Argentina. – UN CURA PRESO, EL CARDENAL, LA MENTIRA Y EL DEMONIO

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

El venerable cardenal Bergoglio –también pronunciado «Ver-coño», o «Vergoña»–, confesor y asesor espiritual de la venerable vicejefa de gobierno electa, asesor espiritual del venerable jefe de gobierno electo, citó al Demonio como responsable de la mentira, que sería causa de nuestros males profundos.

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–Todos sabemos –dijo Bergoglio (der.)– que hay alguien que no quiere la verdad y Jesús le puso un nombre a quien nos dibuja escenarios de mentira: es el Demonio. Nos engaña. Nos promete y no nos paga. Es el padre de la mentira.

¿Quién es el padre de la mentira? La pregunta recorre como un fantasma la República Argentina.

Una respuesta va siendo vox populi (vox demonii): el cardenal Ver-coño se referiría a Néstor Diablirchner, el padre de la mentira, que nos engaña a través del Indec, que mantiene el precio del dolar fijo tantos años sólo como señuelo para ilusos, mientras nos sube el precio del tomate. ¡Así que no era el precio del dolar el que había que dejar fijo para que no haya inflación! Cavallo debió haber fijado uno a uno el peso con la cotización del tomate.

¡El tomate! Esa verdura que no es verde como el dolar sino roja como el infierno, que es rojo como el comunismo.

Pero ya volverán los verdes dolares de nuestros Bancos sus nidos a colgar, y como en el 2001, volarán. Y habrá tomates, la Argentina estará llena de tomates, el pueblo podrá comprar ¡tomates!

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El venerable sacerdote Von Wernich (achtung! (izq.)) citó en el tribunal que lo juzgó por su aterradora conducta criminal al venerable cardenal Vergoña, volviendo a llamar a su común amigo el Demonio. El cura Von Demonio citó al cardenal Bergoglio que citó al Demonio como responsable de la mentira, que sería la causa de nuestros males profundos.

Pero la venerable dama vicejefa de gobierno y el venerable caballero jefe de gobierno, ambos electos, asesorados espiritualmente por el cardenal Demonio, van a hacer un cambio en la ciudad, más precisamente en el Banco Ciudad, del que sacarán todos los dólares y al que llenarán ¡de tomates!.

Y pronto llegará el 25 de mayo de 2008, día en que en procesión la cristiandad porteña irá a Devoto a liberar al Cura Von Wernichgoglio, y la Policía Porteña (ex-Federal) reprimirá a los cartoneros que querrán levantar los tomates del suelo, mientras la devota Carrió nombrada presidenta honoraria del desfile militar devolverá la dignidad a las Fuerzas Armadas.

El liberado cura Von Demonio, junto con el cardenal Ver-coño harán su homilía en la Catedral, donde bendecirán las armas de la ex-Policía Federal. Y la ensalada mixta, con tomate, volverá a la mesa familiar.

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* Hallazgo encontrado en Chismedia, foro virtual de intercambio y opiniones que integran básicamente periodistas argentinos.

evarow@fibertel.com.ar.

Addenda

Para ilustración del lector no conocedor de la Argentina:

– Jorge Mario Bergoglio es el cardenal arzobispo de Buenos Aires. Se lo estima un representante del sector tradicionalista y de derechas de la Iglesia; el otro cura mencionado es Christian von Wernich, del que se dan noticias en los próximas líneas.

– El Jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el empresario y político derechista Mauricio Macri; la Vice jefa, su aliada política Gabriela Michetti, que se identifica con el pensamiento social-cristiano.

– Néstor Diablirchner acaso Néstor Kirchner, actual Presidente de la República que ha tenido algunas diferencias de juicio con sectores de la Iglesia romana.

–La Devota Carrió esconde –pero poco– a Elisa Carrió, que fuera en su juventud reina de belleza y posteriormente militante del Partido Radical; en la actualidad dirige su propia tropa política, se declara católica y es candidata a la Presidencia.

Los cartoneros son pobres, muchos de ellos recogen cartones y otras basuras para sobrevivir desde la crisis de 2001.

Christian von Wernich

a agencia periodísitica argentina Rodolfo Walsh informó el nueve de octubre de 2007:

En una sentencia histórica, por ser la primera vez en que un miembro de la jerarquía católica es condenado por los crímenes de la dictadura militar, el Tribunal Oral 1 de La Plata condenó al sacerdote Christian von Wernich a cadena perpetua por el asesinato de siete personas y la tortura de otras 30, además de 42 casos de secuestro.

Von Wernich, según quedó demostrado en el juicio, utilizaba su condición de cura para sacar información a sus víctimas en diferentes centros clandestinos de detención. Era, además, el confesor del siniestro Ramón Camps, dueño de la vida y la muerte en la provincia de Buenos Aires durante el régimen.

Durante tres meses más de cien testigos relataron cómo Von Wernich los visitaba en los centros de detención donde se encontraban y trataba de convencerlos para que revelaran lo que sabían a sus torturadores, a quienes daba ánimo en la tarea.

«Tu vida depende de Dios y de que colabores», decía el cura, que también justificaba el secuestro de chicos con el argumento de que «los hijos tienen que pagar las culpas de sus padres».

En la sala de audiencias siempre lució el alzacuellos eclesiástico y un chaleco antibalas. «Von Wernich no tenía escrúpulos y usaba su investidura de sacerdote para colaborar con la dictadura. Era parte del grupo itinerante que recorría los centros clandestinos de de detención. Era parte de la tortura. Con su sotana manchada de sangre justificaba a los que torturaban y cometían delitos de lesa humanidad incitando sus prácticas y reiteración», dijo en su alegago el abogado Alejo Ramos Padilla, quien representó a la familia del periodista Jacobo Timmerman.

Antes de la sentencia, el sacerdote tomó la palabra, se defendió y pidió “reconciliación». Muchos de los familiares de las víctimas le gritaron «¡asesino, asesino!». Durante la tarde, la Justicia les dio la razón con una condena “ejemplar”, según consideró Adriana Calvo, de la Asociación Ex Detenidos-Desaparecidos.

Hasta aquí el cable.

El cura en cuestión fungió como capellán de la Policía Federal Argentina durante los años de dura represión; se refugió en Chile luego de la caída de la dictadura ejerciendo de párroco –la única vez que lo hizo en su carrera eclesiástica– en el balneario de El Quisco, en la costa central, a pocos kilómetros de Isla Negra, donde residió Neruda, bajo el nombre de Cristián González; identificado, tras un proceso debió regresar a la Argentina en 2003. La Iglesia romana en Chile nunca dio explicaciones.

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1 comentario
  1. matias Galli dice

    Ojalá lleguemos a presenciar la extinción de la organización delictiva conocida como «iglesia católica». Y de todas las demás religiones, de una buena vez.
    Supresión del artículo segundo de la constitución por escandaloso, y ley de aborto ya.
    Por una nueva ILUSTRACIÓN, ¡salud!

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