Paraguay: – LA AMENAZA MILITAR EN LA REGIÓN

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

La base aérea Mariscal Estigarribia se encuentra a 200 kilómetros de Bolivia y Argentina, y a 320 km de Brasil, muy cerca de la triple frontera donde confluyen Brasil, Paraguay y Argentina. Las reservas de gas natural de Bolivia son las segundas más grandes de Suramérica, mientras que la región de la triple frontera alberga al Acuífero Guaraní, una de las fuentes más importantes de agua dulce del mundo.

No es sorprendente que la retórica de EEUU edificara una amenaza terrorista en la región de las tres fronteras. Dangl dio a conocer informes de funcionarios del Pentágono alegando que Hezbollah, Hamas y otros grupos islámicos radicales del Oriente Medio reciben financiamiento significativo desde la triple frontera y de ese malestar cada vez mayor en esta región podría surgir un agujero negro político que corroería los esfuerzos democráticos. Dangl observó que a pesar de las frecuentes tentativas de ligar redes del terror al área de la triple frontera, hay poca evidencia de una conexión real.

La proximidad de la base con Bolivia puede causar aún más preocupación. Bolivia tiene una larga historia de protestas populares contra la explotación de EEUU de sus extensas reservas de gas natural. Pero los resultados electorales ciertamente han intensificado las hostilidades de EEUU porque el nuevo presidente izquierdista Evo Morales firmó el 1o de mayo de 2006 firmó un decreto que nacionaliza todas las reservas de hidrocarburos de Bolivia. (2)

Cuando el secretario de Defensa Donald Rumsfeld visitó Paraguay en agosto de 2005 dijo a los reporteros que «ciertamente allí está la evidencia de que Cuba y Venezuela han estado implicadas a su manera en la situación en Bolivia». Analistas militares de Uruguay y Bolivia sostienen que EEUU utiliza a menudo la amenaza de terrorismo como excusa para la intervención militar y la apropiación de recursos naturales.

Base de gran tamaño*

Una periodista que escribe para el diario argentino Clarín visitó la base Mariscal Estigarribia e informó que estaba en perfectas condiciones operacionales; su aeropuerto tiene capacidad suficiente para atender grandes aviones militares, es el de mayor tamaño de la fuerza aérea paraguaya –que sólo tiene un puñado de aviones pequeños– y su pista es más grande que la del aeropuerto internacional de Asunción, la capital del país. La base puede albergar 16.000 efectivos, posee un enorme sistema de radar, grandes hangares y una torre de control de tráfico aéreo. Cerca de la base, un campamento militar que crece constantemente de tamaño.

Hallinan observó que los vecinos de Paraguay son muy escépticos ante la situación, pues hay una semejanza perturbadora entre las negaciones de EEUU sobre Mariscal Estigarribia y las negativas del Pentágono respecto de la base aérea Eloy Alfaro en Manta, Ecuador. EEUU aseguró que la base de Manta era una instalación usada para vigilancia meteorológica. Sin embargo, cuando los periodistas locales revelaron su tamaño, EEUU admitió que cobija a millares de mercenarios y a centenares de tropas de EEUU, y que Washington había firmado un acuerdo por diez años con Ecuador. (3)

Mientras Paraguay rompe con sus vecinos permitiendo que EEUU realice operaciones militares en el corazón de Suramérica, Logan y Flynn informan que las organizaciones no gubernamentales paraguayas protestan ante la nueva presencia militar de EEUU en su país, advirtiendo que los recientes movimientos podrían poner los cimientos de una expansión de la presencia y la influencia de EEUU en la región entera. Quizás las palabras más fuertes vienen del director de la organización paraguaya de derechos humanos Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Orlando Castillo, que asegura que EEUU aspira a convertir a Paraguay «en un segundo Panamá para sus tropas y no está lejos de alcanzar su objetivo de controlar el Cono Sur y extender la guerra de Colombia».

Actualización de Benjamín Dangl

La elección de Evo Morales en Bolivia –en diciembre de 2005– atrajo más atención a la presencia militar de EEUU en el vecino Paraguay. Morales nacionalizó las reservas de hidrocarburos del país y ha consolidados los lazos con Cuba y Venezuela para construir una economía más sustentable. Tales políticas no se han recibido con agrado en Washington. Respondiendo a esta tendencia progresiva, el 22 de mayo de 2006 George Bush dijo estar preocupado «por la erosión de la democracia» en Venezuela y Bolivia.

