El viernes 22 de agosto culminó la V Cumbre Andino-Amazónica con la Declaración de Bogotá. Esta contiene 13 considerandos y 35 acuerdos repetitivos, insulsos, sin autocriticas y retóricos al máximo, firmada por 3 presidentes: Gustavo Petro de Colombia, Luis Arce Catacora de Bolivia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, más dos vicepresidentas, María José Pinto de Ecuador y Delcy Rodríguez de Venezuela, con embajadores o cancilleres de los otros 4 países del Bioma Andino-Amazónico, aprobaron y firmaron la Declaración de Bogotá:
Unas de cal y otras de arena
En términos tangibles positivos aunque retóricos, el mayor logro habría sido establecer las reglas de juego para que finalmente opere un mecanismo de cogobierno de los pueblos indígenas dentro de la OTCA, que fuera otro de los compromisos asumidos por los Estados el 2023 en Belem do Pará, diciendo que a partir de ahora “habrá un delegado gubernamental y otro indígena por cada país y esperamos que su primera sesión sea lo más pronto posible”, apuntó Ginny Catherine Alba Medina, secretaria de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de la OPIAC, en la clausura del evento.
Este evento fue realizado en la selva de edificios y trancones de tránsito de Bogotá que, viendo el mapa, no tiene mucho de Andino y nada de Amazónico… Además, sigue pendiente integrar a otros sectores de la sociedad civil a la toma de decisiones sobre la Amazonia, incluyendo a los afro descendientes y campesinos. “El pueblo raizal, negro y palenquero ha sido excluido de estos espacios”, comentó Virgelina Chará, delegada de Asociación para la Mujer y el Trabajo. Aunque cabe señalar que en la Declaración mencionan a los PIACO, pero como en la IV Cumbre de 2023, con nada concreto.
En las de arena, “Venezuela, Ecuador y Perú se opusieron explícitamente a la transición por fuera de los combustibles fósiles”, señaló al respecto la coalición Amazonia Libre de Combustibles Fósiles, una alianza de organizaciones indígenas y oenegés internacionales
Invitados preguntones
Invitados por la Agencia de Cooperación internacional de la Presidencia de Colombia, participamos Ricardo Giesecke y el que escribe (ex ministro y viceministro del ambiente en Perú en el Perú 2011) y el 19 de agosto en el conversatorio sobre financiamiento para el desarrollo sostenible de la Amazonia, constatamos que ninguna de las principales fuentes – Banco Mundial, BID, CAF, la Ue y USAID – han concretado lo que prometieron en Belem do Pará en agosto 2023, es decir 200 mil millones de dólares al año. Todo está en trámite, estudios, consultorías y burocracia, mientras se sigue arrasando con la Amazonia, matando árboles, biodiversidad y gentes.
En la tarde del mismo día, participamos en un interesante conversatorio sobre “ríos voladores” que, con brillantes investigaciones, todos dijeron que si continuamos deforestando, nos quedaremos sin agua en toda América del Sur, tal como compartió el panel de expertos integrado por los profesores Germán Poveda Jaromi, Santiago Duque, el geólogo argentino Abel Antonio Arganta, Julio Fiarro Morales, Daniel Hernández Deckers, Emel Vega Rodríguez, los doctores Jaime Barreda y Garda, Arnoldo Carnato Filho de Brasil y Diana Carolina Rueda Dimaté de Colombia. Solo faltaba el científico brasileño Carlos Nobre quien fuera el que bautizó el concepto de “ríos voladores”.
El público presente intentó responder a cuatro preguntas; 1) ¿cuál es el origen y cual el futuro de los “ríos voladores”? 2) ¿cuáles son las consecuencias del cambio climático sobre los “ríos voladores” y los ríos de superficie?
3) ¿qué papel jugaron los “ríos voladores” en la sequía de la Amazonia de los años 2010 y 2024? y
4) ¿cómo influyó la deforestación sobre los “ríos voladores” y los ríos de superficie?
En general no hubo respuestas satisfactorias, aunque los PPT presentados con mapas y cifras fueron excelentes… pero no compartidos aún por el público presente, unos 150 ávidos de respuestas.
Jeffrey Sachs y el informe 2021 del SPA
Se supone que los sabios expositores y un porcentaje del público había leído el Informe de evaluación de la Amazonia 2021 que publicó el Panel Científico por la Amazonia (PSA por su sigla en inglés) que publicó el 2021 y que en la COP 26, fue calificado como la «enciclopedia» de la región amazónica. Este informe histórico no tiene precedentes por su alcance científico y geográfico, la inclusión de científicos indígenas y su transparencia, ya que ha sido sometido a una revisión por pares y a una consulta pública.
¿Habrán leído una parte del informe del PSA 2021 coordinado por Jeffrey Sachs, Carlos Nobre, Emma Torres y Andrea Encalada, en el que sostienen la tesis de los “ríos voladores?” El miércoles 20 de agosto participamos en la mañana en el conservatorio “Delitos ambientales que impactan sobre la Amazonia y sus gentes” en la que no hubo mayores alcances y menos avances desde el 2023. Más bien estos delitos se han incrementado.
