Venezuela. – EL VALOR DE LA CALMA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Buena parte de los larenses nos sabemos de memoria los versos de Pío Tamayo a la Reina Beatriz I. Al menos los de mi generación llevamos siempre el poema, un tanto oculto y misterioso –no había otra manera– , que nuestro paisano tocuyano dedicó a aquella muchacha a quien identificó con la libertad. No bastó hacerlo difícil, pues de todas maneras terminó en la cárcel aquel marxista que habría de morir joven, pero que recordamos con gran amor y aún conmoviéndonos cada vez que recitamos sus versos.

Ese poema, por encima de cualquier discurso, encendió a una generación y todavía debe encender a otras.

La voz de Pío –encomendada la tarea al poeta– se constituyó en el rotundo no de una generación a una dictadura.

Yo llegué de ese altiplano
a avivarme en mis hermanos
los de la Universidad

Es que la voz de Pío Tamayo repica en nuestras mentes y corazones cuando vemos lo que pasó con un par de estudiantes de la Universidad Fermín Toro (allí fui profesor). Los dos muchachos salían de un centro comercial de Barquisimeto, fueron detenidos por dos sujetos con pasamontañas, introducidos en una camioneta negra sin placas, golpeados inmisericordemente, interrogados sobre la dirección del movimiento estudiantil larense y quemados sus brazos con cigarrillos. ¿Quién puede cargar álbumes con las fotografías de los dirigentes estudiantiles? ¿Quién puede preguntar sobre direcciones personales y responsabilidades en la conducción del movimiento? ¿Quién está tan interesado en determinar información sobre los líderes universitarios?

Las respuestas son obvias, como es obvio que estos dos muchachos fueron torturados. Esto se llama tortura, aquí y en cualquier parte. Se ha torturado a dos estudiantes.

Sangre en sangres dispersas,
almagre oscuro y fuerte,
estirpe jirajara,
cacique Totonó;
baile de piaches, rezo de quenas,
Soy un indio Tocuyo
yo.

La furia sobre la Universidad Monte Ávila no tiene parangón. Los muchachos reparten volantes y hasta cordializan con los policías, hasta que llega la orden de arremeter contra ellos, con saña y brutalidad. ¿Quién toma el celular y da la orden de atacar a esos muchachos con todo el poder represivo? ¿Quién es el enfermo que piensa que esos ?hijitos fascistas de papá y mamá? deben ser reducidos por el «terrible crimen» de llamar a votar No ¿Quién es el jefe supremo de esa policía que manda todos los instrumentos de la represión a golpear a esos muchachos quizás pensando que le está dando en el alma al Opus Dei o a la Iglesia? Es un enfermo, sin duda, un verdadero fascista vestido de rojo.

¿Quién ha dicho que el fenómeno de las pandillas es, con exclusividad, el problema número uno de Centroamérica? ¿No es acaso un pandillero el que alega que el jueves 29 no se permitirá a la oposición realizar su anunciado mitin en la avenida Bolívar porque ese día ocuparán ese espacio que –según se alega– pertenece a la revolución?

El jefe máximo arguye que «Miraflores es territorio liberado». Podemos aceptárselo, pero recordando que el palacio ocupa unos cuantos metros cuadrados y el país millones y que su territorio liberado es una insignificancia ante la magnitud de la nación. ¿No es acaso un émulo de Juan Vicente Gómez quien –ante la inminencia de la derrota– dice que se pondrá a buscar sucesor, afirmación hecha entre un chantaje afectivo que no le produce resultado y un desvarío gomecista de poner a alguien en la presidencia mientras él se retira al interior hasta cuando le de la gana de regresar al poder?

Es ahora cuando se debe apretar los dientes y conservar la calma. Ya lo advertí: la guerra psicológica tratará de llevarnos a callejones sin salida y las provocaciones procurarán el caos. Es correcta la decisión de aplazar el gran acto del Bloque del No. Si quieren la avenida Bolívar el 29 allí la tienen. Si siguen poniendo obstáculos con razonamientos de patotero, pues se cambia la sede. Hay que mantener una calma que sólo puede darnos la profunda conciencia de que el objetivo es llegar al domingo dos de diciembre y votar No.

La abstención se ha reducido al mínimo. Hablo con infinidad de amigos que eran abstencionistas y ahora van a votar, pero no creen en que la victoria será reconocida. Las encuestas dicen lo mismo: la votación a favor del No crece, pero pocos creen en la victoria. No hemos tenido mentalidad victoriosa y hay que construirla. Cuando uno va a ganar debe tener presente el valor de la calma. Y que no se atrevan a la marramucia. Como ya lo advirtieron los dirigentes estudiantiles ¡Mucho cuidado!

En 1957 Luis Herrera Campins, desde el exilio, escribió: «En la realidad venezolana, la abstención no solo es una posición romántica, equivocada y teórica, sino también una deserción política llamada a allanar el camino de la prolongación dictatorial». Los hechos le dieron la razón. Ahora mismo debemos apelar a todos los resortes de la calma, de una mentalización profunda que se traduce en un «debemos llegar al domingo 2». No hay más, llegar y sembrarse en la calma de los músculos tensos. Dos pasos al mismo tiempo no se dan. Primero un pie y después el otro.

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* Escritor.

tlopezmelendez@cantv.net.

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