África en las Américas y el Caribe

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Jesús Chucho García*

La cultura fue un arma estratégica así como la espiritualidad. Ella no pudo ser borrada, se preservó, no por sí sola sino que a través de un extraordinario proceso de cimarronaje cultural se recreó e innovó, de ahí que lo géneros mas bailables en las Américas y el Caribe sean de origen africano

La presencia africana en Venezuela así como en el resto de América y el Caribe, cada vez toma vigencia inobjetable y acercamiento profundo entre ambos pueblos y continentes con un tronco ancestral común separado por siglos de colonialismo. Desmontar el andamiaje de ignorancia, negación, muchas veces cargada de opiniones infundadas que rayan en la estupidez y desprecio hacia nuestra correlación civilizatoria horizontal, es una tarea que nos hemos propuesto desde hace casi mas de dos décadas.

Hoy no es casual que el gobierno bolivariano, liderado por el presidente afrodescendiente Hugo Chávez, como algunas veces se autocalifica, voltee su mirada hacia África, como ya lo hizo Cuba en la década de los años sesenta cuando fueron enviadas las primeras misiones de solidaridad hacia Argelia y después el Che Guevara en el Congo hasta llegar al “huracán afrolatinoametricano”, como lo llamó Fidel cuando envió casi medio millón de cubanos atravesando el Atlántico para lograr la liberación de Angola, Namibia, Zimbawe y lograr la libertad de Mandela y aplastar el régimen del apartheid en Sudáfrica después de la famosa batalla conocida como Kuito Cuanavale.

África hoy cobra vigencia con Brasil, el país que tiene en su espacio mas de ochenta millones de afrodescendientes y que cuando el presidente Lula estuvo en Ghana, hace un año lloró por la tragedia de la trata negrera y montó un basto programa de cooperación con los sectores menos favorecidos de ese continente.

Larga trayectoria histórica

Para que estos presidentes de las Américas y el Caribe hoy tenga a África bajo una óptica política en las perspectivas de establecer un mundo multipolar, pese a los embates del colonialismo, es simple y llanamente porque hay una historia que intelectuales, investigadores y movimientos sociales han colocado para el conocimiento de ambos continentes. No es por casualidad esa sensibilidad que ellos sienten por África. No fue porque Lula, Chávez o Fidel se levantaron un día y vieron un programa de televisión sobre Africa y tomaron conciencia de los elementos historciamente comunes.

Fue precisamente por esa lucha de reivindicar las contribuciones África al proceso sociohistórico y cultural de las Américas, más alla del reduccionismo “folclórico”. Fueron los cinco congresos panafricanos realizados desde la primera década del siglo pasado de donde surgieron idean libertarias entre líderes de ambos continentes. También son inolvidables los encuentros de artistas, intelectuales y escritores africanos y afrodescendientes de ambas orillas del océano Atlántico, sin dejar de mencionar la Conferencia Afroasiática de Bandung, en la década de los cincuenta del siglo pasado.

Es bueno recordar, como antecedentes de todo esto, la historia de millones de seres humanos secuestrados por mas de cuatro siglo y arrojados como animales en los sistemas carcelarios llamado plantaciones de caña de azúcar, minas de oro, haciendas de cacao, tuvieron el coraje de romper las cadenas de la esclavitud, el bozal, el cepo y lanzarse a la recuperación de su ética como sucedió con la rebelión haitiana el 23 de agosto de 1791, esa gesta acabó con la trata negrera, el sistema esclavista y el sistema colonial, creando el primer Estado-Nación libre del planeta construido por africanos y sus descendientes, nos referimos a Haití. Fueron aportes morales y políticos que estuvieron presentes en las guerras de independencia de las Américas.

Conexión cultural y espiritual

Durante dos años se han establecido grupos de trabajos de diferentes países para concretar acuerdos y arrancar de una ves con esta aspiraciones que desde Venezuela se vienen impulsando con al apertura de embajadas en casi todos los países de África y la firma de mas de un centenar de convenios. Pero mas allá de ello la integración de los pueblos como demostramos en líneas anteriores viene andando, cansada de siglos, entre el flujo y reflujo, lleno de dolor y esperanza del amplio océano Atlántico.

*Especialista en temas afroamericanos.
 
 

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