Ahora EEUU y la UE quieren “robar lo robado” en Libia
Dmitri Bábich*
La decisión del “grupo de contacto sobre Libia” de destinar parte de los recursos financieros pertenecientes a Muamar Gadafi para ayudar a los rebeldes libios, provocó reacciones negativas en todo el mundo.Las finanzas del líder libio depositadas en las cuentas bancarias en el extranjero, en estos momentos están embargadas.
Su desacuerdo con la medida fue expresada por Rusia, China y otros países miembros de la ONU y se escuchan cada vez con mayor claridad las protestas de los países occidentales.
Porque todo el mundo comprende que el bien conocido principio de “robar lo robado” entraña muchos peligros y que esta práctica debe ser relegada al pasado.
Por supuesto, los métodos de gobierno del régimen de Gadafi, incluidas la acumulación y la distribución de los ingresos públicos provenientes de la venta del petróleo, distan de ser democráticos.
Y es muy posible también que en su administración se hayan infringido las normas legales. En este caso se podría poner en tela de juicio el derecho de propiedad del antiguo líder libio y de su familia respecto a los mencionados petrodólares.
Pero entonces debería seguirse el procedimiento judicial, pertinente con la posterior entrega de los fondos a las autoridades legítimas del país.
Mientras tanto, en la reunión del “grupo de contacto” celebrada en Roma se designó al posible destinatario de los fondos confiscados, el Consejo Nacional de Transición (CNT), la principal organización de los rebeldes.
Por una parte, es un organismo no electo y parte de sus miembros prefieren mantener el anonimato. Sólo es reconocido por Italia, Qatar y Francia.
EEUU y Reino Unido, importantes miembros del “grupo de contacto”, todavía no reconocen al CNT como representante legal del pueblo libio, todo parece indicar debido a su incierta pertenencia política.
Fue el “filósofo” Bernard Henry Levi quien convenció al presidente francés de que debía reconocer al Consejo. En su época Levi propuso también reconocer al líder de la guerrilla chechena, Aslán Masjadov, como presidente de Chechenia en la clandestinidad.
Y el cuadro que tenemos ahora es demasiado extraño: resulta que EEUU que todavía no ha reconocido a la oposición libia, ya le está facilitando fondos.
Y no sólo los propios, sino también los del Gobierno libio, depositados en EEUU y que el diario “The New York Times” estimó en 33.000 millones de dólares.
Las declaraciones de la Secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, en el sentido de que el dinero de Gadafi se destinaría al pueblo recuerdan un poco los primeros decretos del poder soviético. El Consejo de los Comisarios del Pueblo de la URSS lo primero que hizo fue suspender todo tipo de transacciones inmobiliarias, confiscar los inmuebles “para el aprovechamiento del pueblo”, dejarlos en alquiler y destinar los ingresos para financiar la revolución mundial.
En otras palabras, para “el bien del pueblo”…
Los participantes de la reunión de Roma parecen darse perfecta cuenta de que la base legal de esta medida revolucionaria es muy inconsistente. Al respecto, la secretaria de Estado Hillary Clinton señaló que el Congreso de EEUU aprobaría una ley especial.
En la UE se espera la toma de una decisión parecida por parte de los organismos legislativos comunitarios en relación a las cuentas bancarias del Gobierno libio en Europa. “Este dinero pertenece al pueblo libio y, por lo tanto, Italia y Francia ya han solicitado a los organismos pertinentes de la UE que se busque una solución”, manifestó el ministro de Asuntos Extranjeros de Italia, Franco Frattini.
¿Cuál podría ser la decisión de la Unión Europea respecto a unos fondos que no le pertenecen? La situación roza el escándalo, porque el derecho de propiedad privada es considerado inamovible en Europa.
“Resulta que ahora se puede meter la mano en el Tesoro de cualquier Estado extranjero, sin que haya ninguna decisión judicial; eso huele a atraco”, escribe, indignado, uno de los lectores del diario francés “Le Monde”; quien prosigue: “Sería interesante saber en aras de qué principios democráticos estos señores se permiten financiar una rebelión armada, cuya legitimidad democrática e histórica es, al menos, dudosa”.
Rusia también plantea sus preguntas al respecto. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, declaró que el cumplimiento de la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, a la que la OTAN recurre para justificar su misión militar en Libia, debe ser controlado por el mismo CS y no por el “grupo de contacto”.
“A las preguntas de nuestros homólogos del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia contestamos siempre que se trata de proteger a la población civil y de prevenir el hambre”, señaló al comentarista de RIA Novosti una fuente en la Embajada del Reino Unido en Moscú.
A la misma excusa, la de evitar el hambre en Libia, recurren los miembros del “grupo de contacto” para justificar la confiscación de los activos libios.Otro recuerdo de los bolcheviques: la confiscación de los víveres con el objetivo de evitar el hambre.
* De la agencia RIA Novosti