Argentina, Kirchner: – LA DICTADURA DEL FMI QUEDÓ ATRÁS
Al repasar su gestión, que inició en mayo de 2003, Kirchner consideró que se han «superado los peores momentos y el país muestra un crecimiento económico sostenido que deja atrás las carencias de estructuras». 
El gobernante contrapuso las políticas neoliberales aplicadas en el país durante la década pasada con un «modelo argentino con crecimiento e inclusión en que el pueblo resulte el principal actor y beneficiario, sin importar recetas enlatadas».
Kirchner habló más de dos horas mientras, en las calles aledañas al parlamento, numerosos manifestantes que se reunieron para manifestarle su apoyo soportaban con estoicismo y buen humor la intensa lluvia que caía sobre Buenos Aires.
«De acá que vamos a volver a hacer un acuerdo con el FMI, bajo ningún aspecto», dijo con un gesto típico y popular que remachaba la negativa. Argentina canceló de forma anticipada toda su deuda con el Fondo, de más de US$ 9.500 millones, en enero de 2006.
Kirchner también dejó claro que no buscará un acuerdo con el FMI previo a la renegociación de la deuda con el Club de París, que asciende a unos 6.300 millones de dólares.
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* Informaciones de prensa. El autor integra la Comisión de DDHH y la Secretaría Internacional del Partido por la Democracia chileno.
Addenda
En Chile, la presidente Michelle Bachelet y los partidos de la Concertación –su base de gobierno– también debieran rechazar los acuerdos con el FMI y Banco Mundial, quienes, junto a las dictaduras gorilas, son los máximos responsables de la pobreza de los pueblos latinoamericanos y del Caribe.
Algunos destacados periodistas a los programas de estos bancos los llamaron «bombas solo mata gente».
En contraposición a las políticas de los organismos financieros controlados por EEUU se plantea la creación del Banco del Sur que propuso el presidente Hugo Chávez hace unos meses, cuya puesta en marcha estaría asegurada con los excedentes de los altos precios del petróleo, cobre, plata,oro, bosques, agua, uranio y otras materias primas y aún producción industrial que en la actualidad es apropiada por las corporaciones transnacionales.
E.B.