Entrevista: ser campesino, estar maniatado, reprimido, a punto de ser cazado

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Del 20 al 25 de junio en Indonesia más de un millar de delegados campesinas y campesinos –de África, Asia, Europa y Latinoamérica– se reunieron en la Conferencia Internacional sobre derechos campesinos, que nace de la iniciativa de los pueblos, para producir una Declaración sobre Derechos Campesinos encaminada a la Convención de Derechos Humanos dentro del sistema de las Naciones Unidas.

Y si bien fueron los campesinos y campesinas de Asia quienes más se destacan en la formulación de una propuesta repecto de sus derechos, no es menos cierto que sus pares de América se encuentran en los últimos peldaños de la explotación y la persecución –que a veces no es sólo la irracionalidad de la matanza, sino que se viste con las razones de la "modernización del agro".

Entre los principales contenidos de la Convención de los Derechos Campesinos están:

– el derecho a un estándar de vida,
– el derecho a los recursos agrarios,
– el derecho a utilizar y sembrar sus propias semillas y desarrollar la agricultura tradicional,
– el derecho a la diversidad biológica y el derecho a la libertad de asociarse sin trabas.

Cabe señalar que las campesinas y campesinos, muchos que padecen por habérseles quitado su tierra, trabajadores rurales, pueblos indígenas y agricultores de pequeña y mediana escala, significan casi la mitad de la población mundial y constituyen el eje central de los sistemas alimentarios.

En muchos países incluso se dispone la prohibición de mantener, preservar, intercambiar y cultivar nuestras propias semillas. Se les niega que posean conocimientos y sabidurias –lo que contribuye poderosamente al empobrecimiento de la vida rural y la riqueza de los traficantes de semillas producidas por laboratorios transnacionales que entraron y entran a saco en esos conocimientos y sabiduría para luego patentarlos fomentando los monocultivos –con la subsiguiente pérdida de muchas especies y de la biodiversidad en general.

A la luz de las amenazas impuestas por el actual ataque neoliberal capitalista sobre los sistemas locales alimentarios y sobre el campesinado en general, hacemos un llamado a unir fuerzas en aras del bien de la humanidad.

En un contexto especial representantes del mundo campesino colombiano mantuvo una entrevista en Bélgica Teófilo Acuña, de Bolìvar, Colombia, con Patricia Parga-Vega, que se reproduce en exclusiva por gentileza de la periodista.
aquí.

 

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