E l banco suizo UBS amenaza: rescatan a los bancos y al euro o hay guerra civil y/o golpe militar

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5. El costo político: el mayor de todos. “El poder blando de Europa y su influencia internacional cesarían (…) Ninguna unión monetaria se ha fracturado sin ninguna forma de gobierno autoritario o militar, o guerra civil”.

En este tenor, surge nuevamente Nouriel Roubini, quien sacude el espectro de una tercera guerra mundial (Moneynews, 26/9/11).

Vuelven a coincidir los mismos circuitos financieristas: Nouriel Roubini se suma a la no muy añeja amenaza de Ambrose Evans-Pritchard de hace tres años sobre la inminencia de una tercera guerra mundial (ver Bajo la Lupa, 7/9/08), curiosamente ocho días antes de la extraña quiebra de Lehman Brothers.

Nouriel Roubini considera que la austeridad fiscal puede desembocar en una calamidad económica seguida por una guerra. ¿Entre quién o quiénes?

Aduce también que "la crisis financiera global y su depresión consecuente, al unísono de la inestabilidad política y social en Europa y en otras economías avanzadas (sic), va a ser extremadamente (sic) severa", de la que "ni China estará exenta" y a quien le predice "un aterrizaje duro en los próximos dos años".

Han estado resonando demasiado los tambores de guerra en las recientes cumbres y reuniones financieras. ¿Las guerras como continuación de las finanzas por otros medios?

En Polonia se acaba de escenificar un choque de trenes entre Estados Unidos y la eurozona cuando Timothy Geithner, controvertido secretario del Tesoro estadunidense e instrumento de la potente banca de Wall Street, "advirtió de una catástrofe" a los ministros de Finanzas europeos.

Por cierto, contactos en Washington aseguran que Obama deseaba decretar ya la quiebra del insolvente banco Citigroup pero que Timothy Geithner se opuso rotundamente (a grado de amenazar con su renuncia). ¿Pues de tanto poder goza, no Obama ni Timothy Geithner, sino Citigroup?

A mi juicio, la razón del brutal apretón de tuercas de Timothy Geithner a Alemania está en la hermeneútica de Ambrose Evans-Pritchard (The Daily Telegrap, 26/9/11): "Perdona Deutschland (nota: la tierra alemana). La historia ha conspirado contra ti de nuevo. Debes firmar 2 millones de millones de euros y corromper (sic) a tu banco central, y aceptar 5% de inflación o serás condenado a un Götterdämmerung (nota: el crepúsculo de los dioses)".

Detalla el "rescate Geithner" bajo la brutal presión de Estados Unidos (a la que se sumó Obama): “El paquete multibillonario que ahora se conforma para la Eurolandia fue ampliamente cocinado en Washington (¡súper sic!), en colusión con la Comisión Europea, y es impuesto (¡extra súper sic!) a Alemania con la fuerza absoluta de la diplomacia (sic) de Estados Unidos”. ¡Uf!

Timothy Geithner ahora le propina a Alemania la misma receta de "rescate" bancario de la post crisis de Estados Unidos de 2008. En este jueguito bidireccional de los "derivados financieros", más que rescatar a la eurozona, ¿no es la banca de Estados Unidos la que intenta salvarse?

La señal es prístina: o Alemania crea una hiperinflación monetaria en Eurolandia o viene la guerra. Mejor la hiperinflación.

Ahora Alemania tendrá que "buscar un mecanismo en la que convierta un euro a cinco" (Reuters, 25/9/11) en este nuevo modelo de "estabilización monetaria europea". La alquimia monetarista convertiría así 440 mil millones de euros de sus fondos de rescate a 2 millones de millones de euros.

Y por si alguien no entendiese en Europa, el controvertido Goldman Sachs, otro insolvente banco de inversiones (y uno de los controladores de la Casa Blanca), amenazó con que "ya no existen más paraísos financieros", en alusión al franco suizo y al oro, ambos detenidos por los "mercados" (Moneynews, 27/9/11).

¡Estamos en el paroxismo de la guerra global de las divisas!

*Analista internacional mexicano, columnista de La Jornada

 

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