Al fin, justicia en México: Liberan a los doce presos de Atenco

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Jesús Aranda,Víctor Ballinas y Jesús Aranda*
 La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó ayer la liberación inmediata de 12 integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) presos desde mayo de 2006, por considerar que la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) fincó las acusaciones contra los detenidos a partir de "premisas falsas y endebles", además de que utilizó "pruebas ilícitas" para imputarles el delito de secuestro equiparado.

En votación dividida (cuatro votos contra uno), los ministros concedieron el amparo en favor de Ignacio del Valle Medina Medina, Felipe Álvarez Hernández y Héctor Galindo Gochicoa, recluidos en el penal de máxima seguridad del Altiplano.

Sin embargo, José Ramón Cossío, quien se sumó a los votos de Juan N. Silva Meza, Arturo Zaldívar y Olga Sánchez Cordero, aclaró que él votaba en favor del amparo, pero se pronunciaba porque la sala cambiara la tipificación del delito de secuestro equiparado por el de privación ilegal de la libertad, que se dictara sentencia acusatoria y se tomaran en cuenta los cuatro años, un mes y 26 días que llevaban en prisión para que compurgaran su pena y quedaran libres.

Silva Meza y Zaldívar se opusieron al planteamiento de Cossío. Argumentaron que la propuesta no era congruente, porque la mayoría proponía dictaminar el amparo "liso y llano", ya que las pruebas acusatorias de la procuraduría mexiquense fueron "insuficientes e ilícitas".

Además, le recordaron que la decisión adoptada era "consistente" con los nuevos estándares del proceso penal fijados por la misma primera sala, cuando resolvió los amparos de los indígenas sentenciados por la matanza de Acteal y determinó la liberación de Alberta y Teresa, acusadas de "secuestrar" a seis agentes federales en Querétaro.

Cossío reivindicó su derecho a votar como mejor le pareciera, ante la inconformidad de los tres ministros que descalificaron el proceso contra los acusados por haber violado el debido proceso y la garantía de presunción de inocencia.

Sólo el presidente de la primera sala, José de Jesús Gudiño Pelayo, votó en contra del amparo, al considerar que sí quedó demostrada la acusación de secuestro equiparado, en razón de que los funcionarios "retenidos" en los hechos ocurridos en febrero y mayo de 2006 en Atenco sufrieron amenazas físicas y verbales como forma de presionar al gobierno mexiquense a cumplir sus demandas.

De esta forma quedó sin efecto la sentencia de 112 años de prisión contra Ignacio del Valle y de 67 años contra Felipe Medina y Héctor Galindo, respectivamente, por el delito de secuestro equiparado.

En la sesión estuvieron presentes Trinidad Ramírez, esposa de Ignacio del Valle; los actores Bruno Bichir, Ofelia Medina y Julieta Egurrola, del colectivo de apoyo a los presos de Atenco, y Jody Williams, premio Nobel de la Paz 1997.

Los otros nueve acusados, recluidos en el penal de Molino de Flores: Óscar Hernández Pacheco, Inés Rodolfo Cuéllar Rivera, Julio César Espinosa Ramos, Juan Carlos Estrada Cruces, Édgar Eduardo Morales Reyes, Jorge Alberto Ordóñez Romero, Román Adán Ordóñez Romero, Narciso Arellano Hernández y Alejandro Pilón Zacate recibieron el amparo por votación unánime.

Sin discusión, los ministros descalificaron las acusaciones contra estos nueve activistas –sentenciados a 31 años de prisión– por la "retención" de funcionarios y policías los días 8 de febrero, 6 de abril, y 3 y 4 de mayo de 2006, en razón de que el Ministerio Público utilizó un álbum fotográfico para que los testigos reconocieran a sus agresores y porque la acusación se basó en "la simple circunstancia de que los quejosos se encontraban en el lugar de los hechos donde fueron detenidos, con el argumento de que nada tenían que hacer ahí".

Al defender la postura de la mayoría, Silva Meza aseveró que "la ilegalidad de la sentencia reclamada" se pone más de manifiesto cuando la autoridad enfatizó la responsabilidad de los quejosos, porque pertenecen a una organización social, como lo es el FPDT, "partiendo de una ideología totalitaria, donde el ejercicio de los derechos de libertad de expresión y reunión generan la falsa presunción de peligrosidad y despliegue de conductas consideradas delito por los integrantes de dicha organización, sin que interese si se encuentran o no debidamente acreditadas".

Agregó que las condenas reclamadas en los amparos dejan ver una forma "maquilladamente institucional de criminalizar la protesta social; como una forma de castigar ser oposición", que pone en entredicho "la forma en la que el Estado trata la libertad personal, la integridad, libertad de asociación y expresión de los líderes sociales sentenciados".

Consideró que el respeto a las libertades es fundamental en un Estado democrático y de ahí la importancia de la concesión del amparo y sentar un precedente para cuando se presentensituaciones como éstas en el futuro.

Subrayó que "la manifestación de ideas y el reclamo social no son sinónimos de delincuencia; pensar lo contrario y utilizarlo como basamento para emitir una sentencia condenatoria es actuar contra nuestro sistema de justicia, en indefectible desdoro de los derechos y libertades del ciudadano".

