Se debe al impacto del calentamiento global y la minería. Koen Verbist, especialista en glaciares de la Unesco, alertó que la situación está virando “de grave a catastrófica”.
Pese a la mirada negacionista sobre el cambio climático del gobierno libertario de Javier Milei, la evidencia sobre su impacto es cada vez mayor en Argentina. Un informe reflejó que en los últimos 30 años -con aceleración en la última década- los glaciares andinos, que actualmente ocupan 5.800 kilómetros cuadrados, perdieron el 42% de su superficie a causa del calentamiento global y la actividad minera. El dato se desprende del Inventario Nacional de Glaciares, presentado este viernes en el marco del 28° Congreso Nacional del Agua, en Mar del Plata.
“La Ley de Glaciares atenuó en parte esta alarmante situación, aunque los avances de otros sectores económicos y el calentamiento global complicaron las medidas de protección y conservación necesarias”, señaló Zalazar.
Reservas de agua dulce
Los glaciares, distribuidos a lo largo de 3.500 kilómetros en la cordillera de los Andes y en 12 provincias que contienen 39 cuencas hídricas, constituyen la reserva de agua dulce más importante de la Argentina, y el recurso que permite desarrollar múltiples actividades económicas como la agricultura y el turismo.
Especialistas alertaron sobre su situación en el XXVIII Congreso Nacional del Agua (CONAGUA), organizado por el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, junto al Consejo Federal de Inversiones, la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Centro Interdisciplinario de Investigaciones Aplicadas al Agua y el Ambiente (CIIAAA) como socios institucionales.
Koen Verbist, referente de glaciares en la Unesco, recordó que este 2025 fue declarado Año Internacional de la Conservación de los Glaciares a raíz de que la situación está virando “de estado grave a catastrófico”.
“El 70% del agua dulce de todo el planeta está en los glaciares y por ese motivo, la Unesco decidió impulsar el Decenio de Acción para las Ciencias Criosféricas entre 2025 y 2034”, dijo. Por eso se impulsaron acciones para preservar y concientizar. “Argentina fue el primer país en tener una Ley de Glaciares que lo protege, y un modelo de control que hay que imitar”, remarcó Verbist.
Extinción de glaciares, en curso
Rodolfo Iturraspe, especialista en tema Glaciares de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego e ingeniero en Recursos Hídricos, habló sobre los glaciares en todo el continente y expresó que “es importante el monitoreo y cuidado de estas superficies, porque los glaciares tropicales ubicados en México, Perú, Ecuador y Bolivia han perdido casi el 60% de su superficie desde 1962 hasta 2021”.
“En México están a punto de su desaparición, ya que sólo ocupan 0,5 kilómetros cuadrados, Perú perdió 387 glaciares y en Bolivia, desapareció el único que existía”, advirtió el especialista.
Iturraspe alertó que en la Argentina “este proceso de extinción de los glaciares ya está en marcha”, y como ejemplo citó el caso del Ventisquero Negro de Cerro Tronador, que dio lugar a la aparición de un nuevo lago entre 1990 y 2021.

Por su parte Leandro Gómez, coordinador de la Fundación de Ambiente y Recursos Naturales, indicó que “la problemática de la pérdida de superficie en los glaciares se relaciona directamente con el calentamiento global y la actividad minera”.
Añadió que “si bien la actividad minera está prohibida, en los últimos años se registra un avance de ese sector para comenzar a explorar en zonas de glaciares”, a lo que se suma “un negacionismo del calentamiento global que afecta la situación”.
“La mirada economicista identifica como un obstáculo la defensa del Medio Ambiente, a lo que se suman las amenazas de reformar la Ley de Glaciares a través de un decreto para fomentar la actividad minera”, alertó el coordinador de FARN.
La mirada argentina en la COP
La 16° Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica de la ONU (COP16) se llevó a cabo en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1° de noviembre. El eje estuvo en analizar los avances hacia los objetivos del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (MMB), adoptado en 2022, y fortalecer los compromisos globales para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad.

La participación argentina –que debía presentar su estrategia nacional de biodiversidad– reflejó la mirada ambiental del gobierno de Javier Milei. “La gestión climática es un tema de mercado y el presidente lo entiende bien”, definió ante la prensa la subsecretaria de Ambiente, Ana Lamas. En su discurso oficial en la COP, expresó: “No podemos aceptar la premisa de que todos los países estamos en iguales condiciones para implementar políticas ambientales. Los países en desarrollo como Argentina enfrentamos desafíos distintos y urgentes en camino al crecimiento económico”.
Desde Colombia María José Lubertino, de la Red de Defensoras del Ambiente y el Buen Vivir de Argentina, declaró a Tiempo: “las organizaciones ecologistas y de la sociedad civil estamos indignadas con la intervención de Argentina y con su presencia en las negociaciones, donde promovió la agroindustria y el manejo insustentable en base a agroquímicos, declarando abiertamente que va a seguir explotando bosques y ofreciéndonos al mundo para el saqueo en materia de minerales críticos, particularmente el litio”.
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