El presidente venezolano Hugo Chávez, víctima él mismo de un golpe respaldado por EEUU, retrucó los comentarios de Bush diciendo: «Le está dando ya luz verde al comienzo de la conspiración contra el gobierno democrático de Bolivia».

Las tropas de EEUU estacionadas en Paraguay pueden ser utilizadas para tal intervención. Sin embargo, informes de organizaciones de derechos humanos sugieren que la presencia militar de EEUU ya ha dado lugar a derramamientos de sangre.

Paraguay es el cuarto productor más grande de soja en el mundo. Mientras esta industria se expande, se fuerza a los campesinos pobres a abandonar sus tierras. Estos agricultores han organizado protestas, bloqueos de caminos y ocupaciones de tierras oponiéndose a su desplazamiento –y hacen frente a la subsecuente represión de militares, policía y fuerzas paramilitares–.

Las investigaciones del SERPAJ, un grupo de derechos humanos en Paraguay, señalan que los peores casos de represión contra los campesinos tuvieron lugar en áreas colindantes con la más alta concentración de tropas norteamericanas. Esta violencia produjo las muertes de 41 de ellos en tres zonas distintas.

«El ejército americano está asesorando a la policía paraguaya y al ejército sobre cómo tratar con éstos grupos de granjeros», me dijo por teléfono Orlando Castillo, del SERPAJ. Explicó que las tropas de EEUU monitorean a los campesinos para obtener información sobre sus organizaciones y dirigentes sindicales, y entonces instruyen a los oficiales paraguayos acerca de cómo proceder. «Los números de nuestro estudio muestran qué está haciendo esta presencia norteamericana», dijo Castillo.

El gobierno de EEUU sostiene que los ejercicios militares en Paraguay son esfuerzos humanitarios. Sin embargo el portavoz del parlamento paraguayo, senador Alejandro Velásquez Ugarte, señala que de los 13 ejercicios que realizan solamente dos son de naturaleza civil.

Esta presencia es un ejemplo del esfuerzo de contra-insurrección del gobierno estadounidense en América Latina. Tales entrenamientos tienen una larga y sangrienta historia en la región. En la actualidad la justificación es la amenaza del terrorismo en lugar del comunismo. Como los cambios en América Latina van más allá de los intereses de Wáshington, sólo es probable que tal militarización vaya en aumento.

Los medios de comunicación corporativos estadounidenses, así como los medios de comunicación paraguayos, han ignorado esta noticia a todo lo largo de las recientes operaciones militares. La atención de la mayoría de los titulares está centrada en el fútbol, no en los campesinos muertos ni en los planes para un golpe.

Para los informes actualizados sobre la militarización estadounidense de Paraguay y de otras latitudes, ver aquí un sitio web del activismo político en América Latina, y también www.towardfreedom.com.

El libro de Benjamín Dangl The Price of Fire: Resource Wars and Social Movements in Bolivia (El precio del fuego: recursos de guerra y movimientos sociales en Bolivia), a publicarse en enero de 2007 por AK Press, incluye extensas investigaciones sobre las operaciones militares estadounidenses en Paraguay. Las ideas para la acción incluyen la organización de protestas y la escritura de cartas a la embajada norteamericana en Paraguay.

Actualización de Conn Hallinan

Mi artículo fue escrito a fines de noviembre de 2005 durante el desarrollo de las elecciones bolivianas. En esa campaña, el líder indígena Evo Morales, un feroz crítico del neoliberalismo de Wáshington, dijo que las políticas de libre comercio tienen en la pobreza a decenas de millones a través de América Latina. La administración Bush, que no sólo es abiertamente opuesta a Morales, hizo crecer el problema del «terrorismo» en la región y comenzó a edificar una fuerza militar en el vecino Paraguay.

Hubo numerosos acontecimientos importantes desde fines del año pasado. Morales ganó la elección y la industria petroquímica de Bolivia fue nacionalizada. En el pasado, una acción así podría haber desencadenado que EEUU patrocinara un golpe o, por lo menos, un mutilador embargo económico. Las compañías extranjeras de gas y petróleo intentaron inmediatamente introducir una cuña entre Bolivia y otras naciones de la región amenazando con detener las inversiones o retirarse completamente. Esto incluyó parcialmente a compañías de propietarios de Brasil y Argentina.

