SOLDADOS DE LA PAZ, TROPAS DEL ABUSO

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

No se trata de una historia inédita; ya había estallado el escándalo –de cierta magnitud– por lo mismo en Congo, donde estuvieron envueltos preadolescentes de ambos sexos; en Kosovo, cuando la OTAN y EEUU pretendieron demoler Serbia; y en Kosovo las acusaciones fueron más allá: involucraron a funcionarios civiles en el tráfico de mujeres para la prostitución.

Las acusaciones son particularmente delicadas toda vez que las fuerzas de paz de la ONU –compuestas por tropas de distintos países– cumplen casi una veintena de misiones en todo el mundo. Con el objetivo de no dañar la imagen de estas misiones, los «cascos azules» a los que se imputan esa aberrante conducta son sencillamente dados de baja y discretamente devueltos a sus países de origen. Sus nombres, grado, nacionalidad y delito quedan archivados en una estantería entre las existentes en los vericuetos de la burocracia internacional.

Muchos analistas temen que los esfuerzos que realiza el gobierno de Estados Unidos para sustraer a sus tropas y otro personal que cumple misiones en ultramar de la jurisdicción de la Corte Internacional –en el supuesto que lleguen a delinquir– contribuye eficazmente a la impunidad de este tipo de acciones.

La información de las tropelías en Haití fue revelada por la BBC, que recogió el testimonio de una niña haitiana –de once años– que aseguró haber sido abusada sexualmente por un integrante de las fuerzas de paz. Pese a contar con los resultados de pericias médicas, los dichos de la niña fueron en su oportunidad desestimados por la oficialidad y el aparato jurídico de la ONU en Haití. El estupro habría tenido lugar en las inmediaciones del palacio presidencial en Puerto Príncipe.

Hace dos años, esa vez una muchacha de 14, sostuvo que fue violada en una base de la ONU en ese país. El 15 de noviembre de 2006, en Liberia, África, otras adolescente, de 15 años, afirmò que en los cuaryeles d las y tropas de paz fue obligada a tener sexo con un oficial de los cascos azules. En Liberia se logró comprobar una suerte de comercio negro de alimentos destinados a los refugiados de guerra por parte de la soldadesca.

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