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En mayo de 2008 dos periodistas, Mónica González y Cristóbal Peña, pusieron sobre el tapete algunos datos poco conocidos –u ocultos– de la carrera profesional y, por consecuencia, de la estatura moral de Arturo Herrera. No por afán sensacionalista, sino porque el candidato a integrar la plana mayor de Interpol, citamos: "desarrolló casi la mitad de su carrera policial en dictadura".
Por estos días el Comité Memoria y Justicia de Ginebra demanda al gobierno de Chile que retire la candidatura del funcionario "como manera de mostrar que Chile no transige con la imagen internacional de sus representantes".
El resto está por escribirse.
Señalan González y Peña: "Arturo Herrera desarrolló casi la mitad de su carrera policial en dictadura. Primero trabajó en Policía Internacional y fue escolta y ayudante del general Ernesto Baeza, quien dirigió Investigaciones hasta 1980 y prestó estrecha colaboración a las actividades de la DINA en el exterior. Después se transformó en uno de los hombres de mayor confianza del general Fernando Paredes, sucesor de Baeza y promotor de una férrea política represiva en la institución.
"Fue Paredes quien le enseñó a jugar golf y le confió el cuartel Papudo, creado con el propósito de cautelar y atender los descansos del antiguo director en ese balneario. Dos décadas después, el pasado sigue presente en el mando del actual jefe de la policía civil.
A juzgar por su currículo laboral, la carrera que realmente importa de Arturo Herrera Verdugo parece haber arrancado recién a comienzos de los noventas. Desde entonces sus actividades aparecen perfectamente detalladas en el portal institucional, año por año, misión por misión. De los años previos al retorno de la democracia, el director de la Policía de Investigaciones consigna únicamente que ingresó a la institución en marzo de 1971, con 19 años, y que a partir de entonces, sin señalar fechas ni funciones específicas, ‘ha servido en diferentes zonas del país y en importantes reparticiones policiales, tales como: Extranjería, Inteligencia, Homicidios, Dirección General, entre otras’".
El texto completo de la investigación realizada por los periodistas de www.ciperchile.cl puede leerse en este portal (1).
El Comité Memoria y Justicia de Ginebra critica la postulación de un policía chileno, ex-funcionario del régimen de Pinochet, a la Presidencia de INTERPOL
Ante la candidatura al puesto de Presidente de Interpol del señor Arturo Herrera Verdugo, actual Director de la Policía de Investigaciones de Chile, quien ocupa actualmente el cargo de Vicepresidente del Comité Ejecutivo de Interpol, el Comité Memoria y Justicia de Ginebra declara:
Nuestra asociación se hace eco del repudio que esta candidatura ha provocado en muchos medios Chile y en el extranjero. Compartimos la opinión de muchos medios, de que dicho funcionario no da las garantías necesarias, desde el punto de vista de su compromiso con los Derechos Humanos.
El funcionario Herrera Verdugo ha tenido participación directa en el encubrimiento de una situación de violación de derechos humanos (caso del general Trincado), para sustraerlo a la acción de los Tribunales. Asimismo, ha tenido un rol activo en el desmantelamiento del Dpto. Quinto de Investigaciones (Derechos Humanos), alejando a funcionarios meritorios cuyo compromiso en la investigación de casos de asesinatos y desapariciones durante la dictadura ha permitido a la Justicia avanzar.
Nos parece grave que el Gobierno de Chile promueva la candidatura de un funcionario (Herrera Verdugo) cuya conducta aparece poco afín con lo que se espera de un Estado que ha sido admitido recientemente en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Esperamos que el Gobierno de Chile haya tomado en cuenta los problemas que le puede acarrear un nombramiento en tales condiciones.
Por otra parte, la historia de Interpol nos muestra que este organismo ha sido, en algunos períodos recientes, dirigido por personeros de ideología contraria a los derechos humanos. Entre sus Presidentes encontramos a los jerarcas nazis: Heydrich (1938-1940), Nebe (1940-1942), y Kaltenbrunner (1942-1943). No está en nuestro ánimo comparar al Sr. Herrera con dichos criminales, pero cualquiera puede comprender que se trata de un contexto delicado, en el cual no sería conveniente, ni para Chile ni para la Interpol, que un Directivo suscitara dudas respecto de su probidad en el campo de los Derechos Humanos.
Nuestra Asociación ha dirigido una carta a los representantes de todas las Misiones diplomáticas acreditadas ante Naciones Unidas en Ginebra, informándolos de nuestra posición frente a esta postulación.
Al mismo tiempo, pedimos al Gobierno de Chile que se anule la candidatura de este funcionario policial, como manera de mostrar que Chile no transige con la imagen internacional de sus representantes, sobre este punto. Esperamos que el Gobierno redoble su vigilancia, para evitar las bochornosas situaciones que se producen cada cierto tiempo, en que representantes de Chile son cuestionados por sus implicaciones en casos de violación de los derechos humanos.
Ginebra (Suiza) 30 de septiembre de 2008.
(1) El texto se encuentra aquí< /a>
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