Argentina. – CONTAMINACIÓN Y MINERÍA A TAJO ABIERTO
He leído mucho últimamente sobre la contaminación de la minería a cielo abierto, especialmente en los cuestionamientos de las organizaciones que defienden la ecología y el medio ambiente de las zonas donde operan o están planeadas operaciones de estas características. Me refiero concretamente a que en la mayoría de los casos la defensa de sus posiciones respecto a esta actividad se centra en la necesidad de prohibir los procesos de lixiviación con cianuro en el tratamiento de las rocas extraídas para separar el oro de la roca estéril.
Creo que esto es correcto, pero no suficiente. La lixiviación con cianuro es altamente contaminante, pero no es la única fuente de contaminación que produce la minería a cielo abierto.
Es, por lo tanto, muy importante mencionar todas las razones que hacen de esta actividad la mas contaminante del mundo, a fin de evitar que los propulsores de la minería centren su defensa en uno solo de dichos factores, facilitando así el accionar de estos cipayos al servicio de los malignos intereses de los capitales multinacionales y sus esbirros locales, que solo piensan en su provecho personal, sin importarles la salud ni el futuro de las comunidades afectadas por la minería a cielo abierto.
El proceso de extracción y transporte
En todo proceso de extracción y tratamiento de las rocas provenientes de una operación minera de grandes proporciones a cielo abierto, concurren una serie de factores que hacen a la inevitable utilización de elementos necesarios para realizar el procedimiento mencionado en forma adecuada y eficiente, a saber:
1. Para extraer la roca de las entrañas de la montaña es menester utilizar grandes cantidades de explosivos para remover enormes cantidades de la misma, al tiempo que tratar de hacerlo de forma tal que produzca trozos de material lo mas pequeños posible, a fin de facilitar la posterior molienda del mimo, por una elemental cuestión de practicidad y costo operativo.
2. Como mencionamos en el punto anterior las rocas extraídas deben ser trituradas y reducidas a polvo para permitir la separación del mineral de la roca estéril.
3. Una vez obtenido el material triturado se lo rocía con una “sopa química”, que en el caso del oro está compuesto principalmente por cianuro de sodio, en el caso de la plata con arsénico y en el cobre con acido sulfúrico.
4. Luego el material es lavado mediante grandes cantidades de agua para separar por gravedad el metal de la roca estéril y al mismo tiempo eliminar los químicos del metal obtenido.
5. El polvo metalífero concentrado es mezclado con agua hasta lograr un lodo, que sea posible de transportar por cañería hasta los centros de procesamiento final de refinación.
6. En el camino de transporte del concentrado es necesario centrifugarlo para extraerle el agua y volverlo a su estado de polvo, para que pueda ser refinado adecuadamente.
Los factores de la contaminación
Analicemos cada uno de los procesos mencionados precedentemente, para determinar los elementos utilizados y su incidencia en el medio ambiente.
– Durante el proceso de extracción, como dijimos anteriormente, se utilizan grandes cantidades de explosivos y esto ocurre generalmente en zona de altura (entre 2.500 a 4.500 msm). Asimismo dichas explosiones son producidas por “tiros de mina” de gran cantidad de cartuchos por vez, que producen el derrumbe de cientos de toneladas de roca, que caen al fondo del pozo (pit) provocando nubes de polvo, que son arrastradas por los vientos cordilleranos y transformadas en lluvia ácida.
– Durante los procesos de trituración y separación de los metales de la roca estéril mediante rociado de químicos y consiguiente lavado con agua, se generan montañas de roca y desechos líquidos que forman las “escombreras” y los “diques de cola”, respectivamente.
– Durante el proceso de centrifugado del concentrado para volverlo seco., se producen millones de litros de agua conteniendo los desechos del proceso, que son volcados a piletas y en muchos casos a cursos de agua cercanos.
– Los compuestos minerales existentes en las montañas que contienen yacimientos de oro y cobre, son sulfuros y arseniuros, que sumados a los nitratos resultantes de los explosivos utilizados, al estar en contacto con el oxígeno del aire y el agua producen ácidos y sales que son arrastrados por el agua hacia los diques de cola.
–Asimismo, además de los minerales mencionados, en este tipo de yacimientos existen una veintena de otros minerales (especialmente los llamados “pesados”) que también son liberados por los procesos químicos y se mezclan con el agua del lavado.
Otros factores intervinientes
A los ya mencionados, el viento y el agua del lavado, hay que agregar el agua pluvial y la nieve, que son factores climáticos imposible de manejar por el hombre.
No olvidemos que todas las zonas cordilleranas donde existen yacimientos metalíferos son áreas sísmicas, donde hay frecuentes temblores y a veces terremotos, que hacen que el terreno sea frágil y propenso a agrietarse con facilidad.
Además está el factor humano, que en su afán de bajar costos y maximizar ganancias, no cumple con las especificaciones y normas de resguardo del entorno, como es la ausencia de las membranas aislantes en escombreras y diques de cola para prevenir las filtraciones a las napas freáticas de los compuestos químicos existentes en tales lugares.
Que aunque existieran, por el peso de las toneladas de roca y agua, por el desgaste natural por el paso de los años, los antedichos resquebrajamientos del suelo y un sinnúmero de factores mas, tienden a producir filtraciones imposibles de detectar.
