Entendemos por “insumiso” al inobediente, rebelde, insubordinado, indócil (RAE) (1) y consideramos “la insumisión” al rechazo a integrarse, o a cumplir determinado requisito que le es exigido a un ciudadano, normalmente desde el Estado, configurando en su accionar una forma de desobediencia civil (2).
Utilizo ambos términos: Insumiso e Insumisión, para tratar de entender el proceso de conflictos y movilizaciones sociales que se produjeron post el 7 de diciembre de 2024 en adelante; aunque, en verdad ese proceso de movilización venía de meses atrás desde los momentos previos a las elecciones del 2021.
La pregunta que me hacía es si esa movilización tenía futuro político o si se diluía con el paso de los meses. Aparentemente la radicalidad de los enfrentamientos disminuyó, pero la conflictividad se mantuvo: los paros, las protestas ciudadanas, plantones, marchas se mantuvieron sin orden ni dirección política conocida. No fueron pocos los casos en donde la población abucheaba a ministros y funcionarios del gobierno, siendo el “jalón de pelos” a Dina Boluarte, la expresión más extrema del malestar y bronca de las víctimas de los enfrentamientos del periodo mencionado. Todo ello era pura protesta, pura rabia y desconsuelo.
No hablamos propiamente de conflictos sociales sino de acciones de protestas ciudadanas, de declaraciones de pobladores de a las autoridades de Lima y a sus parlamentarios regionales a quienes les declaraban personas no gratas. Era, en resumen, una inocultable protesta contra los representantes del Estado, no solo de la capital, Lima, sino de rechazo al poder que ellos simbolizaban. ¡Que se vayan todos! ¡Fuera! Era la expresión común que se escuchaba cuando un funcionario llegaba a Puno, Cusco u otras regiones afectadas por la violencia y muerte de los meses pasados.
Obviamente no podemos calificar que todos los movilizados eran manipulados por Pedro Castillo, el ex presidente derrocado, ni menos que eran agentes separatistas como actualmente repiten autoridades políticas del gobierno o infiltrados ponchos rojos bolivianos como lo estigmatizaba la prensa nacional. No obstante, sí había una carga política en estas manifestaciones, una carga altamente subjetiva que partía de la percepción de que se había cometido un abuso, un despojo; que la destitución de Castillo había sido una “maniobra de los ricos”, y que eso había dado paso a la “victimización” de Pedro Castillo.
Este discurso es particularmente fuerte en Cajamarca, en Puno, Cusco, Apurímac, Arequipa, Huancavelica, según manifiestan dichos observadores. A partir de ese sentimiento latente en grupos poblacionales en el sur andino se fue acumulando la rabia y el dolor de los familiares de las víctimas de las masacres de los meses de diciembre 2022 y enero – febrero 2023.
Era inevitable que este descontento de los pobladores, buscara una salida política o tratara de encontrar una expresión política con el cual convertir su bronca, sus rencores y ansias de justicia en un cambio en el poder político.
El poder, sobre todo
Tomando como referencia a Foucault y su teoría del poder y de conocer cómo funciona desde abajo, desde sus extremidades, desde lo cotidiano (3), es que podemos analizar lo que viene aconteciendo en las bases de la sociedad rural andina respecto a cómo viene funcionando el poder.
Hay referencias en los análisis sobre los pueblos aymaras de la revaloración de las autoridades tradicionales jilakatas como el verdadero poder local por encima del alcalde del centro poblado mayor, o del alcalde provincial. En Puno, se han constituido asociaciones de jilakatas que le imponen a los alcaldes provinciales y a los gobernadores regionales sus planes de gobierno.
Ahora se conoce que las delegaciones de pobladores de Puno que se movilizaron en toda la región por semanas estaban articuladas por los jilakatas, y que las delegaciones que se movilizaban a Lima eran autorizadas y financiadas por las poblaciones locales.
Es conocido también que las comunidades del corredor minero, que tienen una gran capacidad de movilización y de negociación, y que tienen recursos económicos, también han surgido como un verdadero poder local.
