Venezuela: la canalla mediática y los límites marinos

Néstor Francia.*

A pesar de que tanto el ministro de defensa colombiano como el mismo presidente Santos salieron al paso inmediatamente de las declaraciones del almirante Cely, comandante de las fuerzas militares de Colombia, la derecha del patio sigue alineada con la campaña contra nuestro país y que busca crear cizaña en la relación Colombia-Venezuela. Ayer la radio Caracol, que se puso al frente de la campaña que seguramente cuenta con el aval de sectores del uribismo, entrevistó al director de la ONG Cáritas en el estado Táchira, el cura Orlando Neira, quien aseguró la presencia de las FARC y el ELN en el país y sostuvo que se han registrado secuestros y extorsiones en la zona.

Por supuesto que no hay ninguna casualidad en que estas declaraciones se den casi simultáneamente con las del almirante Cely. El cura derechista afirmó que “Yo creo que la guerrilla colombiana está en territorio venezolano, causándonos problemas, por lo cual hace falta un plan B del presidente Hugo Chávez para combatirlos”.

Esta comparecencia del cura Neira en Radio Caracol no fue desaprovechada por el pasquín golpista de Rafael Poleo, El Nuevo País, que se lanzó hoy con un gran titular de primera plana que reza “La guerrilla no se ha ido” y subtitula “Según la ONG Cáritas, en el estado Táchira las FARC y el ELN actúan a sus anchas”.

Por supuesto, la canalla mediática le da importancia absolutamente secundaria (cuando le da alguna) a las precisiones que continúa haciendo el presidente Santos, quien ayer se refirió de nuevo al tema y dijo que el almirante Cely le “reconoció que se había equivocado y que no debió decir eso”, y señaló además que si bien hay sospechas de presencia de las FARC en Venezuela, la voluntad del presidente Chávez de combatir a estos grupos “es genuina”.

Si fuésemos un poco más agudos en nuestras políticas comunicacionales, sería fácil dejar en claro ante el pueblo, con evidencias en la mano, quiénes son los verdaderos enemigos de la paz entre Colombia y Venezuela. En cuanto a nosotros, solo nos queda decir como Kotepa Delgado: “escribe, que algo queda”.

El presidente Chávez anunció este miércoles que se creará, por vía de Ley Habilitante, el territorio insular Miranda, que estará integrado por Los Roques, La Orchila, y el archipiélago de Las Aves, al norte del país: “Vamos a darle cuerpo político-territorial (a este grupo de islas) que están dispersas, algunas abandonadas, otras vírgenes, otras tomadas por la delincuencia internacional, por el contrabando o el narcotráfico”, e indicó que a nivel geopolítico “tenemos límite con Puerto Rico, Con Dominicana, con los territorios insulares franceses, con Estados Unidos, al limitar con Puerto Rico, que es colonia estadounidense”.

El Jefe de Estado anunció que se evalúa la creación de otra dependencia insular que estará integrada por el triángulo La Tortuga, La Blanquilla y el archipiélago Los Testigos.
Por supuesto, voceros opositores saltaron de inmediato como bailarinas de pastel para rechazar esa decisión que tiene que ver con nuestra soberanía, apelando a argumentos sobre todo electoreros, como que el gobierno no debe ocuparse de eso sino de los “problemas reales” (¿en qué universo la soberanía no es un problema real, acaso el más “real” de todos?).

La declaración más extravagante la dio el gobernador del estado Miranda y precandidato de la derecha Henrique Capriles Radonski, quien sufrió de una pataleta regionalista en su Twitter: “Miranda es el nombre de nuestro Estado y es uno sólo en honor al grande Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez, el primer venezolano universal. Miranda es y será siempre de los mirandinos. Nos sentimos orgullosos de ello y nadie nunca va a debilitar nuestra identidad. ¡Arriba Miranda! ¡Arriba Venezuela!” ¡Ay, Dios, qué arrebato! Capriles parece ignorar que la denominación “Miranda” no puede ser patrimonio exclusivo de alguna región, estado, ciudad o pueblo.

En Estados Unidos hay nueve pueblos que se llaman Bolívar, y muchos más en España. Existen en Venezuela seis Tacariguas, dos Chichiriviches, al menos dos San Fernando (de Apure y de Atabapo), dos San Carlos (de Cojedes y del Zulia), dos San Cristóbal (de Táchira y de Torondoy) y pare usted de contar.

En un interesante reportaje que pudimos conocer en el poptal de Ultimas Noticias, se asienta que de acuerdo con el artículo 11 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el espacio insular de Venezuela comprende “el archipiélago de Los Monjes, archipiélago de Las Aves, archipiélago de Los Roques, archipiélago de La Orchila, isla La Tortuga, isla La Blanquilla, archipiélago Los Hermanos, islas de Margarita, Cubagua y Coche, archipiélago de Los Frailes, isla La Sola, archipiélago de Los Testigos, isla de Patos e isla de Aves; y, además, las islas, islotes, cayos y bancos situados o que emerjan dentro del mar territorial, en el que cubre la plataforma continental o dentro de los límites de la zona económica exclusiva.” ¿Cómo va a seguir absolutamente disperso este espacio territorial tan importante y tan caro a nuestra soberanía?

En los espacios marítimos de Venezuela el país es limítrofe con la mayoría de los Estados con los que tiene fronteras, incluyendo Trinidad y Tobago, Granada, Dominica y Monserrat (Gran Bretaña); San Vicente, Santa Lucía, Guadalupe y Martinica (Francia); Puerto Rico e Islas Vírgenes (Estados Unidos), República Dominicana; St. Kitts & Nevis; Colombia, y Aruba, Curazao, Saba, San Eustoquio y Bonaire (Holanda), lo que representa un total de 5.500 kilómetros de límites marítimos.

En Nueva York, los embajadores que integran el Consejo de Seguridad de la ONU acordaron ayer un texto para condenar al gobierno de Siria por la “violenta represión” contra los opositores. Este grupete de países que actúa bajo el dominio del imperialismo, o ejerciendo en todo caso de alcahuetes, no ha dicho ni pío sobre el bombardeo de la OTAN a la televisora oficial libia, que produjo la muerte de varios civiles. Más que un consejo de seguridad, parece una compañía de malos comediantes. 

* Periodista.