Huelga de hambre: derrota de la ultraderecha venezolana

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Néstor Francia.*

El desenlace de la huelga de hambre ha sido una dura derrota para la ultraderecha. El fracaso de la marcha de apoyo convocada para el martes 22, de lo cual ahora casi nadie habla, fue seguramente el catalizador final para que los “huelguistas” aceptaran el diálogo con el gobierno. El diputado derechista Andrés Velásquez dijo ayer en la Asamblea Nacional que los jóvenes fascistas habían logrado sentar al gobierno para dialogar. Es una manera bastante tonta de querer disimular la derrota. ¿Que pasa en Libia?

En realidad, ocurrió todo lo contrario. Atrás quedaron las bravuconadas de llegar hasta “las últimas consecuencias” y estar “dispuestos a dar la vida”. La verdad es que ninguno de los dos objetivos principales proclamados de la huelga fueron alcanzados: ni vino Insulza ni se ha liberado a ningún preso, a pesar de las mentiras de El Nacional y Tal Cual  que anuncian en sus primeras páginas la “libertad” de siete reos. Con el correr de los días se sabrá la verdad verdadera.

El gobierno, en otra gran demostración de habilidad política y flexibilidad táctica, ofreció a los fascistas trofeos menores para proporcionarles una salida elegante: una mesa técnica, un tour por la  cárcel de La Planta y la posibilidad del beneficio de prelibertad para algunos reos condenados por delitos que no alcanzan la dimensión de los crímenes de alto calibre que cometió gente como Simonovis, los comisarios de la PM o “Mazuco”.

¿Qué es el beneficio de prelibertad? De ninguno modo equivale a una remisión de la pena, es más bien un nuevo status para el reo que le permite, mientras sigue pagando su condena, algunas libertades limitadas o fórmulas de reclusión más liberales.

El Libro Quinto del Código Orgánico Procesal Penal se refiere a ese status y trata de la Ejecución de la Sentencia y específicamente en el Capítulo III trata de la suspensión condicional de la ejecución de la pena, y de las formulas alternativas del cumplimiento de la misma: destacamento de trabajo (trabajo comunitario obligatorio, por ejemplo); régimen abierto (libre de día, preso de noche, por ejemplo); libertad condicional; confinamiento (casa por cárcel, por ejemplo). También aborda la posibilidad de la redención judicial de la pena por el trabajo y el estudio dentro del centro de reclusión. Es una concesión, sin duda, pero no una liberación. Por supuesto, en toda negociación o diálogo todas las partes ceden en algo. Pero lo cierto es que el gobierno entregó gemas de menor valor a quienes exigían, con prepotencia y fanfarronería, las joyas de la corona.

Las razones de la derrota de la “huelga” las habíamos avizorado. En nuestro análisis del pasado lunes apuntábamos lo siguiente: “es justo preguntarse hacia dónde va esta acción de la derecha. Es muy poco probable, diríamos que casi imposible, que el Gobierno acepte el chantaje y acceda a la principal petición de los alborotadores: la liberación de los políticos presos (algunos de ellos “politizados” a última hora), todos acusados y procesados por crímenes gravísimos de índole penal. Tampoco habrá ninguna acción desde la OEA ni otro organismo internacional reconocido, salvo declaraciones de algunos voceros como Insulza. 

"La derecha podría convocar a movilizaciones de apoyo, tomando como base principal al debilitado “movimiento estudiantil”, e inclusive planificar guarimbas, lo que se vería favorecido si alguno de los “huelguistas” muere o tiene un grave percance de salud. De acuerdo a la experiencia, esto último no está cerca de ocurrir. Según lo visto en tiempos recientes, no va a ser fácil que la base social opositora se movilice por los políticos presos.

"Vimos como Franklin Brito fue languideciendo hasta morir, y ni siquiera su muerte provocó manifestaciones masivas ni nada parecido. La verdad es que a esa masa escuálida no le importan tanto ni la propiedad privada ni los políticos presos, su obsesión es salir de Chávez, y probablemente eso haga que estén más pendientes de las primarias opositoras y de 2012. Ya lo hemos dicho: los escuálidos de a pie ahora no marchan, solo votan, y piensan que es más fácil salir de Chávez por los votos que con otros métodos que los han conducido solo a derrotas”.

Y también: “En lo inmediato parece que vamos a ver una especie de torneo de resistencia, una pulseada entre la Revolución y la contra. El Gobierno ha mostrado paciencia y proyecta intención de diálogo. Los “huelguistas” proclaman su intransigencia y fanfarronean con su intención de llegar “hasta las últimas consecuencias”.

"En ese tipo de enfrentamiento sordo ya conocemos resultados favorables a la Revolución: la Plaza Altamira murió de muerte natural y no ha vuelto a resucitar. También Brito, lamentablemente. Está igualmente el hecho de que la MUD ya anunció fecha para las primarias (4 de diciembre próximo) y eso los mantendrá muy ocupados hasta entonces, así como su presencia en la Asamblea Nacional. No pueden poner mucha energía en la ‘huelga de hambre’”.  Ya el torneo de resistencia tiene un campeón: el Gobierno Bolivariano.

También en el ámbito de lo internacional, el desenlace final de la aventura fascista
nos favorece. Insulza, por ejemplo, declaró en positivo en Brasil: “Es una buena noticia que hayan depuesto la huelga de hambre y me alegra si hay diálogo. Y si ese diálogo llevó al fin de la protesta, me alegra más todavía”. El hombre debe estar muy agradecido, en secreto, de nuestro Gobierno, porque lo saco del zafarrancho, aunque con más pena que gloria.

¿Significa esta derrota que la ultraderecha se va a rendir? Claro que no, en ese sentido no hay lugar para descuidos ni para dormirnos en nuestros laureles. La pelea va a continuar y ya vendrán otras batallas. Por ahora esta victoria solo nos da un respiro.

Otra comparecencia de nuestros ministros ante la AN, otra iteración de lo ya visto, como una copia al carbón de las anteriores comparecencias (salvo por las nuevas buenas noticias que dieron los nuestros). Hay una marcada superioridad del tren ejecutivo sobre los bates quebrados de la derecha.

El asunto Libia

Debemos tener mucho cuidado con lo que pasa en Libia y no caer en solidaridades automáticas. Mucha gente de izquierda en el mundo opina que Gadafi ya no es lo que era, que ha venido retrocediendo ante los poderes mundiales, como la Unión Europea, y que a lo interno se ha convertido en un dictador que favorece privilegios e intereses creados.

Hasta ahora la posición de nuestro gobierno ha sido cauta y se ha pronunciado por la no intervención en los asuntos internos de ese país y en aras de soluciones dialogadas y pacíficas.

Creemos que es sabia la manera en la que Fidel Castro ha abordado el asunto, dando a todos el beneficio de la duda y denunciando a la vez el intervencionismo imperial, en un artículo publicado originalmente en el portal Cubadebate:

“Se podrá estar o no de acuerdo con Gadafi. El mundo ha sido invadido con todo tipo de noticias, empleando especialmente los medios masivos de información. Habrá que esperar el tiempo necesario para conocer con rigor cuánto hay de verdad o mentira… Lo que para mí es absolutamente evidente es que al Gobierno de Estados Unidos no le preocupa en absoluto la paz en Libia, y no vacilará en dar a la OTAN  la orden de invadir ese rico país, tal vez en cuestión de horas o muy breves días”.

* Analista de asuntos políticos.

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