El escenario electoral 2026
Era cuestión de tiempo ver cómo diferentes políticos y grupos políticos regionales o diferentes colectivos y frentes sin liderazgos definidos trataran de convertir ese malestar de rechazo del gobierno y de la demanda que se vayan todos, en una propuesta política con miras a las próximas elecciones generales.

Evidentemente que diferentes partidos y candidatos veían en la población movilizada posibles bases de apoyo. Quien primero avizoró esa posibilidad era Antauro Humala que empezó a recorrer las regiones con el propósito de construir ahí bases sólidas para su movimiento. Pero lo mismo hicieron dirigentes “castillitas” que buscaron reagrupar a sus bases para construir una organización política que les permita ser parte de alianzas políticas.
¿Quién los representaba? Primero se presentó el ex premier Aníbal Torres como posible portavoz de Pedro Castillo, pero pronto éste fue desautorizado porque pretendió presentarse como candidato de una triple alianza: Antauro – Torres – Frentes Defensa y Rondas Campesinas. Al parecer lo que ha quedado como una posibilidad de alianza política es la relación de Antauro con las bases de Castillo con los cuales esperan construir una fórmula electoral y una propuesta política de cara a las elecciones nacionales y regionales del 2026.
No nos confundamos en la caracterización de este posible bloque. No es un bloque de izquierda. No lo es. Antauro ni por asomo se dice de izquierda, Castillo pasó de ser un sindicalista del magisterio más pobre sin ninguna proyección hacia un confuso discurso político de izquierda. Es más, la población que votó a Pedro Castillo no era propiamente simpatizantes de Perú Libre, y no necesariamente de izquierda, sino pobladores que se identificaron con el profesor provinciano, como un rechazo a los partidos tradicionales o a los grupos políticos limeños.
Quizá la mejor manera de entender la protesta de los meses posteriores a la defenestración de Castillo sea que éstas son la manifestación del mismo sentimiento que se expresó en las elecciones de la primera vuelta del 2021. En esas elecciones las regiones del sur votaron a Pedro Castillo superando a Keiko en más del doble o del triple. Pues bien, ese caudal electoral está ahí, no ha sido cooptado por nadie, por ahora.
Antauro Humala, esa especie de comodín como califica Juan de la Puente (4) que sirve para asustar a empresarios, pero que puede ser atractivo para las huestes de Pedro Castillo puede ser, en efecto, el comodín que puede ayudar a estas bases a enfrentarse, nuevamente, al establishment político nacional.
Esta dupla Antauro – vocero de Pedro Castillo están trabajando desde hace meses, recorren regiones, tejen alianzas con dispersos grupos radicales en las regiones: rondas campesinas, asociaciones de municipios rurales, frentes de defensa, mineros ilegales, comerciantes de frontera, entre otros. La base política común que los puede unir es el sentimiento anti estado, anti gobierno, anti Lima y sus grupos de poder.
La candidatura de Vicente Alanoca en representación de Nuevo Perú, es un nuevo intento de la Izquierda de construir una alianza de los partidos y organizaciones de izquierda con las organizaciones del sur, con los insumisos que remecieron el Perú en diferentes periodos de nuestra historia.
En la década de los ’70 y ’80, Vanguardia Revolucionaria desplazó sus más importantes cuadros al sur peruano a ser parte de esta insurgencia de los insumisos. No solo fue una acción declarativa, por el contrario, se desplazaron cuadros políticos, recursos, equipos, con los que sustentó el surgimiento de un poderoso movimiento campesino que acabó con los últimos resabios del gamonalismo y de las haciendas que concluyó con la recuperación de las tierras para las comunidades campesinas, cerrando el paso y derrotando a Sendero Luminoso y su estrategia de terror y muerte.
De lo que se trata ahora, no es alentar al fortalecimiento de los Insumisos del Sur.
Notas
1 https://dle.rae.es/insumiso
2 Referencia tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Insumisi%C3%B3n, consulta del 5 de junio de 2024
3 Edgardo Castro: “El vocabulario de Michel Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores”.pdf
4 https://redaccion.lamula.pe/2024/05/24/antauro-humala-comodin-snob-empre…
* Licenciado en Sociología en Consultor e Investigador Conflictos Sociales por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Analista de La Otra Mirada

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