Un estudio del Ministerio de Salud prevé que, ante un año seco –se anuncia poca lluvia para 2009–, el aumento del parque automotor, el uso de combustibles no aptos para calefacción y otros factores, aumentará en otoño e invierno el índice de mortalidad en la capital debido a la contaminación ambiental.
Los principales perjudicados serán niños y ancianos.
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