Pero América Latina es un lugar muy diferente en estos tiempos. Tres días después de la nacionalización del primero de mayo de 2006, los presidentes Néstor Kirchner, de Argentina; Lula Da Silva, de Brasil; el venezolano Hugo Chávez y Morales se encontraron en Puerto Iguazú y llegaron a un acuerdo para ayudar a Bolivia a desarrollar sus recursos manteniendo entretanto la armonía regional. Como resultado, hoy es probable que las compañías petroquímicas extranjeras permanezcan en Bolivia, aunque ahora pagarán cuatro veces más que lo estipulado bajo los viejos acuerdos. Y si deciden irse, los chinos y rusos están a la espera con las alas desplegadas.

La situación todavía es delicada. El ministro de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, comparó recientemente a Chávez con Adolfo Hitler y lo vinculó con Fidel Castro y Morales. La ayuda de EEUU está fluyendo a los ejércitos de Colombia y Paraguay, mientras la Casa Blanca continúa usando fuerzas privadas para intervenir en la guerra civil colombiana. Entretanto, existe una solidaridad creciente entre las naciones del Cono Sur, aunque algunas de sus economías estén delicadas.

Ecuador está sacudido al presente por demostraciones que exigen la expulsión de las compañías petroleras extranjeras y un término de las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con EEUU. Ésta es una historia en desarrollo. Mientras los medios de comunicación alternativos continúan cubriendo esa información, los grandes medios corporativos los han ignorado completamente.

Sin embargo, hubo una nota que pudo leerse en los grandes diario de la corriente principal: Financial Times resaltó una votación del Latín-Barómetro indicando recientemente que la mayoría de los países de América del Sur rechazarían la «democracia» como forma de gobierno. Pero desde que se vendió como democracia el libre mercado y el neoliberalismo –políticas económicas que rechaza de manera aplastante la mayoría de los latinoamericanos del sur– «la encuesta midió la adhesión al autoritarismo o un rechazo a políticas económicas falladas». Hay que pisar con cuidado.

Para mantenerse informado sobre las novedades en esta área, visite el sitio web del Observatorio de la Escuela de las Américas (que tiene una sección en castellano): www.soaw.org/new y el Global Exchange (Intercambio Global): www.globalexchange.org o contáctese con Conn Hallinan: connm@ucsc.edu.

Fuentes

–Upside Down World, October 5, 2005: «Fears mount as US opens new military installation in Paraguay», por Benjamin Dangl.

–Foreign Policy in Focus, November 21, 2005: «Dark Armies, Secret Bases, and Rummy, Oh My!», por Conn Hallinan.

– International Relations Center, December 14, 2005: US Military Moves in Paraguay Rattle Regional Relations»: por Sam Logan and Matthew Flynn.

Evaluación de la facultad por Patricia Kim-Ragal Student Researchers: Nick Ramirez and Deyango Harris.

Notas

(1) Autores fuente
– Benjamin Dangl es un periodista de Nueva York que reside en Bolivia, interesado en América Latina; ha viajado para escribir sobre los movimientos sociales en Argentina, los recursos naturales de Bolivia, los derechos humanos en Chile, los medios en Cuba y política venezolana.
Para más información, ver aquí .

– Conn Hallinan es analista de política extranjera para Foreign Policy in Focus y enseña periodismo en la Universidad de California en Santa Cruz.
Ver artículo original aquí.

– Sam Logan vive y trabaja como periodista y escritor en América Latina desde 1998, habiendo vivido en Costa Rica, Chile, Brasil y Argentina. Colabora con el Internacional Relation Center desde Río de Janeiro, donde reside actualmente.

Ver su página.

– Matthew Flynn es un periodista independiente que reside en Brasil, graduado en la Universidad Georgetown y en la London School of Economics. También ha escrito Internacional Relation Center sobre políticas de comercio brasileñas y el plan mexicano-estadounidense Puebla Panamá.
Ver esta página.

(2) «Bolivian Gas War», www.wikipedia.org/, May 2006.

(3) Para las semejanzas entre la base aérea de Manta, en Ecuador, y el desarrollo de la situación actual en Paraguay, véase Proyecto Censurado 2006 Nº 7 en www.argenpress.info/nota.asp?num=028446).

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foto
* Traducido para la agencia Argenpress por Ernesto Carmona, que organizo la informacion de UpsideDownWorld.org, Project Censored y los autores arriba mencionados.

Puede leerse en esta revista también, La base anti droga en Paraguay aquí.

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