En la tarde participamos en una parte del panel sobre “Desarrollo Sostenible en la Amazonia. Al parecer tampoco habían leído el informe del SPA 2021 y menos aún considerado quejas de los PPII, la REPAM y ONGs sobre los peligros del “desarrollo sostenible”, la llamada bioeconomía, bio negocios, REDD, “economía verde”, etc. en los que todo es para la exportación, nada con campesinos e indios preguntones y más extractivismo, que son las propuestas de los 5 “financiadores”, con el aval de la OTCA y las Cancillerías: la plata y los negocios lo deciden todo, con los bosques, el agua y las gentes para después.
Petro, Lula y Lucho
El viernes 22 de agosto llegaron Lula de Brasil, Petro de Colombia y Luis Arce de Bolivia, además de las vicepresidentas de Ecuador y Venezuela. Los otros 6 países de la cuenca amazónica enviaron a sus cancilleres o embajadores para firmar la Declaración de Bogotá que es: todo sin concreción vinculante, apuntando a la COP 30 de Belém do Pará (diciembre 2025), con indios y defensores de la naturaleza que siguen estando de “convidados de piedra”.
El peruano Monseñor Pedro Barreto SJ participó en los conservatorios como enviado del Papa Chiclayano León XIV, en defensa de la cuenca amazónica y sus gentes. El mensaje principal de la iglesia católica está en la “Exhortación apostólica del Papa sobre la Amazonia” que nos dejara el Papa Francisco el 12 de febrero del 2025 antes de fallecer.
La exhortación dice: “me atrevo humildemente, en esta breve Exhortación, a expresar cuatro grandes sueños que la Amazonia me inspira.
1. Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida.
2. Sueño con una Amazonia que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana.
3. Sueño con una Amazonia que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas.
4. Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos».
Autobombo
Con un autobombo que era de esperarse, la declaración de Bogotá comienza “Reafirmando los principios consagrados en el TCA, así como los compromisos asumidos en las reuniones presidenciales y ministeriales previas, en particular los contenidos en la Declaración de Belém adoptada en la IV Reunión de Presidentes de los Estados partes del TCA, en la Declaración de Brasilia adoptada durante la XIV Reunión Ordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores en noviembre de 2023, y en la Declaración de Cali adoptada durante la Reunión Extraordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores celebradas en octubre de 2024, y en la Declaración de Paramaribo, adoptada en la XV Reunión Ordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores, en febrero de 2025”.
Lo que no dicen es que hasta el momento NINGUNO de los 113 acuerdos probados en Belem do Pará ha sido cumplido y más bien Brasil, Colombia y Bolivia borraron con la mano derecha lo que firmaron con la mano izquierda “verde” en agosto del 2023 y casi todos los acuerdos de las otras reuniones mencionadas tampoco han sido logrados en más de dos años.
La canciller (e) colombiana, Rosa Yolanda Villavicencio aseguró el 18 de agosto en la inauguración que “las negociaciones no serán sencillas ya que uno de los puntos más difíciles de abordar, o que incluso podría ausentarse en los acuerdos (como sucedió en la anterior IV Cumbre Amazónica), sería la explotación de petróleo y gas. Mientras que el presidente Petro ha insistido en una transición energética para alejarse de estos combustibles fósiles, el presidente Lula no acepta esta propuesta y Bolivia quiere seguir deforestando para soya y ganadería”.
El Observatorio Regional Amazónico, la creación de la Comisión Especial de Seguridad Pública e Ilícitos Transfronterizos y Transnacionales en la región amazónica, la reactivación de la Comisión Especial de Salud en la Amazonia, así como los trabajos de las redes forestales, del agua y del manejo integral del fuego, dejan mucho que desear, pero han sido ratificados en la Declaración de Bogotá.
Al parecer la OTCA y las cancillerías no se han dado el trabajo de leer el informe “La amazonia que queremos” del 2021, coordinado por Jeffrey Sachs, Carlos Nobre, Emma Torres del PNUD y Andrea Encalada con más de 200 científicos de todo el mundo.
“Los ríos voladores en la Amazonia es uno de los temas que ha venido descubriendo la ciencia desde los temas forestales, hidrogeológicos e hídricos. Cárdenas lo ve como uno de los asuntos importantes a tener en cuenta por expertos y sociedad en general, pues está relacionado con el ciclo del agua. La selva lleva la humedad por medio de estos ríos que corren por las copas de los árboles a la cordillera Andina, regulando la lluvia de países como Ecuador, Perú, Colombia, Venezuela y a otros más alejados como Paraguay, Uruguay y Argentina.
El panel fue una oportunidad para el diálogo entre científicos, representantes gubernamentales y líderes comunitarios. Entre los asistentes estuvieron Carlos Nobre, quien fue secretario nacional de Políticas de Investigación y Desarrollo en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil y actual copresidente del Panel Científico por la Amazonia”.
