Argentina: después del canje de la deuda externa

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Se redobla la presión del FMI y el Grupo de los 7 para interferir en las principales decisiones políticas del Gobierno. Si la disposición de éste fuera la de enfrentar estos desplantes, las PYMES argentinas y el conjunto de la ciudadanía acompañaríamos con firmeza. Sin embargo sería grave el daño si se tratara de mera retórica.

Atravesamos un tiempo de reactivación de la economía. Según el INDEC durante el 2004 el PBI aumentó un 9 por ciento, siendo que globalmente recién hemos recuperado los niveles de 1998.

Tras una de las crisis más profundas y duraderas de nuestra historia contemporánea, diversos sectores vienen mejorando sus niveles de actividad. Algunos medios afirman que se ha abierto un período de prolongado crecimiento. El Movimiento Empresarios por la Nación se propone evitar la antinomia optimismo-pesimismo e intenta un análisis de todos los factores –facilitantes y contrarrestantes– que hacen a nuestra situación presente y futura.

LA SALIDA DEL DEFAULT

El 25 de febrero un 76 por ciento de los tenedores de deuda optaron por el canje. El Gobierno pregona que realizó una firme y hábil negociación. Lo que no significa que hayamos concretado un buen negocio… Con el correr de los días van surgiendo nuevos elementos que intranquilizan:

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** El nivel de endeudamiento pos default ha trepado al 91 por ciento del PBI (sustancialmente mayor que el 62 por ciento imperante a diciembre de 2001);

** Por los próximos 39 años la Argentina deberá pagar una cifra hoy desconocida, toda vez que la misma se incrementará cotidianamente por los siguientes factores:

– Nuevos préstamos para “reestructurar” los pagos. Economía admite que ese será el criterio con el que salvar la concentración de los vencimientos más cercanos.
– Un 37 por ciento de la deuda, contraída en pesos, se indexará por la inflación. ¿Quién puede vaticinar qué pasará con esta vieja conocida nuestra a lo largo de un período tan prolongado?
– La volatilidad de las tasas internacionales y la revaluación del euro incrementarán estos débitos.

De 2002 a la fecha la Argentina pagó “cash” US$ 11.000 millones al FMI y al Banco Mundial. Pese a dicha sangría y a no recibir créditos nuevos la deuda externa, desde el 25 de febrero a la fecha, ha vuelto a crecer.

** “Vivir pagando, morir debiendo”. Así de perversa es “la deuda”.

Se presenta al canje como la “mayor quita de la historia contemporánea”. Pero lo cierto es que se legitimó una deuda fraudulenta que ya hemos pagado repetidas veces. Y no sólo la deuda pública sino también la privada oportunamente estatizada. De allí el calor con el que recibieron los anuncios los grupos económicos más poderosos nucleados en la AEA.

En lo que resta del año vencen 13.020 millones de dólares. Para 2006 la cifra alcanza los 14.000 millones. ¿Cómo incumplir si recién estamos comenzando? Semejantes pagos que equivalen a más del 8 por ciento del PBI saldrán del superávit fiscal. Lo que requerirá de una superlativa presión impositiva a todos los niveles.

Con semejante desvío de ahorro nacional se hará dificultosa, entre muchas otras, una sostenida política de obra pública imprescindible para remontar largos años de desinversión. Por el contrario, la prevista renovación de créditos y/o colocación de nuevos títulos nos han de llevar a un nuevo circulo vicioso de endeudamiento.

EL ESCENARIO POST DEFAULT

Hay bastantes coincidencias. Con el final de default no se han terminado los principales problemas argentinos:

– Desde ya la propia Deuda
– La subsistente crisis energética
– Los riesgos ciertos de inflación
– La persistencia de desocupación y subocupación con el correlato de infortunios que soporta un importante segmento de nuestra sociedad.

LA INFLACIÓN

Las PyMEs no somos formadoras de precios. Las PyMEs no generamos inflación. Por el contrario, la padecemos. Son los sectores económicos más concentrados del campo y la ciudad los que con su voracidad producen carestía y desabastecimiento.

Las petroleras (SHELL y ESSO, pero también REPSOL y las otras) ocultan que mercan con nuestro petróleo y gas. Pero a la hora de fijar los precios locales nos hablan del aumento del barril. En el país del trigo y la carne, los grandes propietarios territoriales y los acopiadores nos hacen pagar a los argentinos los mismos precios que obtienen exportando.

Para Lavagna la inflación proviene de la recomposición salarial. Pero es el Gobierno, por acción u omisión, quien contribuye a esta escalada: autoriza aumentos de las tarifas, consiente las altas tasas financieras, mantiene la presión tributaria y persiste en la emisión espúrea. Y todo esto con el principal objetivo de acumular excedentes con los que pagar la deuda.

