UNESCO: LA CONVENCIÓN SOBRE DIVERSIDAD CULTURAL

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Es sin duda un paso histórico para la cultura, el más importante en estos primeros años del siglo XXI, al incorporar en el orden jurídico internacional derechos y obligaciones de los Estados en relación a la cultura.

fotoAl reconocerse la importancia de proteger y fomentar las expresiones culturales de los pueblos, el carácter específico de los bienes y servicios culturales, y al afirmar claramente la soberanía y el derecho de los Estados a tener y desarrollar políticas culturales, la Convención genera derechos y mecanismos para enfrentar los peligros que viven las expresiones culturales en tiempos de globalización, buscando impedir una homogeneización cultural.

La negociación de esta Convención generó fuertes tensiones en UNESCO, pues si bien una abrumadora mayoría de países la apoyó decididamente, Estados Unidos buscó permanentemente obstruir sus avances, contando con la colaboración de un pequeñísimo número de Estados y de altos funcionarios de gobiernos trabajando en negociaciones internacionales de comercio. 

El gran derrotado

fotoEl Gobierno de Estados Unidos considera la Convención afectará negativamente el comercio internacional, frenando la libre circulación de los bienes y servicios culturales, tal como lo muestra la reciente carta -que adjuntamos- de Condoleezza Rice a los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de UNESCO.

Rompiendo la tradición de consenso en UNESCO, EEUU se opuso constantemente a los avances del texto, presionando a numerosos países para que se opusieran y presentando enmiendas hasta el final del proceso. Las últimas 28 que presentó fueron rechazadas, una a una, por votaciones consecutivas en la reunión final de la comisión de cultura de la Conferencia, el martes 18 de octubre.

La Convención busca fortalecer las culturas locales y también potenciar el intercambio cultural entre los países, lo que –como se ha demostrado estos años– el mercado por sí solo no garantiza. Si solamente se actúa bajo su lógica, se tiende a la concentración y a un comercio en una sola dirección.

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La cultura requiere, para florecer, articular la acción de creadores, el sector privado, la sociedad y el Estado. Requiere construir puentes de colaboración entre los pueblos, creatividad en las políticas y medidas que un país pueda darse, y no restringir sus posibilidades por las reglas de tratamiento nacional, acceso a mercado y nación más favorecida.

El artículo más crítico fue el que se refiere a la relación de la Convención con otros instrumentos internacionales, el número 20. Establece una relación de no subordinación de este instrumento ante otros, impidiendo que la Convención tenga un fuerza menor que los acuerdos internacionales de libre comercio. Chile, en la Tercera Reunión Intergubernamental de expertos –la que definió el texto final de la Convención– presentó reservas ante ese artículo. Como Coalición, nos alegró que rápidamente, en el marco del Simposio sobre diversidad cultural organizado por el Consejo de Cultura y la Coalición, y con el compromiso de los ministros Ignacio Walker, de Relaciones Exteriores, y Jose Weinstein, de Cultura, esta reserva fuera retirada.

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La cultura en el centro
de las relaciones internacionales

Hoy se incorpora al tablero una nueva pieza fundamental, que elevará a la cultura en el ámbito jurídico internacional más allá de las declaraciones de buenas intenciones. Como las personas requieren del respeto a los derechos humanos, los pueblos requieren de una Convención vinculante, fuerte y sólida, que permita defender y fomentar sus expresiones culturales, estimular un intercambio equilibrado en cultura, reforzar la solidaridad cultural a nivel internacional y promover los principios de la cultura en otros foros internacionales. La extinción de las expresiones culturales de los países atenta contra la existencia misma de éstos como naciones; ello es tan grave y delicado para el futuro de la humanidad como lo es la pérdida de la biodiversidad.

En esta defensa converge la voluntad de la mayoría de los Estados del mundo y el amplio movimiento de la sociedad, que ha dado lugar a un inédito movimiento a través de los cinco continentes que vio nacer 31 coaliciones para la diversidad cultural, 9 de las cuales están en nuestro continente.

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La Coalición Chilena para la Diversidad Cultural, que reúne hoy a 21 asociaciones profesionales de la cultura, celebra este gran paso y agradece el compromiso del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, como de muchos otros, que desde diversos lugares y funciones ayudaron a que nuestro país sea parte de este logro. Alegra que Chile haya apoyado en un 100%, sin reservas ni explicaciones del voto, este paso histórico. Agradecemos también a los colegas del mundo de la cultura de otras latitudes, a las coaliciones para la diversidad cultural, particularmente la de Canadá, por  su constante trabajo para por este sueño que hoy se hace realidad.

La existencia de las expresiones culturales de los pueblos está a la base de sus identidades y desarrollo. Desde la diversidad cultural se puede crecer junto al otro,  lo que abre las puertas a un mundo más justo y humano. Queda ahora la ratificación de a lo menos 30 países para que ésta tenga vigencia como instrumento internacional.

Esperamos que el Gobierno y el Congreso de Chile sean de los primeros en dar esa señal.

(Firman):

Presidenta: Mané Nett.
Vicepresidente: Juan Carlos Sáez.
Directora: Pia Rey.
Director: Paulo Slachevsky
Sindicato de Actores de Chile SIDARTE;
Sociedad Chilena del Derecho de Autor SCD;
Asociación de Editores de Chile EDIN;
Sociedad de Derechos Literarios SADEL;
Sociedad de Gestión de los Creadores de Imagen Fija, CREAIMAGEN;
Corporación de Actores de Chile,
CHILEACTORES;  Sociedad Chilena de Intérpretes SCI;
Sindicato de Trabajadores de la Música de Chile, SITMUCH;
Asociación de Pintores y Escultores de Chile APECH;
Corporación Teatral de Chile;
Sociedad de Autores Nacionales de Teatro, Cine y Audiovisual, ATN;
PRODANZA; Federación Plataforma Audiovisual de Chile;
Asociación de Productores de Cine y TV, APCT; 
Asociación de Documentalistas de Chile, ADOC;
Asociación del Cortometraje Chileno ACORCH;
Asociación de Directores y Guionistas de Chile, ADG;
Sociedad de Escritores de Chile,  SECH; 
Sindicato de Profesionales y Técnicos Cinematográficos de Chile, SINTECI;
Corporación de Pedagogos Teatrales, CORPET;
Corporación Teatral de Chile, CORTECH.

(Coalición Chilena para la Diversidad Cultural)

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* Claudia Apablaza prensa@lom.cl

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