Argentina: seguridad es el nombre del juego
Dan Gitlin*
Esta semana la Corte Suprema de Justicia de la Nación se sumó a la polémica mediática sobre la inseguridad. Primero Carmen Argibay y ahora Eugenio Zaffaroni declararon que el problema no ha aumentado realmente sino que se ve multiplicada su exhibición en el encendido de la pantalla, sugiriendo que detrás de ello hay un interés que va más allá de lo que el público quiere ver.
Sin duda este año que recién empieza trae para el gobierno un nuevo desafío en el plano comunicacional. La nueva Ley de Radiodifusión, el modo en que se se muestra la violencia en la televisión, la postura de referentes de la farándula hacia políticas de seguridad represivas y el desgaste prematuro del gobierno a causa de la presión del campo y el conflicto económico mundial.
El kirchnerismo necesita canalizar la demanda de seguridad antes que el reclamo se convierta en bandera de la oposición, como sucedió con la protesta del campo.
Crisis que es oportunidad
Bien visto el reclamo de una política de seguridad es una oportunidad para el gobierno de volver a ponerse a la cabeza de una sociedad que reclama al Estado que se involucre en sus problemas. La participación activa del gobierno es necesaria y es recomendable que abandone, al menos en la parte dialéctica, la visión ideológica y se acerque al problema no desde la acusación hacia sectores identificados con la oposición o los enemigos políticos.
Cristina debe comprender que cada discurso, cada palabra que pronuncia no ayudará ni a bajar la inseguridad real, ni la “sensación térmica” de inseguridad que reina sobre Buenos Aires, principalmente, y en el resto del país. Su discurso es técnicamente impecable y no carece de lógica, pero olvida que habla de un país que fue gobernado por el kirchnerismo los últimos 5 años.
Es difícil pasar por alto el grado de pauperización que alcanzó la Argentina durante más de una década, pero tampoco puede olvidarse que los números que maneja Cristina y que día tras día son tapa de diario son un reflejo infiel de la realidad.
Algo que entrampa al oficialismo al momento de explicar la realidad: porque no puede justificar que tras “años de crecimiento sostenido” también ha crecido la violencia que trae aparejada la pobreza. Ahora, de no ser real el crecimiento del que habla el gobierno los presupuestos que se aprobaron durante la gestión kirchnerista serian irreales.
* Periodista.
En www.4semanas.com.ar
La inseguridad ciudadana en Buenos Aires o en Argentina es sin temor a equivocarme menor que en algunas ciudades de Europa que presumen de baja inseguridad, léas Madrid.
El problema como bien dice el autor del artículo está en la forma en cómo se manejan los datos de la inseguridad y los intereses que la mueven, que son muy importantes.
Se construye seguridad dando instrucción, alimentos, viviendas, garantizado los sueldos mediante el trabajo digno y no por propinas que estimulan la vaguería. No lvidemos que la maldición bíblica es «Ganarás el pan con el sudor de tu frente» no por votos cautivos. Hay muho trabajo par los adultos en Argentina falta voluntad política para activar la economía.
Fuera los subsidios a empresarios y bancos parásitos que cobran millones de dólares (Gonzalez del BBVA, Botín del Santander por ejemplo más de 6mil millones de Euros de sus respectivos bancos, más lo que les «cae» por participaciones en Repsol, Endesa y otras privatizadas cuyas arcas han sido doblemente vaciadas.