partidos políticos deben
ponerse al servicio de los intereses de los trabajadores. Los partidos
políticos deben colaborar con la organización de los trabajadores.

–¿Cuál es tu opinión respecto de la firma del último acuerdo de
reajuste salarial de la mesa del sector público entre el presidente de
la CUT, Arturo Martínez, y el gobierno, sin la anuencia de la
agrupación gremial más importante de los trabajadores estatales como
es la Asociación Nacional de Empleados Públicos (de cuyas filas, hace
varias décadas surgió el mítico líder sindical chileno, Clotario Blest)?

–La evalúo enormemente negativa. Considero que fue una traición
abierta a los trabajadores del sector público, a pesar de lo que dice
el órgano oficial de la burguesía, el periódico El Mercurio, en
relación a que los empleados estatales han tenido un reajuste salarial
superior al promedio nacional. Para todos es sabido que
el promedio de los salarios de los trabajadores para nada es un
indicador positivo sobre las condiciones salariales y laborales de la
fuerza de trabajo chilena.

«No me cabe duda, que el reajuste salarial
se caerá estrepitosamente ante las alzas en el costo general de la
vida de los chilenos. Arturo Martínez pasó desenfadadamente por encima
de los dirigentes genuinos de los empleados públicos, sirviendo, en
consecuencia, a las políticas laborales digitadas por el gobierno».
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Trabajadores por el socialismo

–¿Cómo observas el nacimiento del Polo de Trabajadores por el Socialismo?

–Me parece una iniciativa extraordinaria, básicamente porque todos los
intentos de la maquinaria gubernamental durante estos últimos 30 años,
han corrido por la vereda de mantener las super ganancias de las
grandes empresas en Chile.

«El socialismo es, evidentemente, el horizonte de todos los trabajadores, y el capitalismo es el modelo
antagónico a los intereses del trabajo. Me parece una iniciativa muy
importante porque, hasta hoy, se ha obviado la discusión al interior
de la propia izquierda en los marcos de un reformismo que no termina
nunca y un planteamiento en que los trabajadores comiencen a cobrar
una voz cada vez más potente.

«Nuestro horizonte siempre debe ser el establecimiento de un gobierno de trabajadores y el mundo popular».

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* En De la Memoria al Poder
Polo de Trabajadores por el Socialismo

piquetedehuelga@yahoo.es.

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