Apuntes. – 1o DE MAYO EN CASA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

A golpe de mediodía comienza a llegar la información, que seguirá fluyendo por cuanto muchos actos conmemorativos del Primero de Mayo se realizarán por la tarde y de otros los datos llegan con lentitud. Europa «festejó» a su manera, especialmente España; pocas mujeres aquí, y debieron haber participado en masa: su salario promedio, a igual trabajo, es alrededor de un 30% inferior al de los hombres. Y, como si fuera un país con una elevada tasa anual de nacimientos– está mal visto que las españolas quieran parir.

En Chile no existe el Primero de Mayo, con su habitual prosapia medios de prensa y oradores hablan del «Uno de Mayo» –quizá porque lo uno que se destacó en la fecha es la total «coincidencia» entre los dichos del presidente de la CUT y los de las autoridades de gobierno en materia de trabajo–.

O quizá porque para la mentalidad conformista «uno de mayo» suena menos «agresivo y popular» que Primero de Mayo, fecha tan cargada de memoria.

La ausencia más notoria de esta efeméride universal fue la de Fidel Castro; el presidente cubano –elegido según todas las normas electorales democráticas en boga en el mundo– prefirió escribir otro de sus artículos tan admonitorios como premonitorios referido a la producción masiva de combustibles a partir de cultivos agrícolas. Seis millones de personas en su país, sin embargo, aplaudieron sin nostalgia pero con lealtad a su gobierno.

A medida que pasan las semanas va quedando claro que el dirigente difícilmente volverá: quién sabe, acaso «monitoree» la transición y haya elegido, pluma en ristre, otro rol, no menos importante, como intelectual y fuerza moral de la revolución que viene en América.

En la Argentina, como se ha hecho costumbre, cada organización llamó a una concentración previa al acto en común en la Plaza de Mayo.

El Movimientos intersindical clasista, alzó la bandera que portó hasta su muerte, a manos de la policía, el maestro patagónico Carlos Fuentealba en la Plaza Lorea en el barrio del Once; El Partido de los Trabajadores Socialistas, por su parte, se juntó en el Obelisco; llamó a encontrarse en el Estadio Ferrocarril Oeste el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía; la Central de los Trabajadores Argentinos convocó en el teatro Margarita Xirgú, en San Telmo, en fin, y personeros de gobierno harán lo suyo en La Boca y otros sitios.

En tanto, el Movimiento Intersindical Clasista realizará un homenaje al maestro neuquino Carlos Fuentealba, asesinado durante la represión policial a los docentes en Neuquén. El acto tendrá lugar en la Plaza Lorea y participarán los candidatos a jefe y vicejefe de gobierno del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Patricia Walsh y Héctor Bidonde, quienes luego marcharán a la Plaza de Mayo para estar presentes en un encuentro unitario. También el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) realizará un acto en el Obelisco.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) convocó a todos los trabajadores a festejar con una serie de actos que se realizarán de forma simultánea en las principales ciudades de todo el país. De las conmemoraciones, que habrá más de 50, la central se desarrollará en el estadio de Ferrocarril Oeste, en Capital Federal.

En Perú planeó sobre la conmemoración la huelga que mantienen, según sus organizadores, unos 35.000 trabajadores del sector minería. Para el gobierno de Alan García el movimiento resultó un fracaso, sin embargo y pese al feriado se reúne con los dirigentes y habría entre 14 y 15 detenidos en las últimas 24 horas.

Perú es el tercer productor mundial de cobre y zinc, el quinto de oro y uno de los dos primeros de plata.Los mineros reclaman aumento de salario y mejores condiciones de trabajo.

En Santiago de Chile alrededor de 40.000 personas se dieron cita en distintos puntos de la ex Alameda de las Delicias temprano en la mañana. Desde antes el sector, Santiago viejo –hacia el poniente desde la casa de gobierno y hasta la Estación Central y más allá–, quedó bajo control policial en prevención de desórdenes.

No hubo desórdenes, siguiendo en el plano interno la «doctrina Bush» del ataque preventivo, los grupos anarquistas –que marchaban en orden e identificados por sus pancartas y banderas– fueron brutalmente reprimidos y alrededor de 30 personas tomadas presas. Con orden ejemplar el grueso de quienes iban más adelante en la caminata hacia el escenario frente al cual culminaría la conmemoración –la mayor parte militantes del Partido Socialista, en el gobierno–, no se dio por enterado. No estaba el santo padre –que cantó Violeta Parra–, pero las palomas continúan sin destino.

El presidente de la Central «unitaria» de Trabajadores, señor Antonio Martínez, planteó las reivindicaciones de la agrupación: curiosamente pidió tome el gobierno las mismas medidas que había anunciado la noche anterior –en un programa de TV– el ministro del Trabajo. PC y Humanistas juntaron, por sí mismos, alrededor de un millar de personas a cinco calles de distancia.

