Bush y su mensaje a Siria: – «DEBE PARAR ESTA MIERDA»

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

(San Petesburgo). Después de tres días de intensas negociaciones, la cumbre del G-8 se cerró ayer con la propuesta firme de acabar con la escalada de violencia en Oriente Medio. La declaración firmada el domingo para poner fin a los enfrentamientos y que contemplaba el envío de la fuerza multinacional tutelada por la ONU fue apoyada ayer en San Petesburgo por su secretario general, Kofi Annan, quien llamó a las partes en conflicto en Líbano a un alto el fuego que permita la instalación de una fuerza que se posicionaría en el sur de ese país.

El secretario general de Naciones Unidas declaró que está a la espera de que los expertos desplazados a la zona le presenten un informe sobre la situación, antes de obtener las conclusiones que se deberán elevar ante el Consejo de Seguridad.

Precisamente, en la cumbre se encontraban cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad –EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido–, por lo que Annan se mostró optimista a la hora de lograr un conjunto de medidas de manera rápida.

Tony Blair señaló que el despliegue de las fuerzas internacionales es la única forma en que se pueden prevenir los bombardeos a Israel desde el sur de Líbano y afirmó que «esta violencia no parará hasta que no se creen las condiciones para su cese», añadiendo que si la ONU logra poner en marcha su plan de acción, todos los países, incluído Irán, tendrán que poner de su parte para que funcione.

Respecto al envío de una fuerza internacional, el presidente francés, Jacques Chirac, consideró que ésta es una medida «muy necesaria» y consideró que «sólo Naciones Unidas» puede realizar esa misión, convencido de que «la situación exige una intervención exterior para frenar las agresiones y asegurar la estabilidad de las fronteras».

El primer ministro italiano, Romano Prodi, anunció que ya le ha pedido a su titular de Defensa que estudie cuántos soldados podría aportar Italia a dicho contingente y el presidente ruso, Vladimir Putin, apuntó que Rusia contribuiría con tropas si la ONU aprobase el despliegue.

El presidente de EEUU, George Bush, prefirió dar su opinión fuera de la rueda de prensa y eligió el almuerzo de clausura, anunciando que su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, podría desplazarse a la zona. Su interlocutor, Tony Blair, contestó diciendo que «eso es lo que importa», deseando suerte a Rice.

Fue entonces cuando un Bush en su estado puro añadió que «lo que tienen que hacer es decirle a Siria que le diga a Hizbulá que pare toda esta mierda». Momentos después, Tony Blair se dio cuenta de que el micrófono de la mesa estaba abierto y lo cerró, consciente de que las palabras de Bush habían llegado a los oídos de los periodistas.

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* Periodista. En el diario español La Razón.

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