CHILE: FELIZ AÑO NUEVO. HUELGA EN EL COBRE

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

En lo concreto la huelga del cobre significa –de generalizarse– una pérdida de alrededor de US$ 10 millones diarios para la empresa estatal CODELCO (Corporación del Cobre). El costo de la petición de los trabajadores suma un egreso único anual de unos US$ 30 millones.

Según un despacho de la revista virtual Por la Libre recibido en esta redacción, el ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre señaló, ante el movimiento de los trabajadores de las contratistas:

«Un buen gobierno es un gobierno que tiene los pantalones bien puestos y que distribuye las mejorías a toda su población y no uno que se debilita y se deja chantajear por un grupo organizado». Duras palabras, gol de media cancha que no pudo ser porque el presidente de la Coordinadora de Contratistas de CODELCO Danilo Jonquera Jorquera retrucó:

«Acá el chantaje lo ha sufrido por años el trabajador contratista (que ha sido discriminado y considerado como un empleado de segunda categoría). Los contratistas ganamos hasta cinco veces menos que un trabajador de planta que realiza la misma faena».

Cabe señalar que el malestar en ese cuantioso sector de trabajadores –agrupa no menos de 28.000 personas– viene expresándose por largo tiempo. Como suele ocurrir –y no sólo en Chile con los «de abajo» que diría Mariano Azuela– rara vez son escuchados. Para las autoridades políticas el «caso» se debe resolver entre las empresas contratistas y sus trabajadores.

El 29 de diciembre comenzó huelga nacional de trabajadores contratistas de CODELCO.

Trabajar en una contratista

En una declaración pública los mineros contratistas de la mayor empresa chilena de cobre, indicaron que después de una serie de reuniones con autoridades de CODELCO y del gobierno no pudieron llegar a un acuerdo y a las ocho de la mañana se inició la huelga.

«Los trabajadores del cobre hoy comienzan una huelga legal producto de la negativa del gobierno en dar solución a sus demandas, cuya duración dependerá de cómo se desarrolle esta jornada de movilización activa», indica la declaración.

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El dirigente Cristián Cuevas dijo que la mayoría de los obreros contratistas de CODELCO «estamos en las mismas faenas de los trabajadores de planta, pero en condiciones de trabajo, de salario y de estabilidad laboral precarias».

Los trabajadores, señaló, “exigen un bono extra a sus salarios por el alto precio que ha alcanzado el metal rojo los últimos meses, al igual que los trabajadores de planta”.

Por otra parte el representante de la mina El Teniente, Danilo Jonquera, resaltó que «los supervisores de planta ya recibieron un bono por este concepto de 2.600.000 mil pesos y los trabajadores de planta uno de 1.600.000 mil. (…) Los trabajadores contratistas no han sido escuchados en sus demandas por dicho bono, y la estatal ha aludido a que todos los excedentes van directamente a las arcas fiscales. El bono que solicitamos no significa ni el uno por ciento de todos los excedentes que se han obtenido el último tiempo».

Según Jonquera «ninguna de estas utilidades llega a las manos de los trabajadores contratistas que nos desempeñamos a través de este sistema perverso de externalización, y que por el contrario somos objeto de maltrato laboral y falta de respeto a nuestros derechos (…) Los deseos de justicia e igualdad son de todos los chilenos, y en especial de aquellos que con su trabajo producen riqueza para todos los chilenos”.

Por la Libre informa además: Cabe señalar que a lo largo de 2005 los dirigentes de los trabajadores han denunciado que la carencia de implementos de prevención de riesgos ha desembocado en la muerte de 12 personas.

Una práctica viciosa e inmoral

Los trabajadores declararon que «la subcontratación se ha extendido en forma indiscriminada hacia todos los sectores productivos del país y especialmente a los sectores exportadores de recursos naturales eludiendo toda responsabilidad con los derechos de los trabajadores y haciendo caso omiso de los derechos colectivos tanto de negociación como organización sindical.

«Creemos que CODELCO como empresa del Estado debiera dar el ejemplo y las pautas, pero por el contrario incentiva las prácticas antisindicales”.

Los mineros contratistas explicaron que sus demandas van dirigidas «a CODELCO (que) es un mandante que tiene co-responsabilidad solidaria y subsidiaria con los trabajadores contratistas».

Unos dos mil trabajadores contratistas de Codelco mantienen rodeada la Gobernación en Rancagua, a unos 85 kilómetros al sur de Santiago, mientras dirigentes mantienen tomada sus oficinas desde el mediodía en espera que sean recibidos por el gobernador. Otros trabajadores se dirigían a las oficinas de la compañía que transporta a los obreros que trabajan en la división, para evitar que salgan a sus recorridos normales por diferentes sectores de Rancagua.

Pedir y no dar ni escuchar

Los trabajadores reclaman un bono compensatorio de 500 mil pesos (unos US$ 980) para cada uno de los 28 mil empleados y obreros del sector; el ministro de Minería, Alfonso Dulanto, considera no procede y se encontraría fuera del alcance de la empresa. Los funcionarios de la minera estatal aseguran que este bono no puede entregarse, dado que la empresa no está autorizada para disponer de sus excedentes y, además, la relación de estos trabajadores debe darse directamente con las entidades que los contratan.

