Titi Gana: Telas y papeles

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Lagos Nilsson

Hasta el 21 de noviembre estará abierta la exposición de trabajos de Andrés Gana en la Galería- Taller de Rokha, en  Santiago de Chile, una muestra que entrevera el rigor del artista con el juego sobre lo cotidiano y enseña que la complicidad entre quien hace y quien mira y juzga es inescindible del goce estético. Gana es, sin duda, uno de los maestros pintores que mejor expresa el tiempo y el ritmo de su país.

Poco, si algo, de su obra contemporánea permite suponer años duros de perfeccionamiento y trabajo en París. Titi Gana –muy pocos lo llaman por su nombre– tiene clavada la pupila en lo que merodea detrás de cada escenario del acontecer; busca, y encuentra, con acerado buen humor lo esencial-popular del chileno. Eso que la conversión del país en una pretendida California surera ha comenzado a olvidar.

Tal la razón, sin duda, por la que vive y tiene su taller en el Santiago viejo, entre esas casas que se defienden de las torres y los árboles que resisten el tráfico vehicular, barrio donde era posible comprar el vino de la cena a hora tardía –antes de que al alcalde Zalaquett-Torquemada se le ocurriera que no y mandara a cerrar a las 10.
(Es de esperar que el moralista jefe del gobierno comunal protagonice alguna tela –o papel– del pintor).

En alguna corriente del expresionismo puede situarse la pintura de Gana. No eso lo importante. Mirarla es como asomarse a una ventana llena de luz ante la que transcurre la vida social real del país y pasan o hacen señas criaturas también de la vida real. Mirarla es lo importante. Poner nombre a las situaciones y personajes. Y, sobre todo, reconocer en ellas episodios y fragmentos de la vida propia. Un arte que ayuda a serse.

Es bueno que una galería se apiade del público y deje de lado la solemnidad (algo tonta y torpe, convengamos) de los desvaídos "vernissages" para hacer de sus muros y luces testigos del devenir –no menos profundo porque carezca de pretensiones de aparecer intelectualoide– contemporáneo. Al fin y al cabo eso buscó el grande, enorme viejo que fue Pablo de Rokha.

Galería-Taller de Rokha, Holanda 885 – Providencia.

En la Galería de este portal, aquí, pueden encontrarse algunos trabajos de Andrés Gana.

 

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