LA PEOR DE LAS ASIMETRÍAS

No cabe duda de las mayúsculas asimetrías entre la economía china y la nuestra. Sobre éstas se asientan la invasión de manufacturas que ponen en grave riesgo a nuestra Industria. Salvando las distancias, otro tanto nos ocurre con Brasil. Escalas productivas, acceso al financiamiento, subsidios más o menos encubiertos son ventajas de los otros y desventajas nuestras. Pero la principal asimetría la constituye la ausencia de una clara política de defensa de la producción nacional.

Por el contrario, las disposiciones vigentes promueven, aún más, la extranjerización y concentración de nuestra economía. Las desgravaciones en $ 1.000 millones (reintegros de IVA y amortización anticipada de ganancias) alcanzan a 20 grandes monopolios, la mayor parte extranjeros. Pese a la creciente voracidad fiscal promueven beneficios sólo para determinadas exportaciones.

Basar nuestro porvenir tan solo en el comercio exterior constituye toda una política. Profundamente errada. Las pruebas están a la vista. Mientras las exportaciones crecen trabajosamente al 5 por ciento anual las importaciones lo hacen al 30. Junto a algunos insumos que no fabricamos ingresan bienes de capital que produce nuestra industria: máquinas agrícolas, electrodomésticos, un millón de celulares y cientos de contenedores con baratijas.

Mientras tanto la brecha social entre ricos y pobres se acrecienta. Y el promocionado “derrame” nunca llega.

UNA POLÍTICA PRO PYME Y NACIONAL

En la reactivación jugamos nuestro papel las miles y miles de PyMEs que hemos vuelto a poner el hombro. A falta de financiamiento recreamos un sistema de crédito de proveedores a clientes y usuarios. Formidable aunque insuficiente.

Buscamos las mil y una maneras de sobrevivir. Y aunque algunos desaparecieron otros lo lograron.

Para que no se dilapiden los tremendos sacrificios de los argentinos deben implementarse verdaderas políticas en defensa de la Nación y de quienes la habitamos. De lo contrario, más tarde o más temprano, sobrevendrá una nueva crisis que acentuará el curso a la decadencia que hemos recorrido en estas últimas décadas.

NUESTRA POSICIÓN

El MEPLN es definitivamente partidario de potenciar el mercado interno. Pensamos en una Argentina para 38 millones de compatriotas. Por eso decimos: industrializar, combatir el monocultivo diversificando y sosteniendo las producciones locales, repoblar el campo, recuperar el verdadero Federalismo.

El nuestro es un Proyecto PyME y nacional. Ambas problemáticas indisolublemente entrelazadas.

NUESTROS RECLAMOS

Reactivar el Mercado Interno ya

** Plan de Obras Públicas (viviendas e infraestructura sanitaria, hídrica y vial) que cree 1.000.000 de nuevos empleos. Distribución federal a través de muchas obras pequeñas y medianas que aseguren trabajo y producción locales.

** Líneas de crédito obligatorias y blandas a otorgar por la banca oficial y privada para capital de trabajo, reequipamiento, cancelación de pasivos y consumo. Recálculo de las deudas de las MiPyMEs y las personas afectadas por la crisis. Indexación cero.

** Aumento tarifario cero.

** Aumento de haberes para jubilados y empleados públicos, para la inmediata ampliación del mercado interno.

Sin Industria Nacional no hay Nación

** Compre nacional y local PyME obligatorio para la administración pública, las concesionarias de servicio y los grandes grupos económicos.

** Poner la Aduana al servicio de la reindustrialización del país (protección arancelaria y combate al contrabando).

** Oponernos al ALCA es cuestión de vida o muerte para el futuro de nuestra Industria.

Recuperación del patrimonio de los argentinos

** Restablecer nuestros derechos sobre el patrimonio natural y energético (petróleo, gas, minería, pesca) para ponerlo al servicio del desarrollo de la nación.
** Recuperar YPF y anular toda concesión en áreas de interés estratégico.
Suspensión de la exportación de petróleo y gas (y todo otro recurso no renovable). Nadie debe hacer negocios a expensas de nuestro futuro.

Para la defensa de nuestras micro, pequeñas y medianas empresas nacionales

** Inmediata interrupción del acoso fiscalista sobre las MiPyMEs en todos los órdenes y jurisdicciones.

Alícuota diferencial que beneficie a las MiPyMEs en ganancias, IVA e impuesto la cheque.

** Constitución de un Instituto MiPyME democrático y federal, preservando su independencia del Gobierno y de las centrales gremial empresarias.

Para la obtención de los fondos necesarios

** Disponer del superávit fiscal primario (tanto el federal como los provinciales).

Campaña anti-evasión dirigida a los grandes evasores: monopolios exportadores, privatizadas, hipermercados y demás “holdings”.

** Emisión de un empréstito sobre la base de un impuesto extraordinario a los grandes grupos económicos para la constitución de fideicomisos en apoyo a los sectores productivos.

(Ilustración: obra del artista pintor Diego Manuel Rodriguez).

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* Movimiento de Empresarios por la Nación. Agrupa en Argentina a medianas y pequeñas empresas.

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