“Yo sé que es políticamente correcto y muy cool hablar de las energías alternativas renovables y todos estamos con las energías alternativas renovables. De hecho estamos haciendo inversiones (…), pero también como empresarios y como dirigentes del Estado sabemos que en los próximos 30, 40 años, la energía fósil va a seguir siendo el gran motor que alimente la industria, que alimente los automóviles…”Cristina Fernández de Kirchner, 3/2/2015
La debacle de sus principales fuentes de energía, el petróleo y el gas (representan el 87% de la matriz energética), se presenta como irreversible y por ello el país deberá adaptarse a vivir con mucho menos energía de ahora en más y progresivamente.
Como ya se dijo, Argentina tuvo su Pico del Petróleo en 1998. Y como muestra la gráfica de abajo, desde ese año la producción viene cayendo sin tregua, aunque hubo un leve repunte luego de la compra de Repsol por parte de YPF. Sin embargo podemos apreciar que ese pico de producción no coartó la posibilidad de un repunte industrial, luego de sus años de neoliberalismo ortodoxo, aumentando su consumo de petróleo hasta que en 2012 llegó a superar la producción, debiendo empezar a importar más petróleo del que aún se exporta (en cantidades decrecientes).
El hecho de que el país haya pasado de ser exportador a importador no ha promovido una baja en el consumo, sino todo lo contrario (la línea negra del gráfico anterior); pero el problema que se enfrenta es que las exportaciones de petróleo tocaron su techo a nivel global y cada vez es menos lo que queda para repartirse entre los importadores. Otro problema es que por seguridad los exportadores priorizan a los grandes consumidores, a la vez que deben respetar contratos precedentes, y entonces lo que se puede ver es la siguiente situación: China aumenta sus importaciones (gran consumidor) mientras que disminuyen las del resto de los países importadores.
Lo que a día de hoy ya se puede observar es que, incluyendo lo extraído por medio del fracking, la producción de 2014 en Argentina es inferior a la de 2013.
¿Cómo leer esta realidad y no ver un futuro negro?
El petróleo es negro, por lo tanto, a menos petróleo un futuro más claro… claro que sustancialmente diferente al pasado de nuestros padres o abuelos.
Sin dudas que cuando se analiza en profundidad la situación a la que nos enfrentamos, resulta difícil aceptar que nuestro actual modelo de vida podría modificarse sustancialmente en poco tiempo, lo que en general provoca un rechazo visceral.
La crisis del 2001 nos dio una muestra anticipada a nosotros y al mundo de cómo se pueden modificar las condiciones de vida de un momento a otro cuando hay problemas estructurales y la estructura instalada no armoniza con la capacidad productiva real, a la vez que se pretenden violar leyes físicas y naturales que están por sobre nuestras posibilidades, aunque la modernidad y las tecnologías nos proyecten un futuro maravilloso y de pleno control sobre estas.
Es hora de mirar el panorama completo:
Notas:
1.- La Flexibilización Cuantitativa -en inglés quantitative easing o QE- es una política de algunos Bancos Centrales para aumentar la oferta de dinero reduciendo la tasa de interés a largo plazo.
Los comentarios están cerrados.