Netanyahu trata de silenciar el genocidio con censura y el asesinato de más de 200 periodistas

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El asesinato intencionado de seis periodistas palestinos el pasado domingo 10 de agosto ha despertado una ola de condenas de organizaciones que luchan por la libertad de prensa. Las ejecuciones se producen semanas antes de que el ejército de Israel inicie la intervención militar total en la Franja de Gaza. La Oficina de la ONU cifra en un mínimo de 242 a los periodistas palestinos abatidos desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023.

Anas Al Sharif tenía 28 años y reportaba desde Gaza para Al Jazeera.
Anas Al Sharif

El pasado domingo 10 de agosto Anas Al Sharif, de la cadena catarí Al Jazeera, fue asesinado a los 28 años, junto a cinco de sus compañeros de profesión. Sus nombres eran Mohammed Qreiqeh, los fotógrafos Ibrahim Zaher, y Moamen Aliwa, el fotoperiodista asistente y conductor Mohammed Noufal y Mohamed Al Khalidi.

Todos trabajaban como camarógrafos, asistentes o reporteros para el medio catarí Al Jazeera, a excepción de Al Khalidi, que lo hacía para el medio palestino Sahat. Fueron atacados por un dron israelí mientras trabajaban en la tienda de campaña que habían levantado frente al Hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza.

Poco antes de morir, Anas al Sharif informó de los bombardeos en su red social y dijo que «si esta locura no para, Gaza quedará reducida a cenizas».

«Israel debe respetar y proteger a todos los civiles, incluidos los periodistas”, recalcó la Oficina del Alto Comisionado en una publicación en redes sociales, y solicitó el acceso inmediato, seguro y sin trabas de todos los profesionales de la información a la Franja de Gaza.

Philippe Lazzarini, responsable de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, expresó su horror en una publicación en X y denunció la impunidad con que Israel ha asesinado a cientos de informadores. Lazzarini destacó también que las autoridades israelíes han impedido el acceso a Gaza de los periodistas internacionales para cubrir los acontecimientos de forma independiente. “Los periodistas deben ser protegidos y los medios de comunicación internacionales deben poder entrar en Gaza para apoyar la heroica labor de sus colegas palestinos. Esta es la única manera de contrarrestar la desinformación y evitar dudas sobre la magnitud de las atrocidades que se cometen ahí”, enfatizó.

Poco antes de morir Anas al Sharif informó de los bombardeos en su redes sociales y dijo que «Si esta locura no termina, Gaza quedará reducida a ruinas».

Trabajadores de la ONU evalúan el daño al hospital de maternidad de la Media Luna Roja en Rafah, Gaza, tras un ataque israelí. (Archivo)
Trabajadores de la ONU evalúan el daño al hospital de maternidad de la Media Luna Roja en Rafah, Gaza

Cuando a finales de 2023 Israel ordenó a los palestinos residentes en el norte de la Franja de Gaza moverse hacia el sur, el periodista Anas Al Sharif se negó. «Me quedé para documentar la invasión y las masacres que cometieron allí», explicó más tarde en un reportaje. Tras recibir varias amenazas telefónicas que le exigían marcharse del lugar, tal y como denunció públicamente el periodista, su casa familiar fue bombardeada por las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI).

Su padre, de 90 años, murió en aquel ataque. En los últimos meses, las amenazas a Al Sharif habían vuelto multiplicadas. Tanto era así que el Comité de Protección para los Periodistas (CPJ) alertó a finales de julio de que su vida corría peligro. De nada sirvió.

Imágenes capturadas instantes después del ataque muestran a Al Sharif con el rostro y parte del cuerpo destrozados, así como el cadáver de Qreiqeh. Poco después, otro video muestra a decenas de hombres trasladando en una camilla uno de los cadáveres amortajados (presumiblemente el de Al Sharif) entre cánticos de «Alá es grande».

 

* Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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