Ponemos como ejemplo que en la Mina La Alumbrera de Catamarca las membranas aislantes no se colocaron para ahorrar costos en la instalación y el mineraloducto que transporta el concentrado hasta Tucumán por mas de 300 km fue enterrado a 1.80 mts de profundidad en lugar de ocho metros como especificaba el acuerdo de concesión –y además sigue el curso de ríos y arroyos, debajo del lecho de los mismos, para evitar el pago de peaje a particulares, pues son terrenos fiscales y los gobiernos no les cobran nada.
Por otra parte, para llegar a los lugares de las minas, la mayoría en zonas de muy difícil acceso, se deben construir pasos y caminos, que en muchos casos ha significado la destrucción de glaciares de millones de años de antigüedad y que son considerados reserva mundial de agua dulce.
También debemos considerar que la minería consume enormes cantidades de energía eléctrica y millones de litros de agua por día, en zonas donde tanto la electricidad como el agua son escasas, y ello significa privar a las poblaciones cercanas de elementos tan vitales para su subsistencia.
También debemos considerar el problema paisajístico, que se ve totalmente deteriorado por la desaparición de montañas enteras, que son reemplazadas por enormes cráteres cien veces mayores al más grande estadio de fútbol.
Por supuesto que no podemos soslayar el aspecto económico, que significa llevarse nuestros recursos sin pagar impuestos ni tributos y con todo el apoyo de las leyes y funcionarios corruptos.
No podemos finalizar esta enumeración sin mencionar los tremendos impactos sociales en las poblaciones cercanas a las minas a saber:
– Una es la división de los actores sociales en bandos antagónicos, ya que la dicotomía entre los “no a la mina” y los “pro-mina”, surge un antagonismo que desgarra el tejido social y enfrenta a los protagonistas en posiciones irreductibles.
– La aparición de un poderoso integrante en el contexto social, como es la empresa minera, produce desequilibrios en el delicado e intrincado esquema de relaciones sociales entre los actores de dicha urdiembre. Es que al tener tanto peso la empresa minera, produce un desequilibrio tan pronunciado, que muy difícil de contrarrestar y por lo tanto juega un papel muy importante en las interrelaciones de la sociedad en la que se inserta.
– La inmigración de grupos ajenos al contexto social tradicional, llegados de otras latitudes a trabajar en la mina, produce un sacudimiento en las apacibles y normales relaciones sociales de estos pueblos provincianos.
– El avasallamiento por parte de las empresas mineras de las tierras circundantes obliga al desarraigo de familias enteras, que deben emigrar de su terruño.
– Por otra parte se genera un proceso de disgregación social por falta de expectativas futuras, ya que sus habitantes deben mudarse de su lugar de origen, cambiar su medio de subsistencia y dedicarse a ocupaciones diferentes a las habituales que hacían hasta entonces y que fueron heredadas de sus ancestros.1
Y por último, y como consecuencia de los factores contaminantes químicos, se presentan severas agresiones a la salud humana, como así también de animales y plantas, que no se advierten al principio pero comienzan a ser evidentes al cabo de varios años de iniciada la explotación y cuando la solución del problema es irreversible.
Entre las enfermedades que se detectan primero son: el aumento de los índices de cáncer (especialmente entre los niños), las afecciones bronco-pulmonares y las enfermedades de la piel.
Sin embargo hay un factor determinante de afecciones muy graves, como es el aumento de la presencia de metales pesados en sangre, a través de la ingesta del agua, los vegetales y la carne contaminada con dichos elementos (plomo, zinc, cromo, vanadio, azufre, arsénico, cobre y muchos mas).
Esta circunstancia, desgraciadamente, no es notada hasta que el problema es grave, ya que no se detecta en exámenes de sangre comunes y por otro lado la acumulación de dichos metales es lenta y solo detectable mediante estudios específicos y después de varios años de ingestión de los mismos.
También debemos considerar los cambios en dieta tradicional de la zona, ya que con la desertificación, desaparición de especies autóctonas y contaminación de productos locales, los habitantes del área deben recurrir a alimentos no tradicionales y ello también significa un riesgo de desequilibrio alimentario y la consiguiente aparición de anemias, desnutrición y/o falta de defensas para el organismo.2
Consideraciones finales
Por todo lo expuesto, insto a mis queridos hermanos de lucha contra la minería devastadora y contaminante, que amplíen sus demandas y no solo se ocupen de un factor tan importante como la lixiviación con cianuro, sino que cubran todo el extenso espectro mencionado precedentemente, en la seguridad que tendrán una mejor llegada a todos los medios y a la sociedad, sino que les será mucho mas difícil a nuestros detractores atacarnos en todos esos frentes.
Solo deseo que este modesto aporte sirva para colaborar con todos ustedes en esta cruzada en defensa de nuestro país y de su gente.
Notas
1 El Impacto de la Mega Minería. José Jorge Aldecoa, agosto de 2006 – pag. 30 y 31.
2 El Impacto de la Mega Minería. José Jorge Aldecoa, agosto de 2006 – pag. 20 y 21.
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* Publicado en Argenpress, agencia de noticias independiente argentina.
www.argenpress.info.
Las imágenes
La imagen de apertura corresponde al tajo de la mina La Alumbrera; tiene un diámetro aproximado de 2.500 metros y 800 de profundidad.
La segunda imagen, de junio de 2006, es de un caño roto del mineraloducto en La Alumbrera Baja.
El mineral se encuentra en la provincia argentina de Catamarca. Ambas fotografías son de la organización ciudadana No a la mina.