El vino, de sangre de la Tierra a motor de los misiles

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Rodolfo Novakovic.*

El físico Novakovic ha obtenido notoriedad por sus investigaciones en torno del alimento de uso médico Nutricomp-ADN como perito de parte[1]. Pocos conocen que la escritura —tanto de ficción como la resultante de su trabajo como buceador en la historia de Chile— es una de sus vocaciones. He aquí una narración, se diría de ciencia-ficción, ambientada en un café del centro de Santiago. Desde luego cualquier parecido o similitud de hechos que se aparejen con la actualidad nacional es sólo coincidencia…

Corría el año 2015 y aunque el invierno se presentaba menos agresivo que en años anteriores, aquel día fue particularmente helado, obligando a los "historiadores" a refugiarse en un café a metros de calle Ahumada. Abogados, periodistas, médicos, químicos, metalúrgicos y otros diversos investigadores conformaban el ya mítico grupo de los "historiadores".

Después de mediodía El Suizo concurrió con el tema de discusión:

—¿Sabían ustedes —comentó mientras sorbía un delicioso capuchino— que existe una muy buena explicación a la proliferación de viñas tanto en Chile como en Argentina? —Lo miraron, ¡vaya tema!—. Los racimos de uva obtenidos de estas dos naciones —continuó— son particularmente importantes para la producción de combustibles…

—Lo que propones no constituye novedad —interrumpió otro—. Desde hace muchos años que la vid y el resto de otras frutas sirven como base para la elaboración de bio—combustibles. En Brasil, por citar un ejemplo, de frutas y verduras se pueden obtener medios de energía para movilizar cualquier tipo de vehículo.

—Es verdad —replicó El Suizo—. Lo que aún no les he terminado de comentar es el tipo de combustible que se extrae a partir de la vid argentina y chilena. Actualmente se sabe que el denominado mercado del vino está especificamente restringido porque no existe demanda suficiente en el mundo como para explicar la portentosa o explosiva aparición de viñas.

"Sin embargo los viñedos siguen produciendo y parecen no conocer la palabra quiebra. Y la razón de ello está en que sólo un pequeño porcentaje de toda la producción de uva anual es destinada al consumo humano y a la producción de vinos. El resto es destinado a la elaboración de combustibles sólidos".

—Perdona mi ignorancia —intervino Emilio—. ¿Para qué se utiliza el combustible sólido?

—El ácido tartárico y el ácido málico, extraidos de la uva, de la vid o de la parra, como se dice tecnicamente, de acuerdo a algunas investigaciones que se vienen desarrollando desde fines de los ochentas en diversos países, constituyen una excelente materia prima para elaborar, entre otros, combustibles sólidos para utilizarlos en la industria armamentista como propelente para los misiles; estos últimos utilizan de base las variantes químicas del combustible solido hydroxyl—terminated polybutadiene (HTPB), o bien el CTPB.

"De esta forma, tanto en EEUU como en Latinoamérica, las empresas productoras de uva, desde hace varios años, ya no estarían vendiendo o transformando en vino toda su producción, puesto que parte importante de la uva sería vendida a las empresas químicas para que éstas extraigan los ácidos y los transformen en excelentes combustibles sólidos para misiles y otro tipo de armamento.

"Esta sería la razón, dicen algunos, que a pesar que los agrónomos y empresarios vitivinicolas menores en Chile sostienen que la uva no les proporciona mucho dinero, se sabe que las grandes Casas Vitivinícolas obtendrían cuantiosos retornos económicos al vender aquella producción “extra” a sociedades anónimas del area química".

—Claro que también existen aquellos, más conspirativos —dijo Pepe—, quienes sostienen que las grandes empresas productoras de uva estarían trabajando para el complejo industrial militar internacional, y que la pantalla o fachada sería precisamente la producción de vino y la venta de uva de exportación, porque, según los conspiracionistas, los empresarios internacionales de armamentos, que diversifican su cartera en otros rubros, garantizan poner la uva y los vinos en Europa y EEUU a cambio de una cantidad igual y siempre reservada de uva que sería destinada a la elaboración de combustibles sólidos.

—Humm —comentó uno de los abogados—, de ser cierta esta hipótesis conspirativa, los chilenos deberíamos sospechar entonces de todas las empresas e industrias químicas de larga data como Tricolor S.A., Oxiquim S.A., Sontex o Sika S.A., Enaex, entre muchas otras. ¿No…?

Se produjo un prolongado silencio mientras las miradas de los "historiadores" se distrajeron con la hermosa silueta de la muchacha que se trasladaba graciosamente de un lugar a otro atendiendo las mesas del café.

[1] En tal calidad colabora con la abogada Ruzy Mitrovic en el que algunos denominan "el caso del siglo": las extrañas muertes de niños y ancianos a causa de la ingesta del alimento médico Nurtricomp-ADN

* Físico.

Publicado originalmente en su
blog.

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