Desde Chile: 1º de Mayo Libertario

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Lentamente, con el pasar de los años, el sentido de esta fecha fue cambiando drásticamente –gracias a la cultura individualista y consumista del capital y a la traición del sindicalismo amarillo– de un día de lucha a un día de sumisión y limosneo por aquellas reivindicaciones económicas laborales, que dejan caer desde su mesa, como migajas, los dueños de los medios de producción.

Todos estos temas aún tienen plena vigencia, muchas personas deben trabajar hasta 15 horas diarias. Con la famosa y siniestra flexibilidad laboral abundan, cada vez más, la subcontratación del personal, los turnos partidos, las prácticas antisindicales, el trabajo sin contrato o la discriminación contra las mujeres trabajadoras.

Hoy se habla de la integración de Chile a la globalización económica, la cual se expresa a través de los Tratados de Libre Comercio, los que sólo vienen a precarizar las condiciones laborales, medio ambientales, previsionales y en definitiva nuestras condiciones de vida.

A consecuencia de este proceso de dominación capitalista, vemos que se encarecen y privatizan nuestras necesidades básicas como la educación, cada vez más costosa, excluyente y destinada a formar mano de obra calificada y barata. Del mismo modo, la privatización del sistema de salud nos impide una atención óptima, al alcance de nuestro bolsillo y la problemática de la vivienda, donde se entregan “soluciones” habitacionales de un alto costo y muy baja calidad.

Todo esto no es más que la punta del iceberg de las desigualdades en Chile, ya que, según estudios recientes del Banco Interamericano del Desarrollo y de Naciones Unidas, la distribución de la riqueza ha empeorado, brutalmente, en los últimos 15 años, mientras en 1990, el cinco por ciento más rico de los chilenos ganaba 120 veces más que el cinco por ciento más pobre, en 2000, esta diferencia casi se duplicó: el 5 por ciento más rico gana 220 veces más que el cinco por ciento más pobre.

Por otro lado, debemos mencionar que, en promedio, los trabajadores y trabajadoras poseemos deudas cuyos montos superan hasta ocho veces nuestros sueldos, lo que hace que debamos trabajar cada vez más, para pagar lo que debemos y los intereses de las casas comerciales o las entidades financieras.

Frente a esto, como coordinadora 1º de Mayo libertario 2005, creemos que es necesario romper el individualismo y la apatía, propios de este sistema, creando y fortaleciendo la organización de los explotados y explotadas; oprimidos y oprimidas; marginados y marginadas de siempre. Creemos que, como clase trabajadora, debemos tomar el toro por las astas y no dejar que nadie decida por nosotros y nosotras, organizándonos para exigir los cambios que consideremos necesarios, rechazando las migajas y sueldos mínimos miserables, que no nos alcanzan para vivir dignamente.

Desde aquí, hacemos un llamado a despertar la conciencia, adormecida y alienada, por el bombardeo de los medios de comunicación del sistema, los “malls”, los McDonals, la tele y las drogas.

Un llamado a creer en nosotros y nosotras mismas, así como también en nuestros vecinos y vecinas, compañeros y compañeras de curso o de trabajo, es decir, un llamado a fortalecer la colectividad, libremente organizada, Un llamado a recobrar la cultura colectiva y popular, a ser protagonistas de nuestras vidas, cambiando nuestras tristes realidades, por aquel mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones.

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