Silva Meza señaló que los amparos "adquieren una significación social superlativa, no sólo por tratarse de los quejosos, de líderes sociales emblemáticos de un grupo que se ha caracterizado por ser fuerte opositor del gobierno del estado (de México) donde fueron sancionados, amén de que también de diversas acciones del gobierno federal".

Subrayó que si bien la práctica de "retener personas" vulnera el derecho a la libertad e integridad y constituye un "desafío y desconocimiento" de la autoridad del Estado para obtener algo de éste, lo cierto es que también quedan en evidencia cuestiones como "la desmesura y desproporción de la reacción del poder del Estado".

En todos los casos se ordenó notificar, vía telegrama, a las autoridades correspondientes para que procedan a la inmediata liberación de los acusados por lo que respecta al delito de secuestro equiparado.

La lucha continúa

Con el puño en alto, Trinidad Ramírez, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y esposa de Ignacio del Valle, bajó las escalinatas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tras escuchar la resolución del pleno. Emocionada, se fundió en un largo abrazo con Jody Williams, premio Nobel de la Paz 1997, y enseguida dijo ante el micrófono: “Después de cuatro largos años de lucha, podemos gritar el día de hoy: ¡Son libres… lo conseguimos!”

Con voz que denotaba su emoción, Trinidad Ramírez se dirigió a los más de 300 asistentes al mitin de apoyo por la libertad de los presos políticos, y gritó: “que todo el pueblo lo escuche y todo el país: el FPDT volvió a conseguir lo que parecía imposible, vencer al gobierno federal y al mexiquense. La Suprema Corte ha dictado la libertad inmediata de todos nuestros presos políticos, de los 12 compañeros. No es una concesión, sino un acto de congruencia jurídica y de respuesta a la movilización social.

"Frente a esto, venimos a decir: teníamos la razón, siempre la tuvimos. Ninguno de nuestros 12 compañeros presos merecía estar privado de su libertad. Se trata de campesinos, maestros, estudiantes, universitarios, pobladores humildes que fueron recluidos por orden directa del Estado, por la acción concreta del poder federal y del estado de México."

Ante integrantes del FPDT, estudiantes, representantes de organizaciones sindicales y civiles, Trinidad Ramírez aseveró: "en este momento nos embarga la emoción, hay sentimientos encontrados. El latir de mi corazón es cada vez más fuerte, pero bien sabía yo que ese latir estaba siendo acompañado no sólo por los que están aquí, sino por los que están en otros lugares. Veo lágrimas de mis compañeras y compañeros; cuando lloramos decimos que es de corazón, de un pueblo que lucha. Hoy logramos la libertad de todos. Es un triunfo de todos".

Jody Williams también alzó el puño y, visiblemente emocionada, señaló: "Bravo para la gente de Atenco que tanto ha sufrido y todavía ha tenido esperanza de justicia. Con esta decisión histórica la Corte está diciendo que los derechos humanos sí valen en este país, que no valen sólo los derechos de la gente con poder y lana, sino los derechos de todos los mexicanos. Tal vez tengan un futuro mucho mejor. Ha sido un honor para mí estar con la gente de Atenco".

Más tarde, en entrevista, indicó que "esto no es justicia completa. Están pendientes los casos de las 27 mujeres violadas y me gustaría saber cómo van a reparar el daño a los 12 presos que perdieron cuatro años de su vida. Pero hoy es día de festejar por la justicia en México. Nosotros, los 12 que firmamos la carta, vamos a continuar hasta que todos tengan justicia".

Ofelia Medina, en representación del Comité Libertad y Justicia para Atenco, manifestó: "Esto no significa que haya justicia, simplemente quiere decir que se detuvo la injusticia; para que digamos que hay justicia tienen que ser condenados los culpables intelectuales y los que realizaron este proceso violatorio que hemos vivido".

Medina estuvo presente en la sesión de la Corte con Trini, Bruno Bichir, Williams y familiares de los presos políticos de Atenco. Al salir de la sesión sus rostros reflejaban su emoción. Hubo abrazos y lágrimas.

Antes, en el mitin por la liberación de los 12 detenidos de Atenco que se realizaba fuera de la Corte, Damián Camacho dijo a las 12:25: "Nos acaban de informar que los ministros aprobaron la libertad de los nueve detenidos en el penal Molino de Rosas".

"¡Libertad, libertad, presos políticos libertad!", gritaron los manifestantes machete en alto, entre lágrimas y abrazos.

A las 13:04, Camacho informó: “han votado los ministros por la libertad de Ignacio del Valle y Felipe Álvarez… nos falta Héctor Galindo. Queremos libertad para todos”. Por fin, a las 13:33, anunció: "los ministros votaron por la libertad de Héctor Galindo"… Ahora "¡vamos por la libertad de América del Valle!"

Trini Ramírez destacó: “organícense, el mensaje es que el gobierno y el Estado no son invencibles. ¿Se puede vencer al gobierno? ¡Claro que se puede! ¿Es posible hacerlo? ¡Claro que es posible!

*Periodistas de La Jornada de México

 

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