Venezuela: diccionario y gramática para la lengua jodï

1.810

Corneta*

En la Guayana venezolana, que se extiende desde el suroeste del estado Bolívar y el noreste del estado Amazonas, habita una etnia indígena poco conocida: los jodï, poco más de mil personas distribuidas en 25 comunidades y de tradición lingüística fundamentalmente oral. Ya cuentan con un texto de gramática y un diccionario bilingüe publicados por el fondo editorial del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas.

 

En la actualidad los jodï reconocen la necesidad de enseñar y mantener un registro gráfico de su propia lengua de manera sistemática, coherente y organizada, al mismo tiempo que aprenden el idioma castellano como la vía más expedita para interactuar con el resto de la sociedad, convivir en armonía y defender sus derechos ante la ley.

Este proceso de enseñanza-aprendizaje ya es posible gracias a la publicación de dos libros didácticos: el primer Diccionario Básico xastellano-jodï y la Estructura básica del verbo jodï, editados por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) a través de su fondo editorial Ediciones IVIC.

La idea de llevar la lengua jodï de la palabra hablada a la escrita a través de estos textos surgió de Miguel Marcello Quatra, doctor en Misionología de la Pontificia Universitá Gregoriana de Roma, Italia, y coordinador de las obras. Durante cinco años (2001-2006), apoyó a la misión católica de las Hermanas Lauritas y asesoró a la comunidad educativa de San José de Kayamá, estado Bolívar. La convivencia diaria y el permanente intercambio cultural con los jodï despertaron en Quatra el interés por aprender esta lengua indígena. “Me pregunté, ¿de dónde empiezo? Vamos a empezar por el verbo, porque es un elemento clave en el discurso” dijo.

El libro es el primer estudio orgánico de la estructura gramatical jodï que se transforma en bibliografía. En líneas generales, el verbo jodï se presenta de forma positiva (el verbo de la oración indica que sí se ejecutó la acción) y forma negativa (el verbo de la oración indica que no se ejecutó la acción). Para cada forma existe una estructura básica, la cual contiene tres tipos de auxiliares verbales: para el aspecto activo, que expresa dinamismo, movimiento y actividad física o mental; para el aspecto no-activo, que denota estatismo o ausencia de dinamismo; y para el aspecto de ser, que expresa quién y cómo es el sujeto de la oración.

“Es muy interesante que el verbo se haya estructurado en torno a la presencia o ausencia de transformación; es una forma filosófica que trata de captar las diversas manifestaciones del ser y de la realidad. Pero pensamos que antes de sacar el libro necesitábamos un diccionario, no para que nosotros aprendiéramos el jodï sino para que fuese una herramienta que ayude a los muchachos en su esfuerzo por alcanzar el bilingüismo” explicó.

El diccionario tiene más de mil lexemas básicos –un lexema es la unidad mínima de una palabra que no sufre variaciones y tiene significado independiente–, los cuales se presentan tanto en castellano como en jodï. El alfabeto y el sistema de redacción en el cual está basado el diccionario presentan una relación clara, confiable y precisa entre el sonido y el sentido de las palabras, lo que evidencia un trabajo colectivo novedoso que se elaboró sobre la base de la participación directa de los miembros de la etnia: maestros, jefes de la comunidad, estudiantes y misioneras Lauritas de la Escuela Intercultural Bilingüe Jelau Mansawin, de San José de Kayamá.

Adicionalmente, el diccionario recoge muchos neologismos (palabras nuevas que aparecen en una lengua) que ponen de manifiesto la magnitud del contacto con la cultura occidental y la apropiación de nuevos bienes y tecnologías por parte de los jodï; incluso, el diccionario deja una página en blanco al final de la sección del alfabeto para añadir nuevos términos, ejemplos o excepciones, hacer correcciones y –en el futuro– preparar una edición más completa. En el caso del libro, los maestros jodï fueron los encargados de verificar la información levantada por Quatra y preparar los ejercicios.

La oralidad de la lengua jodï y el carácter disperso de sus comunidades –antes de su agrupación actual– propiciaron el desarrollo de variantes dialectales, las cuales fueron incluidas en ambas publicaciones, conservando cierta estandarización y estableciendo reglas básicas de lecto-escritura.

“Nuestros antepasados no sintieron la necesidad de escribir: para ellos era suficiente la lengua hablada. Tampoco era importante para ellos la escuela, y por eso no la inventaron. Cada uno aprendía solo, de lo que oía hablar a sus padres y hermanos mayores.

@Ahora nosotros estamos viviendo en otro momento de la historia, y sentimos la necesidad de tener una escuela y de escribir nuestra lengua para preservar y fortalecer nuestra cultura. Por eso estamos pensando y haciendo pruebas, para ver cuál es la manera mejor de escribir nuestra lengua, usando los símbolos de las lenguas latinas. Poco a poco nos iremos perfeccionando” (maestros jodï).

* www.corneta.org
Fuente: Prensa IVIC

 

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.