Argentina: los mbyás y la lucha de los pueblos aborígenes

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Elena Luz González Bazán*

La niñez y adolescencia: una inexistente política de Estado. En el caso de las comunidades originarias aún mayor, son invisibles. El 20 de abril pasado los caciques mbyas exigieron que se frene la destrucción de las tierras que ocupan. Un freno a la tala ilegal y al avance de empresas privadas en sus territorios, en un panel del IX Congreso Argentino de Antropología Social que se realizó entre el 5 y el 8 de agosto pasado en la ciudad de Posadas.

Luego de la presentación del panel Diálogos interculturales: pueblos indígenas y comunidades, guaraníes y antropólogos, coordinado por Hugo Arce, se decidió emitir un documento que fue declarado de interés en el cierre del Congreso. En el mismo se planteó el cumplimiento de la Ley Nº 26.160 por parte del Estado Nacional y Provincial, que establece el derecho de la ocupación de la tierra para el desarrollo de la cultura indígena.

Además, exigieron el cumplimiento de los derechos constitucionales por parte de la Universidad Nacional de la Plata, de la Universidad Nacional de Misiones y de las empresas que usufructúan territorios indígenas.

Lidio Giménez, representante legal de la comunidad Teko Ka’aguy Poty, en el panel que se realizó en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, manifestó que “nosotros necesitamos un territorio muy amplio para desarrollar nuestra cultura”.

Los caciques, en algunos casos con la ayuda de un traductor, expusieron su problemática ante los antropólogos, a quienes a su vez interpelaron a que colaboren en divulgar qué es lo que realmente necesitan las comunidades guaraníes. En la oportunidad también proyectaron un mapa que realizaron, con la ayuda del Equipo Misionero de Pastoral Aborigen, para demostrar los espacios que ocupan.

Giménez recordó que las comunidades de Ka Aguy, Kapí i Poty e Yvy Pyta, de Aristóbulo del Valle, están en conflicto con la Universidad de la Plata. El representante legal de la aldea, manifestó que usan más de 6.000 hectáreas, y sobre la ruta 7 sólo se puede ver “un pedacito” de todo el territorio.

“Cómo puede ser que una institución tan grande (por la universidad) no entienda que nosotros en el monte tenemos todo lo necesario para desarrollar nuestra cultura”, insistió. Agregó que “hay muchas comunidades que no pueden desarrollar la cultura porque sólo tienen un pedacito muy chico de tierra. Por eso ahora no dejamos entrar a nadie de la Universidad de la Plata hasta que haya una solución sobre las tierras”.

En el panel también participó Antonio Benítez, un mbya estudiante universitario de la licenciatura en Historia quien oficiaba de traductor si era necesario. Él, a lo que había señalado Giménez, agregó que “hay un dicho de los blancos (por los mbyas): ‘para qué quieren tierra si no plantan’”.

Sin embargo, reiteraron en varias oportunidades que del monte sacan los frutos para alimentarse, las medicinas, las maderas para construir y lo necesario para realizar sus artesanías.

En el documento emitido en el Congreso de Antropología también solicitaron que se “arbitren las medidas necesarias de atención a la salud con perspectiva sociocultural y con el control sobre el manejo del medioambiente a los fines de asegurar condiciones de habitabilidad digna”.

En el panel mencionado expuso también Heriberto Villalba, docente auxiliar de la comunidad de Perutí, quien destacó la importancia de la educación bilingüe. En ese sentido, manifestó la necesidad de que las comunidades cuenten con un espacio donde “nuestros hijos aprendan pero practicando nuestra danza, religión y cómo se debe mantener el ecosistema”.

“Nosotros enseñamos cómo se debe mantener el equilibrio y mantener el ecosistema para no sentir el golpe de la naturaleza; pero se nos está sacando todo, contaminan el agua y reemplazan especies nativas con reforestación”, lamentó Villalba.

Jóvenes que se suicidan

Dos jóvenes de las comunidades tomaron la decisión de suicidarse, por ello Arturo Sosa contaba que “sobre los dos chicos que se quitaron la vida, situación que es totalmente inusual, aún no se encontró una explicación válida para ello. Por lo tanto han previsto actividades con los jóvenes orientadas al alcoholismo y la drogadicción”.

