CONSIGNA INTERNACIONAL: CERRAR GUANTÁNAMO
A pesar de las peticiones planteadas oficialmente desde el miércoles 16 de febrero de 2006 por Naciones Unidas y el Parlamento Europeo, el Gobierno de Estados Unidos se negó rotundamente a cerrar el cuestionado centro de detención donde permanecen recluidos alrededor de 500 presos en el marco de la lucha internacional contra el terrorismo.
El Gobierno de Estados Unidos, por tanto, nuevamente quedó en el ojo del huracán a causa de la base-prisión de Guantánamo. Un panel de investigadores de Naciones Unidas, el propio secretario general del organismo multinacional, Kofi Annan, y el Parlamento Europeo reclamaron, en diversos tonos, el cierre del polémico centro de detención. Pero, como ha sido la tónica de su política, Wáshington hizo caso omiso a tales peticiones, rechazando terminante su clausura.
Inicialmente, los primeros llamados de atención fueron formulados por el Parlamento Europeo y cinco relatores de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que pidieron a Estados Unidos el cierre «de inmediato» de la prisión de Guantánamo, ubicada en el oriente de Cuba, y el juzgamiento o la puesta en libertad de los 500 prisioneros que permanecen en sus dependencias, muchos de los cuales llevan retenidos, sin acusación, cuatro años en el marco de la lucha internacional contra el terrorismo que impulsa la Casa Blanca.
Negar, negar, que así algo podría olvidarse
Pero, lo que es peor aún desde una óptica moral, Wáshington calificó como refritos a las acusaciones de que en la cárcel se practican torturas similares a las de la prisión iraquí de Abu Ghraib, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, negó los malos tratos y precisó que «de lo que estamos hablando es que hay allí (en la prisión militar) peligrosos terroristas». Sin embargo, un panel de cinco expertos de la ONU en derechos humanos estimó que el Gobierno estadounidense actúa con estos 500 presos «como juez, fiscal y defensor, lo que viola las garantías del derecho a un proceso justo».
Es por ello que los funcionarios de Naciones Unidas publicaron un informe, de 54 páginas, donde denunciaron que a los prisioneros les son negados los derechos básicos, cuestionan las técnicas utilizadas en los interrogatorios y subrayan que se ha podido constatar por fotos y vídeos el «uso de violencia excesiva».
Los expertos de la ONU criticaron que ciertas formas de interrogación –autorizadas por el Departamento de Defensa de Estados Unidos– violan la Convención contra la Tortura– así como «la ausencia de cualquier investigación imparcial sobre las alegaciones de tortura».
También el Parlamento Europeo pidió el cierre de Guantánamo y el fin del «limbo jurídico» en que se encuentran los prisioneros, reiterando que «todos los prisioneros deben recibir un trato conforme a la legislación humanitaria internacional y ser juzgados en el plazo más breve posible, tras una vista justa y pública a cargo de un tribunal competente, independiente e imparcial».
Interviene lel secteraio general
– con cautela y sin resultados–
Los clamores del Parlamento Europeo y del panel de la ONU fueron secundados horas después por Kofi Annan, quien dijo no estar de acuerdo con todo lo que decía el informe, pero sí con la oposición a tener personas cautivas sin que haya cargos en su contra.
«Creo que más pronto que tarde habrá que cerrar Guantánamo, y creo que tendrá que decidirlo el gobierno (de EEUU). Espero que lo hagan cuanto antes», sostuvo el secretario general de la ONU.
En estos años, según el informe de los relatores en Guantánamo ha habido actos que «equivalen a la tortura», como el uso de perros, impedir el sueño durante varios días seguidos a los presos o su aislamiento prolongado. Algunos de ellos han respondido con huelgas de hambre, que los médicos de la cárcel han interrumpido instalándoles sondas a la fuerza para alimentarlos.
No obstante, algunos prisioneros han logrado salir, ya que entre marzo y mayo de 2004 Estados Unidos liberó a varias decenas de detenidos a los que no pudieron relacionar con acciones terroristas y sólo en julio de ese mismo año se designó al primer tribunal.
Dura crítica de AI
La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) se unió a la petición de la comunidad internacional y señaló a los gobiernos del mundo y a los defensores de los DDHH que exijan a Estados Unidos el cierre del centro de detención de Guantánamo.
«Los gobiernos, los defensores de los derechos humanos y los miembros de AI en todo el mundo deben enviar un mensaje claro a Estados Unidos: que es hora de que Guantánamo desaparezca», manifestó Amnistía Internacional en un comunicado. La organización pro derechos humanos con sede en Londres aplaudió la difusión del informe entregado por un grupo de expertos de la ONU, pero señaló que el caso de Guantánamo «es sólo la punta del iceberg».
Según AI, Wáshington también tiene centros de detención en la base aérea de Bagram, en Afganistán, en Abu Ghraib y en otros lugares de Iraq, y además está implicado en el uso clandestino de instalaciones secretas en otros países.
Todos estos centros deben «abrirse al escrutinio internacional», al tiempo que los detenidos deben poder acceder a la justicia y ser tratados de forma humana, reclamó la organización.
AI remarcó que no se ha permitido que esos centros sean inspeccionados por organismos independientes, incluida la propia AI, y tampoco ha colaborado con la investigación del Consejo de Europa sobre el traslado de sospechosos de terrorismo a terceros países para ser interrogados.
La organización advirtió de que las violaciones de la ley internacional por Estados Unidos en el marco de la guerra contra el terrorismo «tienen un enorme impacto en el mundo», y envía a los gobiernos abusivos el mensaje de que «violar los DDHH es aceptable».
Fuentes: Agencias y organismos internacionales.
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* Dirigente de la Comisión DD.HH. del Partido por la Democracia de Chile.
Especial para Piel de Leopardo.