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En medio de las persistentes denuncias de un posible fraude por parte del gobernante ARENA, cerca de 90 delegados de la Unión Europea, 80 de la Organización de Estados Americanos y 43 de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) llegaron a San Salvador como observadores a los comicios salvadoreños. Este domingo, El Salvador podría culminar con dos décadas de un Gobierno de los más conservadores de América Latina.Las elecciones presidenciales de El Salvador del venidero domingo representan un momento histórico para ese país centroamericano, porque por primera vez, con casi certeza, una antigua guerrilla, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) está al borde de acceder por la vía eleccionaria a la posición del Gobierno..
Se disputan la presidencia del país centroamericano dos candidatos, el periodista progresista Mauricio Funes, candidato del FMLN, y el conservador Rodrigo Ávila, de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), este último en el poder durante los últimos 20 años. Se enfrentandos enemigos históricos.
Mientras Arena es acusado, entre otras cosas de haber asesinado a Monseñor Óscar Arnulfo Romero, ex arzobispo de El Salvador; el FMLN conformó una guerrilla que llegó incluso a controlar los barrios de la periferia salvadoreña, en una guerra que no ganó simplemente por el apoyo millonario, en dólares, que suministraban administraciones estadounidenses, a los gobiernos locales de la época.
Tal como en otros países latinoamericanos, la derecha intente asustar a los electores con el fantasma del miedo.
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