
El activista medioambiental noruego Kurt Oddekalv afirmó, por su parte, que el salmón de criadero es uno de los alimentos más tóxicos del mundo, puesto que su producción es «un desastre tanto para el medio ambiente como para la salud humana».
Por su parte, Anne-Lise Birch Monsen, bióloga de la Universidad de Bergen, en Noruega, fue contundente: «No recomiendo que las mujeres embarazadas, los niños o los jóvenes coman salmón de granja. Es impredecible, tanto en la cantidad de toxinas que contiene como en la forma en que afecta al organismo de esas personas».
Añadió que los contaminantes detectados en el salmón de crianza tienen un efecto negativo en el desarrollo del cerebro, están asociados con el autismo y afectan a otros sistemas orgánicos del sistema inmunológico y el metabolismo del cuerpo.
Ante este panorama, algunos expertos recomiendan estar atentos a lo que comemos y saber exactamente de dónde viene y qué contiene.
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