¿Así que no soy periodista? Una respuesta
Mummia Abu Jamal, estadounidense, si lo es. Está en el corredor de la muerte desde hace 23 años por un crimen que, obviamente, no cometió.
José Couzo, el camarógrafo español, si lo era. Fue blanco de un tanque estadounidense durante la invasión a Iraq el 8 de abril del 2003 en el Hotel Palestina de Bagdad, donde todos sabían que se alojaba la prensa.
Augusto Olivares, chileno, si, lo era. Murió combatiendo al lado del Presidente Allende cuando Pinochet, apoyado por Washington, dirigió el golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973.
Jalil Mohamad El-Zibn, palestino, si lo era. En 2004, fue acribillado a balazos en Gaza por el ejército del régimen israelí, apoyado, armado, mimado por Estados Unidos.
Yunhuan Shau, china, si lo era. Falleció el 7 de mayo de 1999 en el bombardeo a la embajada de su país durante el ataque de Occidente liderado por los Estados Unidos a la capital de Yugoslavia, Belgrado.
Juan Manuel Márquez, cubano, si lo era. Participó en la expedición del Granma que llegó a Cuba el 2 de diciembre de 1956; apresado, fue asesinado por el ejército de la dictadura de Batista, gran amigo de Richard Nixon y que mató a 20.000 cubanos antes de huir con sus esbirros hacia Estados Unidos.
El modo de acción cambió. No soy tan heroica, pero tuve mi Granma el martes 24 de enero en compañía de un 1.399.999 habaneras y habaneros, y mi trabajo fue hacerlo saber al mundo, porque sí ¡soy periodista!
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* Periodista de Radio La Habana.
Artículo distribuido por ALTERCOM, agencia de prensa de Ecuador, comunicación para la Libertad. La agencia rinde homenaje a Carlos Bastidas, periodista ecuatoriano asesinado por la tiranía batistiana, que fue sostenida militarmente por los EEUU. La agencia adhiere a los pedidos de libertad para todas y todos los periodistas presos en el país del norte.