Al frente de la situación sanitaria de las dos comunidades, el médico manifestó que “tengo la satisfacción de tener una cooperación del ciento por ciento con la dirección del hospital y los pediatras de ese lugar. Y como ocurre siempre cuando no logramos cubrir con las expectativas, se recurre a un centro de mayor complejidad, como en el caso de Eldorado”.

El jueves 27 de septiembre, hace un año, los Mbyas pidieron la expulsión de grupos religiosos y turistas de sus aldeas. El consejo de caciques mbyá-guaraní reclamaba la expulsión de grupos católicos, evangélicos y turistas de las aldeas de Misiones, tras un conflicto suscitado por el suicidio de los dos adolescentes, el consumo de drogas y alcohol.

El consejo, un órgano de consulta compuesto por caciques y ancianos, se pronunció así tras la imposición de una cuarentena en la aldea Fortín Mbororé, de Puerto Iguazú, a raíz de los suicidios que se atribuyeron a una "crisis de espiritualidad".

Las restricciones en el asentamiento contemplaban la prohibición de introducir bebidas alcohólicas, las visitas de religiosos y la salida de los jóvenes. El cacique Mártires Villalba, de la comunidad Perutí y coordinador del consejo, dijo que "en la obligación de prevenir estas cosas vamos a restringir el ingreso de blancos, ya sea iglesia, pastores, turistas, ya que por ahí viene la cosa".

En tanto el cacique Alejandro Méndez, dijo que los sucesos en Fortín Perutí se vaticinaban "por el ingreso del alcohol y de las iglesias". Méndez responsabilizó a Moreyra por considerar que los problemas entre los jóvenes comenzaron porque "convocó a la iglesia evangélica, a la católica, gente del Parque (Nacional Iguazú), todos de afuera".

"Hoy hay miedo en la comunidad. Nosotros vamos a insistir en la expulsión de las iglesias de las comunidades. Lo que debilita la espiritualidad son las iglesias y los que dan las bebidas y las drogas son los indigenistas, organizados en ONGs", afirmó.

En un documento del consejo, los caciques señalaron que "esta ‘civilización’ de blancos con todos sus vicios, su codicia, su corrupción, su apropiación sin límites, su imposición de religiones ajenas a nosotros y su racismo, nos han llevado a situaciones extremas como lo que sucedió a lo largo de esta historia de dominación".

Los consejeros también apuntaron a "la pérdida de identidad y la espiritualidad guaraní" como causantes de la problemática del alcohol y las drogas.

Consideraciones para reflexión

El respeto por las tradiciones, la cultura y las prácticas, pensamiento y formas de vida deberían ser un elemento sustancial de aquellos que intervienen en la vida de las poblaciones indígenas.

Si leemos con algún detenimiento el Convenio 169, a pesar de las mejoras que pueda sufrir, intenta claramente el respeto a estas culturas, tradiciones, existencias y valores humanos. Lo que hay que preguntarse es en qué magnitud se respeta a las poblaciones originarias que habitan Argentina y se los considera en un verdadero pie de igualdad. No como una declamación, sino una práctica cotidiana y real.

El suicidio puede estar mostrando el dolor porque se les quita y expulsa de la tierra porque ellos son la tierra misma, quitarles las tierras de labranza hace a otra nueva etapa del exterminio de nuestras comunidades originarias. Por ende, en ese respeto debe estar no arrasar con el cementerio donde habitan las almas de los muertos que es la historia de la comunidad.

En ese respeto hacia quienes son los pobladores ¨ancestrales¨ no arrasar sus tierras.

En ese respeto sería importante una política de Estado integral y efectiva para terminar con la indigencia, la mendicidad y la desnutrición, muerte e injusticias hacia los pobladores, en este caso guaraníes. Política de parches, de acuerdo al lugar y en muchos de los casos, gracias a una buena predisposición de quienes se llegan a atenderlos o colaborar. Pero jamás una verdadera planificación que parta del gobierno nacional o provincial.

A todo esto sumar que el racismo de ¨los blancos¨, es verdaderamente enorme…

* Un despacho de ARGENPRESS.

Los cuatro capítulos de este ensayo se encuentran en www.argenpress.info

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