Longhorns -cornilargos- se llamaron los rebaños de ganado semi silvestre del sudoeste de EEUU durante el siglo XIX; eran descendientes de las díscolas vacas españolas. Los demorosos arreos desde las praderas hasta los centros de consumo enmarcan buena parte de la saga del viejo y lejano Oeste norteamericano.
Tal es el nombre de código elegido por Microsoft para su nuevo sistema operativo destinado, en esta versión, a usuarios domésticos de computadoras que utilizan el soft de la empresa. Se lee en el Washington Post que la decisión de Microsoft de poner en venta el nuevo sistema operativo omitiendo un recurso importante, WinFS, que permite seguir el curso de lo almacenado en el disco duro, revela la urgencia de la industria por conseguir compradores para sus productos.
Microsoft asegura que en el trascurso de los próximos meses ofrecerá a sus clientes el WinFS y otras funciones del Windows OS. Longhorn es la mayor puesta al día del sistema desde que, hace cinco años desarrolló Windos XP. Se estima que las empresas cambian sus equipos alrededor de cada tres o cuatro años, y los usuarios particulares cada cinco.
Una manzana en París
El martes, en la calurosa París, Apple Computer volvió a remecer el universo PC con la presentación en sociedad de su renovada línea iMac. Lanzado en 1998 el computador con cubierta de carbonato coloreado y «todo en uno» -con un procesador G3- vendió en los primeros meses unos seis millones de ejemplares en Estados Unidos.
El nuevo iMac G5 es una sorpresa. La primera pregunta que surge es ¿dónde está la máquina?. La máquina en apariencia es sólo un monitor con cubierta de aluminio -de 17 o 20 pulgadas- y no más de cinco centímetros de ancho. El procesador mínimo opera a 1.6 Ghz. La versión más económica -US$ 1.299- tiene incoprado un disco rígido de 80 GB.
Como es habitual en la firma desde los hoy prehistóricos modelos Quadra 840 AV, el nuevo Macintosh viene preparado para multimedia y alta «performance» en la navegación por internet.
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