Mientras el mundo debate el cambio climático, los glaciares de Argentina muestran señales irrevocables de transformación. Especialistas detallan cómo su retroceso ya afecta el suministro de agua en regiones áridas, incrementa el riesgo de aluviones en la Patagonia y expone el abandono de su monitoreo. Una crisis que avanza sin que la veamos.
No se trata de una futura proyección científica, sino de un proceso que ya está en movimiento: desde las altas cumbres de Mendoza hasta los confines patagónicos, el hielo que parecía eterno se repliega año tras año, modificando para siempre el paisaje y la vida que depende de él. Argentina es uno de los países con más glaciares del mundo, con más de 16 mil cuerpos de hielo que actúan como reservas estratégicas de agua.
Este retroceso silencioso pero constante tiene consecuencias tangibles, generando una pérdida de un 36% más de hielo en la última década. En el norte de la cordillera, donde el agua escasea, la pérdida de glaciares significa menos reservas para enfrentar las sequías, afectando a comunidades, agricultura y actividades productivas. Más al sur, en la Patagonia, el deshielo genera nuevos lagos e inestabiliza laderas, incrementando el riesgo de aluviones que amenazan localidades y rutas.
Mientras, el presidente Javier Milei celebró el primer paso para el acuerdo con Estados Unidos y confirmó que modificará la ley de glaciares. Asimismo anunció el envío del proyecto que busca que cada provincia determine su zona periglaciar. «Hay que aprovechar las riquezas naturales que nos han sido ofrecidas», remarcó el mismo día que se anunció el marco previo para firmar un acuerdo con el gobierno de Donald Trump. «Ustedes tienen la zona glaciar y la periglaciar es el perímetro a partir del cual pueden hacer actividades mineras», pero «hoy eso no está bien definido. Los ambientalistas prefieren que uno se muera de hambre pero no tocar nada», añadió el mandatario libertario.

¿Estamos a tiempo de adaptarnos a este nuevo escenario? La respuesta depende de cuánto conocemos sobre el problema. En esta nota, especialistas explican por qué los glaciares importan más allá de lo visible y cómo su cambio impacta en la vida cotidiana de miles de argentinos.
El caso de la Patagonia es distinto: “El retroceso glaciar genera lagos proglaciares que pueden liberar aluviones y desestabilizar laderas. Esto aumenta la peligrosidad para comunidades y infraestructura. Casos como el Ventisquero Negro en Nahuel Huapi o potenciales riesgos en el Cerro Fitz Roy son ejemplos de esto» remarca Ruiz y agrega «los glaciares de Patagonia son de los que más rápido se reducen en el mundo. Su derretimiento contribuye directamente al aumento del nivel del mar. A escala global, todos los glaciares de montaña aportan cerca del 25% al ascenso del nivel marino, lo que agrava riesgos en zonas costeras».

«Hay una falta de transparencia en los estudios de impacto ambiental de proyectos mineros. Muchos análisis glaciares son superficiales y de difícil acceso público. Además, el Estado ha desfinanciado por completo el monitoreo: la red de estaciones en alta montaña está abandonada, y no hay recursos para medir glaciares in situ» resalta Ruiz.
«No podemos revertir el retroceso glaciar. La única forma de conservarlos es reduciendo emisiones de gases de efecto invernadero. Si no frenamos el calentamiento, regiones enteras perderán sus glaciares para fin de siglo, como ya pasó en Venezuela o Eslovenia. El retroceso del Perito Moreno es solo un símbolo; el riesgo real es la pérdida de agua y seguridad para las comunidades» finalizó Ruiz.
Por su parte, Rivera agrega que, la Cordillera de los Andes muestra retrocesos que están 35% por encima de la tendencia global, lo cual impacta directamente en la disponibilidad hídrica regional.
Frente a este escenario,los especialistas destacan la urgencia de políticas públicas de adaptación, como sistemas de alerta temprana para aluviones en Patagonia y una gestión del agua más eficiente en Cuyo. A nivel global, la solución de fondo sigue siendo la misma: reducir emisiones. El futuro de los glaciares, y del agua que contienen, depende de las decisiones que se tomen hoy.
* Periodista y Licenciado en Comunicación Audiovisual con amplia trayectoria en medios, comunicación institucional y producción de contenidos multiplataforma. Publicado en ElDestape.web


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