Asimismo, el Mecanismo Amazónico de los Pueblos Indígenas (MAPI), que es una medida que busca fortalecer el diálogo entre los Estados y los pueblos indígenas para contribuir a la protección de la Amazonia, pero que lamentablemente aún no funciona.
Las metas financieras de US$ 100 mil millones al año no han sido cumplidas y las comunidades y PPII siguen esperando que los consulten y los hagan partícipes de las decisiones. El Banco Mundial, el BID, la CAF, la USAID clausurada por Trump, Canadá y la Unión Europea (Ue), siguen haciendo estudios, documentos de diagnóstico, consultorías, metodologías, etc., mientras que los cambios de deuda por naturaleza y los hipócritas mecanismos REED+, siguen prometiendo millones de dólares y euros que no llegan a las comunidades, sino que llegarán… a los Estados.
Según un informe de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) divulgado en vísperas de la Cumbre, “en la Amazonia noroccidental confluyen múltiples disputas. Por un lado, están las ambientales, impulsadas por la deforestación, la minería, la extracción de madera y la expansión agropecuaria; las del capital, ligadas a la acumulación y explotación económica tanto legal como ilegal; y las comunitarias, que afectan a pueblos indígenas y campesinos en su defensa del territorio frente a proyectos extractivos y violencia.
A esto se suman las institucionales, resultado de la débil presencia estatal y la superposición de funciones, y las del crimen organizado, que mediante narcotráfico, minería ilegal y contrabando imponen nuevas gobernanzas criminales, generando inseguridad y degradación ambiental”.
Los delitos y bandas criminales
Entre los grupos armados que operan, se encuentran el Comando Vermelho, el Primer Comando Capital (PCC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Estado Mayor Central (EMC), el Estado Mayor de Bloques y Frentes (EMBF) y los Comandos de Frontera.
El documento mencionado advierte que “no se trata solo de una crisis ambiental, sino también política y democrática: la inseguridad debilita la legitimidad de los Estados, la violencia armada en las fronteras amenaza la gobernabilidad y la democracia, y la estabilidad regional y la seguridad climática están en riesgo”.
Mientras tanto, los extractivistas de todo pelaje siguen depredando los bosques con lo que nos acercamos cada vez al “punto de no retorno” y la acelerada sabanización del bioma andino-amazónico.
La OTCA y von Hildebrand
Al final, la Declaración REAFIRMA la importancia del fortalecimiento institucional de la OTCA y su Secretaría Permanente en cuanto a las capacidades técnicas, humanas y financieras necesarias para el cumplimiento efectivo de los mandatos otorgados, intensificando el compromiso y el esfuerzo de los Estados Miembros para consolidar una estructura operativa eficiente y sostenible.
Sin embargo, durante el evento circuló el rumor de la renuncia del secretario ejecutivo de la OTCA Martín von Hildebrandt, el antropólogo colombiano… harto de la burocracia y la retórica insulsa y declaraciones no vinculantes. Hildebrand, excelente antropólogo colombiano con años de experiencia con los indios de la Amazonia y otros lados, recién asumió el cargo en agosto del 2024 y no en 2023, gracias a la estúpida, engreída, malcriada e ignorante “presidenta” del Perú, quien se opuso a su designación en agosto del 2023.
La declaración dice recoger “con beneplácito la realización de los Diálogos Amazónicos (Bogotá, 18 al 20 de agosto de 2025), en las que participaron representantes de diferentes sectores de las sociedades de los Estados Parte y toma nota de sus conclusiones, que serán consideradas por la Reunión de ministros de Relaciones Exteriores para decidir sobre su progresiva implementación e incorporación en las áreas de trabajo de la OTCA. Asimismo, alienta a que estos encuentros continúen siendo realizados, acorde con las capacidades de cada país, como parte del proceso preparatorio de las Reuniones Presidenciales. Más promesas para incumplir…
Finalizan agradeciendo a la República del Ecuador por la propuesta de convocar y organizar la VI Reunión de Presidentes de los Estados Parte de la OTCA en 2027, “lo cual reafirma su compromiso con la Amazonia en un trabajo conjunto y coordinado junto a los Países Miembros de la OTCA, además de agradecer al Gobierno de Colombia por su hospitalidad para acoger la V Reunión de Presidentes de los Estados Parte del TCA, así como a la Secretaría Permanente por su apoyo en la realización de esta reunión”.
En resumen, auguramos nosotros: seguir haciendo más de lo mismo… salvo que la COP 30 en Belém do Pará de diciembre 2025, signifique un “punto de inflexión.
* Economista ambientalista peruano, ex Vice ministro de desarrollo estratégico de los recursos naturales del MINAM 2011, ex asesor parlamentario 2016-2019, ex asesor de DEVIDA 2021-2022, activista de FOSPA e investigador del IDPA-Perú.
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