30.000 preservativos femeninos se reparten en Suráfrica en estos días mundialeros; son anti violaciones; apresan el cuerpo del pene en caso de introducción a la fuerza y —literalmente— lo muerden hasta impedirle orinar.
La idea es de la dra. Sonette Ehlers, el adminículo se coloca en la vagina como si fuera un diafragma, y no podrá quitarse sin acudir a un médico. No se tienen noticias de que la iglesia católica lo haya encontrado demoníaco.
Para ser justos, tampoco todavía ningún curita ha terminando en una posta de primeros auxilios.
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