Otoño en Bruselas. – SALÓN DEL VINO, INCLUSO DE MEMBRILLO
En una superficie de más de 10.000 mts.2, en el centro neurálgico de Europa, 250 expositores y 22 países vinícolas ofrecieron lo mejor de sus viñas. En esta oportunidad el país invitado fue Portugal. Uno de sus productores –Duarte Leal Da Costa– de ERVIDEIRA, nos habló de la generosidad de las calientes tierras del sur de Portugal –las mismas que fascinaron a Europa luego del estreno del filme Sostiene Pereira, basado en la novela del escritor italiano Antonio Tabucchi. En esta oportunidad la fascinación fue otra, causada por sus distinguidas cepas.
Los vinos españoles volvieron a alzar la frente. Tras haber estado de capa caída en las ediciones 2004 y 2005, este año se produjo una explosión de nuevas cepas y los afamados riojanos se presentaron con una gran variedad y la calidad que los distingue como unos de los grandes del mundo.
Los vinos chilenos, por su parte, acapararon la atención y sedujeron al público del salón y –cosa curiosa– a los importadores belgas, que son principalmente de la región flamenca. Al parecer, los flamencos son menos tradicionalistas y encontrar vinos de excelencia que compitan con las viñas francesas es un desafío que los estimula; cabe señalar que Chile es el cuarto distribuidor de vino en Bélgica.
Sven Du Bois, asistente comercial de Pro–Chile, nos explicó que el éxito de la imagen proyectada por Chile en este salón fue el resultado de meses de trabajo y del apoyo a una iniciativa presentada por la oficina de Pro-Chile Bélgica. Efectivamente, pese a que el país invitado era otro, Chile con su nueva imagen «Chile allways surprising» (Chile, siempre sorprendiendo) destacó fuertemente por presencia y por la gran variedad de viñas que participaron.
Una de las cadenas de supermercados más importantes de Bélgica: Delhaize, presentó productos de Las Rosas y Undurraga. Por su parte Roland Batsleer, flamenco de Chileboutique, nos hizo descubrir nuevas viñas de una calidad vinícola sorprendente y además nos regala con la importación para Bélgica de Pisco Bauzá. A esto, podemos agregar una sorpresa para los conocedores: a partir de noviembre el mercado belga podrá degustar la fineza del pisco Horcón Quemado, que se destila artesanalmente en un centenario alambique de cobre calentado a leña.
El origen de este destilado se remonta a 1904, cuando el emigrante mallorquín –y en Mallorca se sabe de beber– Francisco Bou Suñer elaboró sus primeros aguardientes. El maestro destilador que elabora el Horcón en la actualidad, Francisco Mulet, es nieto de esos viajeros de Mallorca que se afincaron en el norte chileno. Este pisco –con un año de guarda– es equilibrado, suave y untuoso, con matices almendrados y de vainilla. Se aprecia solo, en «chupito», o en el cóctel pisco–sour.
Otras viñas chilenas se lucieron con la degustación de sus productos, y los valles de Colchagua, Limarí, Maipo, Aconcagua, Cachapoal, Choapa y Casa Blanca demostraron que el país posee clima y terrenos privilegiados, el know how, la paciencia y el entusiasmo para el cultivo de viñedos de la más alta calidad.
Megavino 2006 acogió también la presencia de vinos argentinos; la importadora El Beso, a través de su representante Julieta Pancolini, dejó bien en claro que la vertiente oriental de Los Andes han tomado en serio su inserción en esta industria bajo los conceptos del arte de saber vivir, los placeres de la buena mesa y el compartir un buen mosto.
Una maravilla sin uva.
Los belgas, por su parte, ofrecieron una exquisita sorpresa. Un vino que ha sido destacado por la crítica especializada y que mereció –sin dudas– la medalla de bronce que se adjudicó en el Concurso Mundial de Bruselas 2002. Se trata de un vino de membrillo. Sí como lo lee. El tradicional fruto infaltable en las colaciones escolares y que bien golpeado y con una pizca de sal sabe a maravillas, ha sido destilado por la creatividad belga desde tiempos antiguos.
Esta receta pasada de generación en generación, cuyo método es idéntico al destilado de la uva, ha llegado a ser confundida con vendimias tardías de Riesling y acompaña deliciosamente paté de foie gras, pollo con frutas exóticas o la tradicional receta belga de queso de cabra caliente con miel.
Los amigos de Dionisio deben prepararse para la edición Megavino 2007, porque todo indica que la generosidad de los viñedos continuará en ascenso.
Chile: el nuevo No 2**
Santa Rita, la conocida casa de vinos, se convierte en la segunda bodega más grande de Chile. Casi duplicarán el terreno de sus viñedos al adquirir al menos 1.600 hectáreas en los valles de Pumanque y Limarí.
Es lógico para Santa Rita invertir en la región de Limarí. El valle –situado a 400 km. al norte de la capital Santiago– posee un magnífico microclima y alberga una industria vinícola en pleno ascenso. La viña adquirió aquí, 470 hectáreas de viñedos potenciales; 65 hectáreas ya fueron plantadas con cepas Chardonnay, Syrah, Carménere y Cabernet-Sauvignon. br>
La región de Pumanque es una inversión a futuro ya que por el momento no hay viñas en esos terrenos. Para desarrollarlas Santa Rita recurrió a una proeza técnica: un acueducto de 10 kilómetros de longitud que ya estaba instalado, y la creación de un depósito de agua.
Pumanque es además un mosaico de micro–regiones sobre el que se dice que la bodega va a utilizar como terreno de experimentación de nuevas variedades de uvas. Por el momento, el campo de plantación está en proceso, pero los primeros productos de Limarí son esperados para 2009.
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* Periodista.
** Artículo aparecido en el sitio Web de Megavino 2006 ( www.megavino.be). Traducción de P.P.
Addenda
– Sobre vinos argentinos: www.el–beso.com.
– Sobre vinos portugueses: www.ervideira.pt.
– Sobre vinos chilenos en Bélgica:
www.chileboutique.com
www.gustoworld.com
www.delhaize.be
www.cinoco.com
www.wijnenherman.be.