En la Catedral el obispo pronunció una homilía –más combativa y razonable que el discurso de Martínez– ante la ausencia notoria de la presidente, y los deudores hipotecarios de viviendas sociales (¡sic.!) continuaron exigiendo soluciones.

Bolivia este Primero (uno en la jerga chilena) de Mayo el gobierno de Evo Morales mostró su fortaleza y anunció la creación, con ayuda venezolana, de una red estatal de radioemisoras en lenguas vernáculas, un aumento salarial, y emplazó a las corporaciones trasnacionales a no jugar con la paciencia y las leyes nacionales. El fantasma de nuevas nacionalizaciones sobrevoló el país.

Rafael Correa, en Ecuador, estuvo a la cabeza de la conmemoración –que juntó en Quito algo más de 30.000 personas– y manifestó que su gobierno conducirá al país hacia el «socialismo del siglo XXI», aunque no se refirió en forma explícita a la elección de la Asamblea Constituyente, de donde surgirán las bases para la nueva institucionalización ecuatoriana.

Definió al socialismo de este siglo como la «reivindicación de la supremacía del trabajo sobre el capital». Correa es el primer presidente en 28 años en participar en la marcha del Primero de Mayo.

Hugo Chávez ya anunciado el retiro de Venezuela del FMI y del Banco Mundial –y consiguientemente de los fondos que tiene depositados «antes de que se los roben»–. Los actos no hicieron más confirmar que el apoyo de que goza el primer mandatario es masivo, en especial si se compara la capacidad de convocatoria de la oposición, que llamó a realizar actos por separado.

Chávez también había comunicado un aumento general del salario mínimo, que quedó en unos US$ 286 mensuales, la reducción –dentro de cuatro años– del horario de trabajo de ocho a seis horas diarias, y un mayor control sobre los «cestatícket» (suerte de plus salarial para la compra de alimentos) que en algunos casos llega hasta los US$ 200. La Confederación de Trabajadores de Venezuela, opositora, demandaba un aumento del 30%, esto es, diez por ciento más que lo anunciado.

En Nueva York y otras ciudades de EEUU el Primero de Mayo fue ocasión para recordar la lucha de los trabajadores inmigrantes «ilegales»; en México –como en Chile– el titular del Ejecutivo hizo mutis por el foro, no sin señalar que «respetaba» al sindicalismo.

Las sólidas columnas que confluyeron hacia el zócalo de la capital y otros actos en los estados mexicanos dejaron patente que el divorcio entre Felipe Calderón, y en general el sector político «institucional», y la ciudadanía y organizaciones sociales no tiene arreglo. Policías fuertemente armados pusieron desde temp`rano un ambiente ominoso en los actos conmemorativos; en Oaxaca una información señaló que «el aire se corta con cuchillo».

Centroamérica en general, y Costa Rica en particular, recordaron la masacre de Chicago de 1886 con gran combatividad. Vivas a Chávez, Morales y Ecuador se escucharon en El Salvador; en Costa Rica la atención central estuvo en el tratado de «libre» comercio que el presidente Arias quiere finiquitar a la mayor velocidad, debe decirse, con poco o ningún respeto por la opinión ciudadana.

Brasil, que suele comenzar las conmemoraciones el 28 de abril, tuvo en Primero de Mayo sin rupturas notables del orden público; sólo en São Paulo se concentraron alrededor de dos millones de personas, y tanto allí como en el resto del país los discursos coincidieron en fustigar tanto al giobierno como a la oposición; al gobierno por el abandono de su política social –que Lula niega– y a la oposición por entrabar la vida democrática.

Una peculiaridad este año fue la conciencia ambiental desplegada por los trabajadores brasileños, que si bien exigen desarrollo con una adecuad distribución del ingreso (con Chile Brasil es uno de los países de América que exhibe la lacra del reparto más injusto de la renta nacional), demandan además respeto por el ambiente natural. En este país el creciente cultivo de soja y el desarrollo de futuras plantaciones para la producción de combustibles vegetales amenaza seriamente a la Amazonia y otras áreas silvestres, al tiempo que producirá nuevos y masivos movimientos migratorios internos de campesinos que perderán tierra y trabajo.

2007, Primero de mayo. Combativo, optimista y en general pacífico en América. Se destaca la agresión policial en Chile, el apoyo a Evo Morales en Bolivia, la confianza que entregan de las organizaciones sociales al gobierno ecuatoriano, la masividad en Brasil, la combatividad en América Central, la popularidad de Chávez, el re despertar de la conciencia social y política en Estados Unidos y los silencios de los presidentes de México y Chile.

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* Sobre informes de Magalí Silveyra y Alejandro Tesa.

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