Argentina/ Detención de Milagro Sala, significados y consecuencias

 

Milagro Sala forma parte de la misma cultura, enraizada en los pueblos originarios, que predomina en gran parte de Bolivia y que extiende su frontera hacia las provincias argentinas de Jujuy y Salta. No es casual que Evo Morales, el Presidente de Bolivia, transcurriera parte de su niñez acompañando a su padre, que trabajaba como carrero en territorio argentino. Éste “bajaba” de Bolivia para hacerse unos pesos en la zafra azucarera del Ingenio San Martín del Tabacal, propiedad de los herederos del legendario terrateniente Robustiano Patrón Costas.

Milagros Amalia Ángela Sala, fue inscripta por su madre adoptiva como nacida el 27 de enero de 1964. Había sido abandonada por su madre biológica en la puerta de un hospital, se supone que de esta circunstancia deriva su primer nombre. Cuando, en la adolescencia, supo de su origen fue ganada por una rebeldía que la llevó a compartir la calle con ladronzuelos, lustrabotas, prostitutas, vendedores de drogas. Injustamente detenida, según sus declaraciones, pasó 8 meses en la cárcel.

Luego vivió en un local de la Juventud Peronista, consiguió trabajo y continuó -con una fuerte impronta indigenista- militando a favor de los más desprotegidos, De allí que se pueda afirmar que su mayor referente no está en el kirchnerismo, que le diera dinero y poder, sino en Evo Morales cuyo modelo de un Estado Plurinacional guía sus pasos. Todo ello motiva un fuerte rechazo de población y dirigentes “blancos”, incluso de alguno de los cuales se identifican con el kirchnerismo y vertientes progresistas.

Casada con Raúl Noro, un ex periodista de La Nación y dirigente del Partido Humanista, (su “blanquito propio” como suele decir) adoptó como hijos a 12 niños de la calle. Durante un tiempo compartió militancia con Carlos “el Perro” Santillán, otro legendario dirigente popular jujeño. Esa relación derivó en escisiones y duros enfrentamientos que aún perduran. Éstos llegaron a tal punto que Santillán (ahora dirigente máximo del gremio de empleados municipales -SEOM) no se cansaba de repetir que con Milagro, amparada por el kirchnerismo -a quien denominaba como “la gobernadora”- todos sus opositores estaban en peligro.

De hecho, entre ambos se produjeron varios incidentes y en los últimos tiempos del kirchnerismo Milagro, juntamente con la policía, actuaba para dispersar a movilizaciones convocadas por el gremio municipal las que dejaron –entre los manifestantes- varios heridos de gravedad.

 

Las obras realizadas y el choque de culturas

En el 2001, Milagro Sala fundó la Asociación Barrial Tupac Amarú, la que se extendió por otras 16 provincias congregando a pueblos mapuches, coyas y guaraníes, entre otros sectores excluidos.

Designada diputada al Parlasur se alió en Jujuy a los candidatos del Partido Justicialista (PJ) siendo ruidosamente derrotados por Gerardo Morales, candidato del macrismo y massismo. Inmediatamente después de asumir el nuevo gobierno, inició un acampe en la plaza central de la capital jujeña y sus calles aledañas, demandando la continuidad de sus proyectos.

El reciente 15 de enero el gobernador, tratando de reducir o eliminar su poder, ordenó el fin de la personería jurídica de la mencionada Asociación y el cierre de las cuentas bancarias a través de las cuales recibía los subsidios estatales.

Morales pretende establecer un vínculo directo con las cooperativas y sus socios. Al día siguiente fue detenida bajo la acusación de “haberse alzado contra las decisiones gubernamentales” y por “promover tumultos”. Fue negada su excarcelación. En los días siguientes se le agregaron los cargos de “asociación ilícita agravada” y “fraude en perjuicio de la administración pública”. Desde el kirchnerismo y fuerzas de izquierda, opositoras a Macri, juntamente con el CELS y Amnistía Internacional, condenaron tal detención y solicitan la libertad de Milagro Sala. Además, en solidaridad con la presa, hubo –el viernes- más de un centenar de cortes de calles y rutas en todo el país.

Antes de estas denuncias y en estos años del kirchnerismo manejó presupuestos que se asemejan más a un pequeño estado que a una organización social. Con los mismos se construyeron, fundamentalmente en Jujuy, escuelas, viviendas y centros de salud, que se pueden considerar ejemplares.

Dos escuelas, primarias y secundarias, con 150 docentes donde había tres materias que trataban sobre “Autoestima”, “Historia y cultura de Jujuy” y “Luchas del movimiento obrero”,

Dos Centros de Salud, con medio centenar de médicos, con farmacia y laboratorios propios.

En el barrio Tupac Amarú se construyó el CEMIR (Centro Integral de Rehabilitación de Personas Discapacitadas), una especie de FLENI jujeño, donde derivaban sus enfermos los hospitales provinciales, todo ello gratuito.

Creó 6 fábricas donde laboran más de 600 trabajadores, ex desocupados.

Su organización construyó miles de viviendas, con costos que se reducen en un 30% a los del mercado, dado que los insumos son hechos en fábricas propias.

Además organizó otras Cooperativas destinadas a diversas tareas de mantenimiento en instituciones estatales. Se estima que su Asociación manejaba un presupuesto por unos 200 millones de pesos (unos 14 millones de dólares) anuales.

Ahora llueven las acusaciones por parte de su acérrimo enemigo, el actual Gobernador, con el cual mantiene viejos litigios con mutuas acusaciones de amenazas, ataques y agresiones.

También carga sobre sus espaladas acusaciones del periodista Jorge Lanata por haberle retenido cámaras fotográficas.

Las cooperativas y los manejos financieros no se caracterizaron por la vigencia de democracia interna y trasparencia administrativa, por el contrario ellos han sido recurrentemente calificados como extorsivos y poco claros. Los mecanismos legales de las instituciones estatales vigentes no parecen ser la guía de su proceder. Su accionar es caracterizado, por éstas, como autoritario y delictivo. De todos modos no hay que olvidar que los propios manejos del Estado, en sus diversas instancias, también viene recurriendo a manejos muchas veces extorsivos y corruptos.

Más allá de los incidentes, movilizaciones y causas penales, en este caso nos encontramos con un serio problema político-institucional, del que poco y nada se habla.

Estamos ante la presencia de un Estado insuficiente cuyos roles son cubiertos, para sectores excluidos, por otra especie de organización cuasi estatal.

Estos problemas institucionales, políticos y legales ocultan un choque de culturas. Éste no se manifiesta mientras esos excluidos, los pueblos originarios -considerados como “inferiores”- carecen de organización y poder. Por el contrario, ese choque, se pone en evidencia cuando esos excluidos comienzan a tener presencia organizativa y política.

Pretender resolver este problema con las actuales leyes e instituciones penales es una prueba que falta mucho para que nuestra sociedad asuma y dé respuesta a estos problemas reales.

Juan Guahán

 

 

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