Argentina, tiempos de fintas y amagues

Los políticos, mejor que los basquetbolistas más avezados, son especialistas en “fintas y amagues”. El movimiento de engaño para confundir al rival no es un patrimonio exclusivo de los grandes jugadores de la NBA. En general es muy utilizado en la vida cotidiana. La dirigencia no podía escapar a esa regla, mucho menos si de política se trata. Esa habilidad se extrema en los períodos pre electorales.

Si pudiéramos descifrar el sentido final de esos movimientos sabríamos la dirección de los rumbos futuros. De todos modos siempre existe la posibilidad de “interpretar” algunos hechos para entender su sentido más profundo.

Macri, Cristina y Moyano: La vida te da sorpresas..

Hablando de “fintas y amagues” los recientes acercamientos entre Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner, no es posible separarlos de aquella perspectiva que se viene insinuando en el sentido que para la Presidenta la mejor forma de irse, el 10 de diciembre del 2015, sería entregándole la banda al hijo de don Franco Macri quien es uno de los más importantes operadores de los intereses chinos en la Argentina.

Barrionuevo y Moyano
Barrionuevo y Moyano

Pero, por razones muy distintas, ahora “metió la cola” otro personaje que –por cierto- no es del agrado de Cristina. Se trata, ni más ni menos, del mismísimo Hugo Moyano, promotor –junto a Luis Barrionuevo- de una reciente e importante, aunque disminuida, movilización a Plaza de Mayo.

Moyano tiene un interés inmediato en la relación con Macri. Se trata del gigantesco negocio de la basura en el cual, todo parece indicar, que tiene cuantiosos intereses. Pero no es descartable que también haya un trasfondo político. Macri tiene votos, pero carece de una buena estructura y despliegue territorial. Moyano, alejado de Cristina y marginado por Scioli y Massa, puede aportar bastante con las decenas de miles de fogueados camioneros, sus amigos y familias. No es casual que hace pocos días hubo una reunión entre Facundo Moyano y Macri. Tampoco lo es que “los Moyano” están tomando distancia de Massa y Scioli.

En la mesa de Macri y Moyano, como en la de los cocineros de ley, hay insumos valiosos para cocinar un inesperado guiso. Visto desde otro lugar por qué no pensar que lo que está haciendo es valorizar su peso ante quienes hoy lo prefieren lejos.

El Congreso del Partido Justicialista

El reciente Congreso del PJ dejó en claro cómo el cristinismo se prepara para el futuro. No quedan dudas que tiene la hegemonía del Partido Justicialista, del Frente para la Victoria y del kirchnerismo. El PJ es su instrumento legal, el Frente para la Victoria su alianza electoral, el kirchnerismo su identidad, todo ello bajo el control de La Cámpora su organización política.

La nueva estructura del PJ tiene en el jujeño Eduardo Fellner un inocuo Presidente. La Cámpora cuenta con uno de los 4 vicepresidentes reales, cargo que ocupa Eduardo “Wado” de Pedro, quien también es apoderado en la Provincia de Buenos Aires. Como novedad, hay siete vicepresidentes ad-hoc (honorarios) para que todos sus candidatos presidenciables puedan exhibirse aunque su futuro sea dudoso. Los apoderados serán tres: Jorge Landau, un duhaldista devenido en kirchnerista; Juan Carlos “Chueco” Mazzón, un “chuequista” de la primera hora y Carlos Zanini, la cabeza más grande y pensante del kirchnerismo.

Carlos "Cabezón" Zanini
Carlos «Cabezón» Zanini

Tal como lo vienen adelantando los dirigentes de La Cámpora la política futura arranca el 11 de diciembre del año próximo, dejando fuera de la misma a quien sea el elegido para gobernar al país. Imaginan que ese sillón no lo ocupará ninguno de los 7 “honoríficos” vicepresidentes del PJ y candidatos a ser candidato.

El cristinismo sabe que el actual bloque oficialista perderá legisladores, nadie cree posible repetir aquel lejano 54% del 2011. Ellos confían en controlar entre 60 y 80 legisladores, con lo cual el cristinismo se constituiría en la primera minoría en desmedro del nuevo oficialismo y de otras corrientes del peronismo. Integrando a ese poder la fuerza que consigan instalar en la justicia, los gobernadores que puedan seguir respondiendo a esa conducción y el innegable poder económico que han acumulado y que seguirá rindiendo provechos, esperan confiados en los 4 años que –están convencidos- los separarán de su regreso al gobierno.

El Congreso del PJ reveló de qué modo el conjunto del peronismo, con las excepciones de Massa, José Manuel de la Sota (Córdoba), los Rodríguez Saa (San Luis) y las vacilaciones de Peralta (Santa Cruz), siguió –sin chistar- las directivas de Cristina. La próxima gran batalla, bajo otras condiciones, será la elaboración de las listas de legisladores. Allí muchos gobernadores, más cercanos al cambio de gobierno, con menos respeto por las decisiones y los aportes económicos que vienen de la Rosada, es probable que tengan otra actitud.

El mínimo no imponible para trabajadores y la asignación universal por hijosarg asignacion x hijo

Haciendo caso omiso a las presiones de muchos gremios, el mismo día que Moyano y Barrionuevo movilizaban a Plaza de Mayo a metros de distancia, desde la Casa de Gobierno se anunciaba el aumento para las Asignaciones Universales por Hijo, las asignaciones familiares y los subsidios para embarazadas.

En la asignación universal el monto pasó de 460 a 644 pesos. Eso implica un aumento del 40%. “Casualmente” esa es la inflación que las consultoras privadas estiman para los últimos 12 meses. Ese beneficio alcanza a cerca de 2 millones de familias y casi tres millones y medio de niños.

En las asignaciones familiares se distinguieron tres franjas. Las de menores ingresos tuvo un aumento del 35% (de 320 a 432 pesos), la del medio aumentó un 30% (200 a 260 pesos) y en la franja de los mayores ingresos, entre quienes reciben este beneficio, el aumento fue del 25% (110 a 132 pesos). En el caso de las embarazadas el aumento también fue del 40%.

Todos estos incrementos ocurrieron exactamente un año después del último aumento. Esta decisión deja en claro que el objetivo del gobierno es tratar de evitar que el actual ajuste caiga sobre el sector más débil al que ubica como sus adherentes más leales.

Respecto a los trabajadores en blanco y jubilados que tienen respetables ingresos, cuyo último incremento tiene una antigüedad semejante al de las asignaciones familiares, deberán seguir esperando para que le actualicen la tabla del mínimo no imponible. En el caso de estos sectores, la Caja estatal se comió buena parte de los últimos incrementos salariales.

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