El gremio amenazó con extender la movilización y no sólo paralizar las actividades, sino también impedir que los demás trabajadores de la minera concurran normalmente a sus trabajos. La paralización de un día de producción de Codelco Norte significa pérdidas de más de 10 millones de dólares y sólo un día de interrupción afecta fuertemente las ventas de la cuprera.

Las exportaciones del mineral, principal recurso natural chileno, representan más del 50 por ciento del total de ingresos que recibe el país y una crisis de esta envergadura agravaría aún más el déficit de las reservas mundiales.

En la noche del jueves 29 de diciembre, en un reportaje en el noticiario del canal propiedad del candidato a la Presidencia de la República Sebastián Piñera, el presidente de la Coordinadora de Contratistas de CODELCO Danilo Jonquera desmintió las versiones que informaron de una adhesión moderada a la huelga nacional de trabajadores contratistas iniciada ese día. «En Rancagua –dijo– marcharon 4.000 trabajadores, no 1.700 como señalaron algunos medios. Por lo tanto, la paralización de los contratistas de El Teniente fue de un 100%», al igual que en la División Andina.

Sobre el argumento de CODELCO relativo a que no corresponde entregar un bono de dinero a trabajadores de empresas externas, el dirigente reveló que «la mina El Teniente ya ha dado cuatro veces bonos» y que eso constituye un precedente en la materia.

Jonquera legitimó la movilización de los contratistas recordando que «la huelga es una herramienta histórica de los trabajadores» y que «es el Estado el que debe asumir su responsabilidad por la privatización de los servicios de CODELCO (…) Hicimos el paro porque nadie nos escuchaba».

Sobre la duración de la huelga el dirigente adelantó que eso se verá una vez que concluya otra reunión programada para el viernes (hoy) con las autoridades nacionales.

Bajan las expectativas de Bachelet

La huelga de los trabajadores de las empresas que prestan servicio a la gigante estatal Codelco amenaza con extenderse y complica seriamente la candidatura presidencial de la oficialista Michelle Bachelet.

El paro, iniciado por alrededor de 4.000 mil empleados y obreros, involucra a dos de las cuatro divisiones de la minera chilena, pero si en las urgentes negociaciones no se solucionan las razones del mismo, se extenderá a todo el país, según fuentes gremiales. El bono exigido por los huelguistas equivale a menos de tres días de producción, pagadero una sola vez.

Pese a que hay consenso en el sentido de que el movimiento se inició en forma pacífica y ordenada, se teme –como ha ocurrido en otras manifestaciones de descontento popular– la acción de grupos violentos infiltrados con el fin de provocar –como también ha ocurrido– el desprestigio del movimiento y la represión policial indiscriminada.

Por ahora la policía sólo informó de pocos los incidentes en la División Andina y El Teniente, donde los trabajadores cortaron carreteras y levantaron barricadas en Rancagua y Los Andes, localidades mineras cercanas para controlar el acceso al mineral. También varios centernares de empleados y familiares rodearon ayer la Gobernación de Rancagua, a unos 85 kilómetros al sur de Santiago, mientras dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores del Cobre ocuparon las oficinas administrativas para exigir ser recibido por las autoridades.

La huelga de los trabajadores de las empresas contratistas no ha interrumpido aún la producción minera, pero no se descarta que en las próximas horas eso ocurra.

Todo lo relacionado con el cobre –al que el presidente Salvador Allende denominaba «el sueldo de Chile»– es asunto sensible en el país, como lo fuera antaño el salitre y en el sur la minería del carbón. La actitud negativa frente a las demandas del equipo ministerial que actúa en el conflicto (los ministros del Interior, Hacienda y Trabajo) amenaza con convertirlo en un asunto que protagonice el tramo final de la campaña presidencial.

La mayor parte de los observadores piensa que, de prolongarse más allá del fin de semana la situación, la gran perjudicada será la candidata presidencial Michelle Bachelet, que representa los intereses de la coalición gobernante. Particularmente irritó a los trabajadores que se los acusara de «chantajear» al gobierno. El delegado de los trabajadores de la división Andina de CODELCO, Ricardo Vergara, admitió que les hubiera gustado poder contar con la comprensión de la coalición gobernante a quien siempre han dado su apoyo.

Sebastián Piñera podría «limpiar» su maltrecha imagen –luego del movimiento surgido en una de las empresas donde posee paquetes accionarios, Lan Chile– y se apresuró a «entregar» su apoyo a la movilización.

Con una pasmosa falta de reflejos, el gobierno sólo atinó, por boca del ministro Scetrario General a advertir que tomará «todas las medidas que correspondan a la ley, y se mantendrá primero el orden, y luego cada uno tendrá derecho a hacer las peticiones que quiera».

Hasta el momento nadie ha precisado si las causas del conflicto son justas o no. Los candidatos presidenciales acordaron un «debate televisivo» para el cuatro de enero de 2006.

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*Fuentes:

Por la Libre (www.porlalibre.org), colega al que agradecemos las primeras informaciones.

– Agencia de noticias Prensa Latina (www.prensalatina.com.mx).

– Periódico Crónica Digital (www.cronicadigital.cl).

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