Antología: la poesía escucha su propia voz, no dice nada

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

En julio de 2004 comenzó a rodar -en la Feria internacional del libro de Lima- un trabajajo ambicioso: la sétima edición de la Nueva poesía hispanoamericana, antología obra del poeta peruano Leo Zelada (foto apertura), publicada por Ediciones Lord Byron. El volumen tiene un subtítulo que es todo un editorial: «poesía no dice nada, poesía se está callada, escuchando su propia voz». La retórica del modernismo gozosamente en vigencia.

Zelada nació en Lima el 6 de enero de 1970. En Biografía Leo Zelada se lee que el antologador se llama en verdad «Braulio Rubén Túpac Amaru Grajeda Fuentes. Descendiente por línea paterna de la dinastía inca y por parte de madre de una familia criolla. Estudió filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Conocido por la prensa latinoamericana como el último poeta maldito».(¡!)

Puede ser a juzgar por este «Opúsculo de un Nosferatu a punto de amanecer»:

Hay un infierno interior revestido de imágenes
Diáfanas que rodean a los melancólicos vampiros
Ninfas que despliegan universos de hermosa oscuridad
Unicornios incólumes tras los cuales se esconden oscuros
Y retorcidos dragones
Este es la historia de amor entre una ninfa y un vampiro,
-Curioso lector-Este es el juego de los espejos y de la muerte.

Por si lo anterior fuera poco, la gacetilla anunciadora de la antología afirma: «En esta edición la antología tiene como eje temático a la poesía y el arte lírica. (…) La vocación poética, la poesía inmersa en el trajinar diario del creador, sus miedos y fobias e imprecaciones están reflejadas «Heterogéneamente»(sic), así como las múltiples visiones personales que tienen los poetas frente a la pagina en blanco».

Entre los antologados cabe nombrar al filólogo Jaime Siles, «renombrado poeta, catedrático y critico literario español.»

«Nada hay en mí, sino esos horizontes
que alguien dormido contempla desde un mar:
desde otro mar, que acaso ya no existe».

A Felipe Benítez Reyes, «destacado poeta español».

Si alguna vez sufres -y lo harás-
por alguien que te amó y que te abandona,

no le guardes rencor ni le perdones

A Antonio Cisneros, «destacado poeta peruano quien ha tenido los siguientes premios: Premio Nacional de Poesía del Perú, Premio Casa de Las Américas de Cuba, Beca John Simón Guggenhein, USA, Premio Interamericano de cultura Gabriela Mistral otorgado por la OEA, Premio Iberoamericano de Letras «José Donoso», Chile 2004″.

Un chancho hincha sus pulmones bajo un gran limonero
mete su trompa entre la Realidad
se come una bola de Caca
eructa
pluajj
un premio

A Eduardo Llanos, «reconocido poeta chileno, premio latinoamericano de poesía Rubén Darío, Nicaragua, premio centenario Gabriela Mistral, Chile, premio Altazor al mejor libro publicado en Chile en el 2004, entre otros».

si ser poeta significa allegarse a mecenas de conducta sexual dudosa,
tomar té con galletas junto a señoras relativamente deseables todavía
y pontificar ante ellas sobre el amor y la paz
sin sentir ni el amor ni la paz en la caverna del pecho

A Ricardo Costa, «laureado poeta argentino»(cuatro o cinco premios internacionales se afirma).

Alguien que no permanece quieto en ningún lugar,
que encomienda su espíritu a una vida nómade,
es sospechoso.

A Manuel Lozano, «destacado poeta argentino con más de 51 premios nacionales e internacionales en su haber».

Habría mirado las bóvedas multiplicándose
en alargadas filas contra la lluvia.
¿Cuál es el arroz, cuál ese conejo alado de Cimabue,
dónde está el yeso que trajeron de Umbría las intercesoras,
aquellas madres primeras de mi especie?

En fin, tambien se ha incluido algunos poetas menos «consagrados» que al vez merezcan ser leídos. No diga que no lo advirtieron.

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