El avance de sofisticadas técnicas genómicas y de cultivo de tejidos empiezan a ser aplicadas en la industria de la moda: las empresas VML, The Organoid Company y Lab-Grown Leather se unieron para desarrollar cuero de Tyrannosaurus rex.
Un ambicioso proyecto de bioingeniería busca crear cuero a partir del ADN del Tyrannosaurus rex, utilizando proteínas conservadas en un fósil hallado en 1988.

A través de técnicas avanzadas de ingeniería genética y cultivo celular, científicos de ambas empresas desarrollan un material sostenible, biodegradable y libre de crueldad animal. El cuero prehistórico, inspirado en la biología del T. Rex, podría revolucionar la industria de la moda y expandirse a sectores como el automotriz. Se espera que los primeros productos lleguen al mercado este mismo año, marcando un hito en la fusión entre ciencia, diseño y sostenibilidad.
El objetivo declarado de esta investigación va más allá de una rareza tecnológica. Según los impulsores del proyecto, el modelo tradicional de producción de cuero requiere enormes cantidades de agua, genera residuos difíciles de tratar y suele estar vinculado con la deforestación y el uso de productos químicos tóxicos. El curtido con cromo, por ejemplo, puede liberar sustancias dañinas para el ambiente y la salud.
En cambio, el cuero desarrollado en laboratorio promete ser completamente biodegradable, trazable y libre de sufrimiento animal. Su producción en ambientes controlados también evitaría la liberación de contaminantes y permitiría un diseño más eficiente, con menor desperdicio. Estas características lo posicionan como una alternativa viable para sectores que buscan materiales duraderos pero comprometidos con la sustentabilidad.
Thomas Mitchell, director ejecutivo de The Organoid Company, explicó que, a pesar de que no se cuenta con el “ADN del ‘T. rex’”, se tienen “fragmentos de aminoácidos fosilizados”. Estas sustancias químicas preservadas contienen las proteínas que formaron la piel del animal. Los científicos planean utilizar un sistema de inteligencia artificial que les permitirá reconstruir una réplica del colágeno del dinosaurio. Después lo convertirán en una secuencia de ADN, la cual se modificará para ser incorporada a células de cuero cultivadas en un laboratorio, creando así el cuero del ‘T. rex’ con los que se fabricarán accesorios de lujo como carteras.
La iniciativa parte de un hallazgo realizado en 1988 en Montana, Estados Unidos. Durante una excavación, paleontólogos descubrieron restos fosilizados de un ejemplar de Tyrannosaurus rex en estado de conservación inusual. Entre los tejidos endurecidos, un equipo logró extraer un fragmento de colágeno, proteína clave en la formación de la piel.
A partir de ese material, los especialistas trabajan en una reconstrucción de la secuencia completa de colágeno del dinosaurio. Utilizan ingeniería genética para sintetizar las partes faltantes y comparan la estructura resultante con la de sus descendientes más cercanos: las aves actuales. Una vez validadas las similitudes, incorporan esa secuencia en líneas celulares cultivadas que permiten formar una densa malla de tejido.
El resultado final reproduce las características estructurales del cuero, pero sin recurrir a ningún animal vivo.
El proyecto se encuentra en fase de prueba, aunque ya proyecta sus primeras aplicaciones comerciales. Los desarrolladores planean lanzar una línea de accesorios de lujo en 2025. El producto inicial funcionaría como vitrina para demostrar el potencial del material, que podría extenderse a otros rubros, como el diseño de interiores o la industria automotriz.
Si bien el cuero de dinosaurio no implica la resurrección de especies extintas, su desarrollo plantea un giro conceptual sobre cómo se conciben los materiales. En lugar de depender de recursos naturales escasos o prácticas cuestionables, la moda del futuro podría valerse de herramientas científicas para crear objetos únicos, con historias sorprendentes detrás.
La propuesta mezcla pasado remoto y tecnología de vanguardia. Si llega al mercado, abrirá una puerta inesperada: la posibilidad de llevar en la muñeca, en una billetera o en el interior de un auto, una pieza inspirada en uno de los depredadores más temidos de la prehistoria.
* Periodista económico, asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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