Argentina: unidos por algo peor que el espanto
Magalí Silveyra*
El país, dice un manifestante, está lleno de cuarteles vacíos. Otro desliza que una cosa son los derechos humanos y otra cosa es otra cosa. Todos –¿cuántos?– quieren "mano dura". El asunto, aclaran, es la maldita inseguridad, ese fantasma que recorre América y cuyo rostro es de temer. El vídeo se extiende por cuatro breves minutos. Y pega como un riel.
No todos los argentinos, quizá ni siquiera demasiados, pero tienen voz y son peligrosos: quieren restablecer la pena de muerte. Y matar. De cualquier modo unos seis mil se congregaron en la Plaza de Mayo el 18 de marzo. Es que, piensan, el gobierno no hace mucho (no hace nada, dicen) por proteger a la población.
Seis mil personas bien vestidas. Expresiones –les gusta sentirlo así– "patricias". Gestos adustos que dicen más acerca de su ira que sobre su sensación de inseguridad.
El llamado a juntarse corrió por cuenta de "figuras" de la televisión. Personas cuyas conductas quisieran fuera irreprochable, pero en eso, como en otras cosas, quién sabe si lo son. La otrora modelo y actriz Susana Giménez estiró –uno tampoco sabe– otro poco su ajada piel para ser una de las convocantes. De bacante a promotora de seguridad. Un progreso sin duda.
Vídeo Barricada TV produjo el "mini" metraje, realizado por el taller de la Agrupación Tupac Amaru coordinado por Cine Insurgente.
Un compositor y cantante de temas populares Luis Alberto Spinetta adaptó su talento para la ocasión e, informó la revista Barcelona (www.revistabarcelona.com.ar), se sumó a la rogatoria exigente.
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