La tímida memoria de algunos gobernantes latinoamericanos. Reacciones al golpe en Honduras

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Patricia Parga-Vega*

Con el correr de las horas las reacciones de los movimientos sociales no se dejaron esperar, todos –sin excepción– condenaron el golpe militar contra el presidente constitucional José Manuel Zelaya. Entre los primeros mandatarios latinoamericanos que reaccionaron a viva voz con una condena unánime, estuvo el presidente Hugo Chávez, quién incluso estaba dispuesto al envío de tropas para “restituir” al presidente democráticamente electo por los hondureños. Han pasado cuatro días.

También alzósuvoz solidaria el presidente de Bolivia, Evo Morales. Y en el mismo sentido se expresaron los demás presidentes de los países del ALBA (Alernativa Bolivariana para nuestra América) y de América del Central y del Sur.

Sin embargo, fuera de todo pronóstico ontológico, el gobierno chileno utilizó un eufemismo para condenar “enérgicamente el intento de golpe de Estado en Honduras”, según un comunicado de la cancillería del país del sur y firmado por su presidente Michelle Bachelet.

¿Quién podría comprender que la hija de uno de los generales que resistieron el quiebre democrático orquestado por Pinochet, pusiera en duda las evidencias de un golpe militar, cuando el presidente Zelaya fue sacado por la noche desde su hogar por efectivos militares para ser expatriado a bordo de un avión…?

Pero el caso de Chile es menos grave que el de México, cuyo presidente Felipe Calderón, permaneció mudo durante las primeras horas clave del golpe en Honduras, sin atinar a emitir ni siquiera una leve declaración de protesta por lo ocurrido.

Y como dice el adagio: el que calla otorga, o al menos esa fue la impresión que Calderón dio al mundo entero. Nada disparatado, porque todo el mundo sabe que Calderón, junto con Álvaro Uribe, fueron los inspectores de George W. Bush para cuidar el patio trasero. Por lo mismo no era ilógico suponer que no sólo apoyarían sino que celebrarían en privado el ataque a la democracia hondureña.

Recién tras la condena estadounidense, Calderón se atrevió a pronunciarse repudiando el golpe de Estado. La condena al golpe militar ha sido unánime, uniendo a gobiernos tan dispares como el de EEUU y Venezuela. El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha anunciado que suspende todos los programas de crédito a Honduras y que trabaja con la OEA en una solución a la crisis.

La Unión Europea ha retirado sus embajadores y se espera el resultado del ultimátum de 72 horas dado por la OEA.

* Periodista.
Investig’Action
(www.michelcollon.info) Bélgica.

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